Sin mis manos no puedo tocarte
acariciarte, atraparte, sentirte,
recorrerte palmo a palmo
tomarte, tenerte y asirte.
Sin mis pies no puedo alcanzarte,
acariciarte, treparte, patearte,
pisarte, pararme frente a vos
ni tampoco usar medias.
Sin mis ojos no puedo mirarte,
desearte, admirarme, vigilarte,
recorrerte suavemente en la distancia
ni mirar al futuro e imaginar algo juntos.
Porque por más que te cueste aceptarme
soy como soy con mis defectos y virtudes,
apasionado por tu alma, por tu cuerpo, por tu espíritu,
que enérgico y combativo siempre logra conquistarme.
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