Caos Organizado
En este Blog todos los escritos pertenecen a Estanislao María Newbery del Valle. Nacido en San Pablo Brasil y posteriormente radicado en la Argentina. Todo lo que aqui figura ha salido de una mente perversa y alocada por lo que se recomienda precaución en la lectura, debido a que estos escritos pueden ser ofensivos y/o dañinos para la salud mental de cualquiera, sin distinción de credos, sexo, razas y/o maneras.
jueves, noviembre 30, 2023
¿Cuál sería la tercera?
martes, octubre 17, 2023
Las mañanas de Eleuterio
Mis mañanas emulan ser todas iguales y ojalá lo fueran. No tiene importancia si me despierto con qué pie o, si los perros me pidieron salir a orinar antes de que amanezca o, si mis hijos se acostaron, o no, con fiebre; sin embargo esta cuestión del azar no tiene que ver con la desigualdad de mis mañanas, esta tiene más que ver con el ánimo del día que tendré por delante; si es lunes, por ejemplo, la mañana agobia desde temprano, es sentir que estoy de pie frente a la montaña de la semana que se yergue delante mío, y creo -sinceramente- que ese comienzo pareciera nunca tener un fin en concreto. Nadie piensa en el viernes cuando empieza la semana, bah… sí se piensa en el viernes, se lo ve como un anhelo inalcanzable y casi imposible; por tanto, uno se dedica a poner dos cucharadas de café (en vez de una) en una taza un poco más grande que las demás e inyectársela directamente en el cerebro para tratar que la cafeína se meta de una en nuestro sistema nervioso central y nos haga sentir que estamos vivos y, cargados de adrenalina siendo que no nos importe el qué y mucho menos el cómo estemos.
Miércoles y jueves son días puente, la marea de la locura laboral y las interminables horas han quedado atrás como la barca de Moana deja detrás las altas marejadas y a la alta mar se aboca. Quedan tras de mí las más bravías olas laborales y, por lo tanto, puedo despertarme cuando me plazca a pesar de que mis perros, siempre antes del amanecer, me insisten en su necesidad de salir a orinar.
Los viernes, son la suma de la pesadilla del lunes y del martes, no me basta con saber que ese día es el preludio al fin de la semana, al descanso, al ocio, a la montonera de trabajos desprolijos y aburridos (en su mayoría) que fueron juntándose durante la semana. El viernes siento que empiezo más temprano que nunca, si bien es la misma hora, tengo toda la semana pensando sobre mi espalda y mis ánimos que si bien son altos, están pesando distintas estrategias para desparramar la energía y que esta me alcance al terminar el día; así tal vez pueda tomar alguna birra mirando como el cielo va perdiendo el color y perderse en un laberinto de estrellas.
Las mañanas de los sábados -y del domingo-, no son mañanas, son extensiones de una noche que nunca termina ni que nunca empieza; y que al llegar al lunes, me recuerdan, que la vida no es más que un puñado de arena colgando de un calendario que culmina cuando se paga el alquiler.
jueves, octubre 12, 2023
Sonriendo en la ventana
en los sin reveses del tal vez,
porque hacerlo implica
no tener vuelta atrás.
No tener vuelta atrás,
es quizás,
quitarse toda alternativa posible
de poder empezar de nuevo.
En el espejo muerto de la razón
mirando hacia un lado entendí
que el reflejo y la realidad eran
algo más que perspectivas.
No soñé más,
entendí que soñar de nada sirve
si el oberol está colgado en el placard
y el por qué se confunde sin querer
con ese qué inalcanzable
que tiene el dormir
y zozobra al soñar.
Hoy me vi,
de repente
y entendí
y acepté
que no existe el para siempre.
miércoles, octubre 04, 2023
Andando ando -- Poema
Me han preguntado qué ha pasado
que tus letras no invaden mi Whatsapp
que ni Instagram ni en Facebook
se replican tus poemas
como cuando en otras eras
era leer las fotos locas
y escribir, en el más allá de las retinas,
un gran signo de pregunta
que a veces, hasta al más duro corazón, estruja.
Hoy estoy aquí
en una especie de sincero silencio literario
veo como caen las hojas del calendario
y no siento que el viento me empuje
ni que la corriente me expulse.
Vi, en un sin querer,
que a veces dejar de ser
nos llena los ojos de vacaciones
y los músculos se preparan distinto para la siesta
y los ojos se acostumbran a la belleza
de una manera más paciente y dispersa.
No tuvo que ver tu adiós,
ni tu caricia temprana,
ni tu vasta sonrisa olvidándose de que yo también existía.
Fui yo, sólo yo,
que decidí abrir la ventana y mirando hacia el destino
respiré profundo
y sin necesidades.
sábado, septiembre 23, 2023
Oración del ángel solitario
Quise dejar de soñar
y no pude
quise dejar de amar
y no pude
quise dejar de avanzar
y no pude
quise dejar de creer
y no pude
y cuando pude dejar de vivir
no quise.
De rodillas y vulnerable
me entregué silencioso a vos
a tus deseos y designios
entendiendo que a tus pies
es cuando, en realidad,
sirvo,
a vos, al otro, a mí mismo.
Acompañame en este camino que has decidido para mí,
soy, parte de tu plan divino
y a tu plan me ciño
con amor, inteligencia
y sin miedo.
martes, septiembre 19, 2023
Sin aliento, otra vez, ante tus ojos
Hoy fue verte y perder el aliento
tal vez fue el tanto tiempo
que entre vernos y no, había pasado,
tal vez fue que el recuerdo
(que mentiroso siempre engaña)
el que hizo que en mis sueños,
yo creyera,
que es posible mirarte
y quedarme con aliento.
Tal vez es tu sonrisa
o el brillo en tus ojos
o lo cálido en tus manos
o el olor de tus abrazos
o compartir este camino en el que andamos,
y en el que somos,
profundamente compañeros.
Tal vez es que no puedo
dejar de pensarte y sonriendo
soñar el sueño perfecto
de que algún día
sin razones ni porqués,
al pensarme, quieras verme
y también sueñes
y sonrías.
sábado, septiembre 02, 2023
Mi lágrima y vos en mi sonrisa
por lo que el sol también se permitió un segundo para la escucha;
entonces la luna redonda y blanca
se posó y cantó suavecito una linda canción de cuna.
Y se durmieron las ansias
y se calmaron las angustias,
y las lágrimas rodaron hasta la boca
y sin darse cuenta siquiera,
transformaron toda pena en sonrisa.
Y miré por la ventana
y en la rama del viejo roble
que llena mi patio de crujientes hojas marrones,
hubo un colibrí que le dio sus colores al aire levantando vuelo
desapareció silencioso en algún lugar del camino.
Y pensé en vos
y en las estrellas
y en la luna
y en el colibrí
y en los sueños
y en el destino
y una lágrina furtiva me acarició el rostro
y al llegar a mi boca inquieta,
susurró tu nombre
y silencioso en algún lugar del camino
sin darme cuenta siquiera,
sonreí.