sábado, diciembre 23, 2006

En patas -- Poesía

Falta poco para todo y no por eso es cuestión de hacer todo a las apuradas
lo mejor es descalzarse tranquilo, llamar al tiempo por teléfono y contarle que uno,
sobre todo en estas fechas, anda medio retrasado.

Pasa que estamos cerca de navidad que comparte las mismas letras con vanidad;
también pasa que estamos llegando a fin de año y a pesar de ser un fin,
las mismas cosas siguen pasando y pareciera que nada nunca se renueva,
porque nosotros no encontramos como renovarnos.

Me gusta pensar que todo es posible y buscar que los sueños se realicen
que no haya imponderables, imperfectos, impedidos, impuestos, e imposibles
porque la vida existe solo para el que cree en ella, como la felicidad, como el amor.
Porque hay quienes pueden modificar su destino y hay quienes no pueden con su parte
por que la vida no es una si no la de todos y porque el amor es más que vos y yo.

!Adelante! Descalcensé todos que hoy vamos a andar en patas por la vida
y sentir la naturaleza bajo nuestros pies y a buscar nuestra raíz sin sentirnos aturdidos
ni desorientados o asustados o vergonzantes de ser de todos el animal más bello
que puede a pesar de todo hacer de esto que nos toca, un paraíso sin apuros ni remedios.

viernes, diciembre 22, 2006

Ultima Oportunidad -- Cuento

Estimad...
Apelo principalmente a su curiosidad en son de buscar un poco de comunicación, más en estas funestas épocas que la comunicación se hace más fácil por televisión que tet a tet, cara a cara, face to face, o como usted prefiera o elija. Usted ha sido elegid por la mano que nos conduce. No sé su sexo (verá que hay veces que faltan vocales que se lo determinarían), su edad, su nombre... es más, ni siquiera sé si ésta carta me será devuelta cosa para mí harto riesgosa, ya que si ésta carta vuelve, mi vida se irá o mejor dicho se la llevarán otra vez más.
Mi viaje había comenzado, como bien usted ignora, por la costa francesa del sur, la costa azul, el Mediterráneo (sabe que descubrí porque se llama así recién a los treinta y tres años), era todo más fácil en aquellas épocas, con mi título recién sacadito del horno institucional de la universidad especializada en viaje por el mundo sin meterse en bretes que lo aprieten, así iba yo sonriente comiendo olivas de los aceitunos a los costados de la senda; mi título aseguraba el bienestar de mi futuro resguardado en mi bolsillo trasero doblado en cuatro o seis partes, usted bien sabe que una carrera con título universitario es asegurarse la buena vida más adelante, pero quién piensa en más adelante cuando se cree en la vanguardia?, nadie, usted lo ha pensado y leído bien, nadie piensa en adelante cuando se cree en la vanguardia. Yo era joven inconsciente, tenía una vana felicidad de bolsillo que la llevaba a cuánto lugar fuere, sonreía grande, limpio y blanco con todos mis dientes, con toda mi boca. El viento marcaba mi rumbo, siempre y cuando yo estuviere de acuerdo con el destino, en dos palabras era libre. Desearía que esa dirección que adosé en el sobre realmente exista y que usted peque de curiosidad y a buena gana me conteste o sino estaré muerto otra vez y para siempre antes de lo que cualquiera imagina. Hasta yo mismo.
Hasta a mí mismo me cuesta trabajo darme cuenta que es lo que estoy haciendo aquí, ni siquiera en un principio había venido a pavear, mi Dr. de aquella época me había recomendado un viajecito como para calmar un poco a mi psiquis que parecía encontrarse, según él, mi Dr., en el mismo centro de la cuerda floja, no tanto a lo largo como a lo ancho, pero así de loco estaba, claro que estar acá me hizo mucho mejor, qué delicia! usted no imagina las aceitunas recién sacaditas del olivo a orillas de un mar mediterráneo, qué delicia! Usted no imagina... y ahora que mi vida corre la suerte del azar, me juego el partido en una sola carta, ojalá esa dirección, exista y usted sea curios.
Claro que también existe la posibilidad que exista la dirección y usted no sea curios, pero prefiero creer que a los necesitados también nos llegan y nos llevan los curiosos, dicen allí por sus tierra que alguna vez fueran mías que a cada chancho le llega su San Martín y espero que así sea con éste puerco que soy yo.
Ruego me disculpe pero acabo de darme cuenta que en mi necesidad de alguien que me entienda, no he explicado aún mi situación que se ha deformado de una forma que dios me libre y si mejor fuera que usted me libre.
La curiosidad y la carne no son nada a comparación del pecho, usted dirá pero al gato la curiosidad lo mata, usted dirá por la carne el carnívoro mata, pero el pecho... dentro del pecho se encuentra el destino de cada quién, persona mía. Fue cerca de Eslovaquia donde sin aceitunas el viento sopló hacia un lado y yo le seguí contra la voluntad de mi pecho, usted tendría que haber estado allí, yo ya estaba un poco más alejado de las aromas del mediterráneo ahora aspiraba el viento semi montañoso, que soplaba frío y estéril llevándome, trayéndome, caminando por paisajes secamente hermosos hechos por el pincel más suave del apocalipsis, qué delicia, qué paisajes, el sol se ponía y la noche se oponía, las nubes regaban nieve en las altura y a veces llegaba hasta los valles, hasta las costas y más tarde esas nieves llegarían a mí en forma de aroma de mujer, y usted dirá; pero qué aroma de mujer llega frío como la nieve? y yo le contesto, pues el aroma de mujer que trae el viento. Y como cantaba alguien alguna vez, contra viento y marea seguí el aroma, mi pecho latía gracias a la altitud, a la falta de oxígeno, a la emoción de encontrar en ese aroma, ese dulce aroma, a toda esa mujer que se hacia imagen en mis tiempos, en mis sueños, esa mujer que se hacía carne en cuanto mis ojos se cerraban y por desgracia mi pecho, esa cosa terrible se estremecía y temblaba feliz de la vida sintiéndola. Le juro que era como aquellas aceitunas, era ese mismo tipo de placer silencioso y traído de los pelos, casi un placer onanístico y unipersonal. Así recorrí varios kilómetros y a pesar que el viento me exigía otra dirección le hacía caso omiso, ya que mi pecho comprometido con la aroma y todos sus significantes, no desistía en la búsqueda de esa mujer que se había transformado en una dulce obsesión cuasi pasional.
Tres días con sus noches pasaron y yo montaña arriba me unía más y más a mi piel y a mis pensamientos, avanzaba, en dura y ardua tarea, avanzaba regido por mi nariz rogando que el viento no cambie... pero a la cuarta mañana, el destino fue trágico como siempre lo fue conmigo e hizo que el viento virase su rumbo por completo, qué desconsuelo tan grande, sentía esa desazón en el alma que es la peor de las desazones, sentía la pesadez en las piernas y los pies, rígidos como cubos de hielo seco, pensé que me congelaría y me moriría allí en ese instante, el sueño se había apoderado de mí, el cansancio era tremendo, recién ahí yo me había dado cuenta que en esos tres días y tres noches protegido por ese aroma, nada había dormido ni siquiera, un poquitín así.
Allí en ese risco después de gritar morí, sabe usted, allí morí. Recuerdo haber gritado algo, pero no recuerdo qué, recuerdo ver la parca acercarse con su vestido negro cubriéndole la cara y un palo largo en la mano ocultando su arma para chak! cortar con esto y pasar a otra historia. No recuerdo su rostro, cuando llegó a mi lado sacó su capucha y me besó, y bebí de su ardiente sangre, recuerdo haber muerto entre sus brazos y allí mismo renacer cuando me susurró sus últimas palabras a mi oído congelado, recuerdo que sonriendo morí. Debe ayudarme, si es que su dirección existe, si es que su curiosidad es fuerte y lee éstas líneas, debe ayudarme, verá que yo no tengo familiares, era huérfano de familia, sin padres que me quisieran adoptar por mi extraña situación mental, que a veces es un tanto heterogénea o volátil o que sé yo, siempre pensé que todos los nosotros estábamos locos pero cada cual a su manera.
Así fue entonces cómo morí en sus brazos, recuerdo que había una luz frente a mis ojos y que mi cuerpo frío ya no jodía, recuerdo que ese aroma me rodeaba y una paz absoluta me abrasaba dulcemente como veía en las plazas madres e hijos abrazarse...
Usted alguna vez debería probar las aceitunas del Mediterráneo, descubrirá que son harto sabrosas y que su carne vegetal verde como la esperanza o negras como el olvido, dan esas ansias de morir empachado. Desperté tarde, era de noche y las estrellas se asomaban dejando un cielo casi blanco brillante titilando como en la espera de mi alma, que pareció haberse arraigado a mi cuerpo y una mujer preparaba algo con olor a brosht en la salamandra alimentada por leños ardiendo que carraspeaban y explotaban a medida que el fuego se les acercaba al corazón y de sus cuerpos no quedaba más que blancas cenizas, quise moverme, sentarme, por dios que quise hacerlo, pero entumecido del pulgar del pie hasta la coronilla, que joder! ni un músculo respondía a las órdenes de un cerebro de neuronas congeladas calentando sus manitos en algún pensamiento pecaminoso. Claro que a pesar de haber muerto, disculpe esta breve confusión pero no puedo explicarlo de otra forma, yo no había muerto, claro que la parca que había visto en mis delirios era esa mujer que hacía brosht en la salamandra, apenas estaba vestida con un suave vestido que caía como la nieve allí afuera, moví mis labios y unos susurros escaparon, unos susurros que ni dios los hubiese comprendido, ella se acercó en silencio, y me acarició, no sabe usted con que dulzura esa mujer posó sus manos sobre mi cuerpo y me acarició, lloré como un niño, pero lloré sin lágrimas, gemí de dolor pero sin fuerzas, grité en silencio y transformé mi alma en un abrazo que no pudo hacerse carne, ella me miró con los ojos llenos de luz y allí perdí completamente la razón y al sentir ese aroma proviniendo de su piel... la amé como sólo se ama esa vez en la vida.
Ella hablaba un tosco eslovaco, o griego, o algunos de esos idiomas que hay que saberlos para entenderlos, que son tan difíciles y cerrados que ni siquiera la sospecha de algunos otros idiomas hacen a la comprensión mínima de lo que se está hablando, se puso de pie y en un bol de cerámica sirvió una gran cucharada de brosht, tomó una cuchara se sentó a mi lado y de a poco me iba dando de comer, dejando que la comida entre en mi boca, dándome tiempo para masticar como rumiante, y tragar. Me dio vino o algo así por el estilo, realmente no podía saborear bien los gustos ni los disgustos, pero recordaba las aceitunas e imaginaba comerlas, como ahora, que en cuanto atrapo algún insecto lo devoro con harto placer pensando en olivos y montañas y Mediterráneos.
Qué desdichado soy! Cómo me gustaría, si es que su dirección existe, no haberle metido en éste brete, pese a mis estudios, yo estoy metido en una que ni le cuento, o sí le cuento pero... mejor sería haberle prestado atención a algunos profesores; creo que estoy enloqueciendo más, ahora hasta me lamento no haber prestado atención en algunas clases, fíjese mi desdicha; le juro por lo que más yo quiero que es mi libertad, que si yo tuviese a alguien a quien recurrir, en usted ni siquiera hubiere pensado, pero no tengo a nadie porque nunca nadie me tuvo; no sabe lo difícil que es.
Ella me dio una paulatina mejora y hasta amor, sin saberlo me dio algo que nunca antes había tenido, amor. Me alimentaba, tres o cuatro veces por día, obviamente que apenas junté fuerzas yo cortaba leños e iba de caza, ella me había enseñado a cultivar algunas cosas y a pesar de hablar casi todo el día y reírnos a lo pavote, ni yo ni ella teníamos la mínima idea de lo que el otro estaba hablando, imaginé una vez que me hablaba de su infancia, porque abrazaba una muñeca y a veces reía, otras apenas lloraba, otras se quedaba viendo algún rincón, y callada y luego volvía a hablar y reír o llorar, como ríen los que recuerdan, como lloran los que recuerdan. Yo le había contado también muchas historias de correccionales y problemas legales que había tenido por ser un marginado, de las cantidades de veces que me habían violado, golpeado, torturado, tanto de un lado de la ley como del otro, le hablé de los robos y hasta le confesé un par de asesinatos, y sin embargo ella, me seguía amando, claro porque no le entendía ni jota, dirá usted con escepticismo y del otro lado, pero no, ella me amaba porque mi pasado no le importaba, sino más bien, a ella le importaba yo y a ahora, que era cuando estábamos juntos. Ja! linda publicidad me hago pidiendo ayuda diciéndole que he matado gente, robado y violado, pero sepa usted que ni la peor de las bestias y las injurias merecen el sufrimiento que sufre mi cuerpo y mi alma ahora, yo nací en injusticia y pude contra todo ser una persona legal, maté, claro que maté y más de una vez, pero casi todas fueron en defensa propia y las que no le juro que fueron por el bien de muchas otras personas que pudieron ser felices, robé para comer, como las empresas cobran por energía, como el dueño cobra porque otro ocupe ese lugar para vivir, como la religión, robé para comer, hasta que conseguí un empleo y nunca más robé a excepción de esas fantásticas aceitunas al costado de los caminos. No se deje engañar por mi pasado, pasados son pasados y todos nos hemos equivocado.
En fin, ella y yo casi nos entendíamos, por lo menos nos llamábamos toscamente por nuestros nombres, ella me decía Orje metiendo la e para adentro, acallándola casi, yo la llamaba Drusteva, así como suena. Hablábamos y seguíamos hablando, ya utilizábamos menos señas y hacíamos el amor cada vez que teníamos ganas y siempre siempre siempre era lindo, hermoso es más, ella decía algo que debería significar que me amaba y yo le decía que también y nos besábamos mucho. No puedo explicar que bien, que lindo, que feliz era todo, todo concurría en una perfecta armonía, una noche la recuerdo con su cabello marrón bañando su dulce perfil derecho y su hombro desnudo, con las puntas del cabello acariciando el endurecido pezón de un pecho justo y dulce como una pera, yo , como de la nada me puse a contarle mi viaje y como el aroma de ella me había atraído hasta la cima de esa montaña y después que el viento cambiara de dirección por completo, como ya le mencioné, caí tumbado al suelo casi muerto, esa historia le conté, viera usted que sonrisa se dibujó en sus labios mientras con su índice tocó mi nariz, sí!, con la suave uña de su índice tocó la punta de mi nariz, suavemente se señaló el pecho, y mientras hablaba lloraba felizmente moviendo los brazos como el viento y llegando con sus manos a su nariz para señalarme y besarme con un beso puro y jugoso. Espero que entienda lo que yo quise entender que para mí era lo obvio, nos besamos, repletos en alma y cuerpo, nos besamos con cada centímetro de nuestra vida y sonreíamos. Sólo faltaban las aceitunas, pero prometí que algún día las comería conmigo en algún ocaso del Mediterráneo. Todo era perfecto, como desearía que mi vida no dependiera ni de su dirección, ni del azar, ni de la curiosidad, como desearía haberle hecho caso a viento, como desearía haber omitido los designios de mi pecho que exigía seguir el aroma y encontrar la felicidad absoluta. Pero todo tiene un fin, y de los lamentos nada en concreto sale, unos hombres entraron en la casa de la montaña, en su casa, entraron con armas a ritmo de los disparos que asestaban uno a uno en los dulces pechos de ella que sangraban de amor y otras cosas.
Todavía no entiendo porque la mataron ni porque estoy encerrado en un pequeño cubo, trate de contactar gente de la embajada pero las cosa afuera del país funcionan como adentro y pese a mis gritos, a mi llanto, y a la poca cordura que me queda, al no tener a nadie, al no tener nada, nadie que reclame, nada que sea de peso, me omiten y por lo poco que entiendo, los disparos que escucho desde éste cubo sin ventanas todas las noches, son sacrificios de condenas de desamparados; por ahora mi único contacto con el mundo exterior era la comida que me dejaban en algún tiempo del día o de la noche, en la oscuridad toda noción es ridícula e irreal. Juro que ésta vez yo no fuí y he perdido muchas cosas sin siquiera saber por qué, necesito la ayuda, no quisiera morir acá, si usted, peca de curiosidad y el azar y usted me ayudan, vayamos juntos a comer aceitunas a orillas del mediterráneo.

lunes, diciembre 18, 2006

Pasear -- Poema

Hoy pude caminar en libertad,
por primera vez. De una manera suave
gentil y salvaje; fuera de todo tiempo,
de toda lógica, dentro de la ciudad
los edificios alumbraban y el asfalto refulgía,
el calor húmedo se pegaba entre la ropa y la piel
y el sol no paraba un minuto a descansar,
pero por libres, mis pasos paseaban pisando apenas.
Hablé con los oficiales, con la kiosquera,
con el poligrillo y con un perro atorrante que movía la cola
pidiendo un pedazo de pancho con mostaza.

Pasear es ir por el mismo lugar de siempre pero sin presiones,
sin el tictac del reloj marcando nuestro paso,
con el tictac del corazón guiando.

viernes, diciembre 15, 2006

Buen día nueva Vida. - Cosa

Que lindo cuando un ciclo se cumple
que lindo estar armado y fuerte para poder dejar atrás
un enorme pedazo de vida; y poder mirar hacia el horizonte
con amor y deseo mas no esperanza, ya no más espera para mi
esperando pasa el tiempo y nada se concreta
así que lleno mi morral de todo,
pongo pesado el paso del tiempo y la huella que dejó
bajo la planta de mis pies que solo avanzan y soportan
pongo en mi pecho a todos los que me acompañan y en las sienes
cargo con todos los que de alguna manera me acampanan
cargo en mis manos las caricias a dar y en mis labios los besos que daré
bajo mi piel guardo todos los besos, todas las caricias dadas
en mis retinas atesoro las sonrisas, las miradas y las cosas lindas y feas
que me eseñaron, formaron y transformaron en lo que ahora soy.

La vida es hermosa por todo lo que te da,
y a pesar que tarde o temprano te quite todo
uno nunca debe dejar de amarla, al fin y al cabo
lo que te quita es lo que te dio y nunca nada es para siempre.

lunes, diciembre 11, 2006

El pollo en el huevo a freír - Poesía

Justo ahora que entiendo todo lo que pasa en la vida,
la vida pasa por aquí sin siquiera dejar una huella, una nota
de adonde fue o de donde vino, que es lo que hizo o que buscaba aquí.

Ahora que mis manos están duras y que mis dedos reacios a la verdad
acarician la textura del tiempo insensible, consecuente y obseso,
ahora que mis pómulos secos no retienen la humedad de las lágrimas que caen
patinando hacia los labios rotos por esas palabras que nunca llegaron a ningún lado;
que estas largas orejas que por viejas se acercan al piso
y por tanta mentira y violencia fueron quedando sordas y aburridas,
ahora que el recuerdo es la única estigma que llevamos por cierto a donde vayamos
a pesar de ser algo que tenemos y guardamos solo por necesidad y conveniencia.

Ahora que creo que entiendo todo, puedo irme más tranquilo
sabiendo que a pesar de mi necesidad de mi, el mundo seguirá su rumbo
hacia donde lo llevemos, pese el incierto, a donde lo llevemos
sin promesas ni palabras, por que los hechos es lo que sucede
y lo que sucede es lo que hacemos pocas veces lo que hablamos.

Ahora que entiendo esto, es hora de calzarme la gabardina sobre los hombros
planchar el ala del sombrero frente a la frente y mirar el horizonte nuevo que se abre
tomar por el codo a la vida que me llama desde el vano de la puerta,
invitándome dedicada a pasear con la condición de no hablar de ella, si no de mi.

A pesar de estas claquelentas articulaciones y de los músculos rígidos,
y de la fatiga continua y de la necesidad de estar, ella me invita gentil
como no decirle que si! / con la misma suavidad de siempre
me recuerda en un dulce beso, que el horizonte que ahora espera
no necesitará de mi, tanto como de ustedes.

jueves, diciembre 07, 2006

El perro de cristo -- cosa

-El ponto de la concordia, de la cordura, el horizonte de lo ajeno y esa maldita costumbre de mirarse las palmas de las manos para recordar al que les dio la idea de tirar la piedra, y vergonzantes buscar mil excusas con tal de librarse de la responsabilidad de la sangre que mana, cae y culpa; y esconder la palma bajo los dedos que se cierran culposos por vergüenza, y apretando los labios verse y sentirse iracundos consigo mismos. Darse cuenta que la vida que logran es por las posibilidades que tienen al alcance de las manos y verlas y tratar de alcanzarlas o rechazarlas; y tratar de ver más allá, y entender un poco más y de darle vueltas y vueltas al ser, hasta encontrarse siempre en el mismo lugar. Cuál fue el camino que los llevó a esto? pues el camino que han elegido, el del mar de la concordia, de la cordura.
Será que hay otros caminos? Yo creo que si -y soltó su cola.

miércoles, diciembre 06, 2006

Reencuentro -- Cosa

Quisiera decirte que el tiempo no pasó, que todo anda como la buena costumbre sugiere y que el centro de mesa sigue siendo el mismo de antaño; que los poros del espejo no se llenaron de granos y que el viento que ulula allá afuera es el mismo que nos despeinaba el jopo cuando corríamos por la vida como locos, con las manos sudadas y la sonrisa a flor de piel. Me encantaría tener todo el tiempo del mundo para contarte el detalle de todo lo que vieron estos ojos, lo que escucharon estos oídos, lo que hicieron estas manos y en que caminos estos pies dejaron huella. Sabremos al vernos que es lo que pasa con el alma y cuanto de dolor y de felicidad aprendió el corazón. Claro que ambos sabemos que los deseos son esperanzas pero quiero que entiendas que la esperanza es el cáncer del que como vos, o como yo; gusta hacer para disfrutar, tener y creer.
El tiempo ha pasado indiscreto y sin pedir permiso, hizo lo que tenía que hacer y yo le seguí el ritmo, sin perderme entre sus tictaqueantes instantes que insanos a veces acorralan y acobardan. Por lo que qué puedo decirte más que hola, como estas? Tocar tus rasgos con las yemas de los dedos y tratar de reconocernos de alguna manera, al fin y al cabo después de tanto tiempo, hasta el agua más calma moldea a la piedra más fiera. Que lindo olerte y pensarte en estos lados, que lindo encontrarnos en este todo que andá a saber a donde va a ir a parar... Gracias a dios entiendo que somos los conductores de este azar, y por confiar en los míos y en vos, y por saber que confías en los tuyos y en mi, no existe el pánico del a donde vamos, si no más bien el goce del donde estamos.
Es hermoso que no veas el reloj y me mires a los ojos. El tiempo dejó de existir hace mucho.

miércoles, noviembre 29, 2006

Otro día -- Cosa

Somos capaces de no reconocer nuestras propias miserias
verlas de frente, e ignorarlas por completo
somos capaces de no reconocernos frente a un espejo
y mirar extrañados los movimientos del reflejo
como si este fuera otra persona.

Somos capaces de tantas cosas, y sin embargo
nos es imposible hallar el camino a la felicidad
seguramente sea por lo mismo que no reconocemos nuestras miserias
no lo sé, será mejor sacar la nariz de acá adentro
y salir a pasear un rato.

jueves, noviembre 23, 2006

Despedida -- Poesia


Dejame que te guarde en mi recuerdo como un lindo recuerdo. Dejame que me lleve en los párpados cerrados el sueño de haberte conocido, que se guarde en mi nariz el aroma que dejan tus pasos; la calidez de tu piel, y la musicalidad de tus labios. Dejame que me lleve de vos el mejor recuerdo de todos: El haberte conocido, simple y suave, como solo vos sabes ser.

miércoles, noviembre 22, 2006

Ventajero -- Poesía

Tengo la delicadeza de mirarte expectante
casi alucinado y al borde del yerro, tal vez,
solo por conveniencia

y escucho cada palabra que decís
y veo cada gesto que hacés
y entiendo cada mirada que echás
y descreo en esa sonrisa flácida y sin alma
que paseás por ahí sintiéndote dueño de todo.

Siempre tenés sonrisas, abrazos y si como no
para todos los que se te acercan, tal vez,
solo por conveniencia

y escuchás cada palabra que te dicen mientras hilás,
aprendés, pregenéas y estudiás los gestos ajenos
para corromper la naturalidad de los tuyos
y te desentendés de las miradas que quieren
simplemente conocerte y te paseas por ahí
esperando robarle al mundo esa oportunidad
que tanto andás buscando sin importar el costo.

Espero que atiendas, entiendas y aprendas
todo lo que necesites saber, antes que la vida vuelva,
y te deje mirando al norte.

lunes, noviembre 20, 2006

Presente -- poesía

Buen día señora vida
es lindo ver que se levanta
con las armas descargadas
y la sonrisa a flor de piel.

Es lindo verla bailando y brillando
de acá para allá como arca celestial,
posarse en las mil y un flores del jardín
y hacerle cosquillas a la muerte solo para que sonría

pase usted; siéntese conmigo y no haraganée
yo le cebo el mate mientras usted me cuenta,
le preparo un par nomás de tostadas con manteca
y si después le quedan ganas, salgamos a pasear.

Hoy se huelen en el aire todos sus aromas,
las nubes están coquetonas pintadas en un mil colores
y al sol que se asoma, se lo ve sonriente y libre
de cualquier tipo de asperezas con la noche.

Es lindo despertarme y tenerla
aunque sea tan solo un segundo
por que ese segundo de tenerla
es lo que ansié toda mi vida.

viernes, noviembre 17, 2006

Cumbancha -- Canción

Quiero lograr el deseo
de la mente libre y del más lindo sueño
pretender entender y querer
por que es importante amar y aprender
pelealrle a la impunidad
de aquel que apreta solo por vanidad
salir de este agujero
poniendole el pecho al miedo sin tiempo

Ohh, quiero que llegue el sol
Ohh, quiero que llegue el sol
Ohh, quiero que llegue el sol
Antes que el ocaso se ponga en nuestro corazón

Quiero ver tu sonrisa
dibujada en cada rincón
quiero ser de tus manos
la mejor estatua, la mejor moldura
llegar a la libertad
a través de mi lucha y manera al actuar
ver a la muerte cobarde,
antes que llegue y nos la dé por detrás.

Ohh, quiero que llegue el sol
Ohh, quiero que llegue el sol
Ohh, quiero que llegue el sol
Ohh, quiero que llegue el sol
Antes que el ocaso se ponga en nuestro corazón.

jueves, noviembre 16, 2006

El viento nos junta -- poesía

Hay veces que los vientos soplan huracanados
y en medio de la tormenta uno solo se pregunta
qué cuernos es lo que está pasando?
Pero la tormenta siempre es ajena a lo que nos pasa,
esta siempre está por fuera, en cambio adentro,
adentro lo de siempre; abismos.
Abismos plagados de esperanzas
que germinan bajo la tibia luz de la felicidad.
La desdicha (aquel malestar pasajero)
es solo viento rancio que trae aromas
que trémolos nos dejan al filo de ese abismo,
donde hoy ahora y por tal malestar,
ya todo es distinto, ya nada es igual,
salvo tus manos que cuando me tocan
me hacen sonreir pensando en las flores
que de esas esperanzas y de a poco
van creciendo y haciendose plantas.
Tal vez solo por buscar tu sonrisa o tu contento
es que te cuento todo esto, aunque claro también
tal vez sea para que tengas un segundo de reflexión
y que en tus labios otra sonrisa asome y desde tus ojos,
ilumines por siempre mi vida.

martes, noviembre 14, 2006

Hasta que el Ego me deje de nuevo -- Cosa

Bueno, renuncio. Renuncio al modo mediocre de seguir adelante; renuncio al miedo del no te metas, renuncio a la mala manera al equívoco necio, a la mala praxis, a la falsa honestidad y a la honestidad brutal también renuncio. Renuncio a la estupidez, a la inteligencia y a todas las reglas y aparatos de medición existentes sobre la tierra.
Renuncio al falso amor, a la falsa idolatría, a las religiones y a escoger un color entre todos los colores. Renuncio a la hipocresía y a los hipocráticos, a los hipódromos, a las hipodérmicas y a la hipocondría. Desdeño, desde ya y para siempre, al desdén y a la fatiga, a la mala templanza, a la mala leche y también a la desconfianza. Disgrego y separo lo que creo malo de lo bueno, y sentado en lo más alto del trono al que el ego me permite llegar, meo todo lo que se encuentre por debajo de mi cintura, incluyendo mis pies, y río... río desencajado y poseído como si mi espíritu anduviera endiablado por el exceso de necesidad corriendo por las venas. Y al fin y con suerte me libro, tal vez sin querer, al libertinaje más libérrimo y me interno sin porques en el lugar más lúgubre y oscuro del alma mientras corro desnudo y en círculos en el laberinto que en mi mismo he creado. Tal vez mañana todo haya pasado y mi ego me permita estar de vuelta, en el mismo trono, o lo más seguro que tal vez sea en otro, donde desde un nuevo lugar me permita decir y decidir cualquier barbaridad sin el menor tipo de tabú, ni desvergüenza, como si acá, nada hubiera pasado.
Al fin y al cabo, cuando la parca llegue vestida con su habitual vestido negro, nadie recordará el por qué de mis palabras y menos aún, el color de mi alma al desaparecer.

lunes, noviembre 13, 2006

Buscando tu Sonrisa -- a Adriana Gentile -- Poesía.

Es lindo que llores,
porque cuando tus ojos color cielo lloran,
las plantas y las flores creen que es lluvia cayendo,
y se relamen ansiosas por toda el agua rica que cae de tus ojos,
preparan en sus hojitas, los tenedores, las cucharas y cuchillos
y previo a ponerse la servilleta de babero
ya están pensando en que lindos y grandes
se van a poner sus retoños más tarde.

Es lindo que llores por que cuando dejás de llorar,
tus ojos cielo están refulgentes y turquesas;
los pájaros sueñan en perderse en tu mirar profundo
que mira al mundo de adentro hacia fuera
con el corazón lleno y el alma eterna.
Es lindo que llores cuando el llanto te viene de bien adentro
ya que así te sacás todas las impurezas.

Igualmente te digo,
que lo que si es feo feo y te hace ver horrible,
es cuando sin querer y sin motivo,
una lágrima desdibuja tu sonrisa
y pareciera entonces que se te marchitara el alma...
aunque para ser realista y sincero, gracias a dios,
eso casi nunca te pasa, seguramente sea por eso
que siempre estás tan hermosa y llena de luz.

viernes, noviembre 10, 2006

Belleza -- Poesía

No es que me engañen los ojos
ni que mis manos no te reconzcan
no es el tiempo que salvaje nos diezma
ni tampoco el falso orgullo que nos tienta
no es la necedad fiera y sin sentido
ni menos que menos la necesidad necia
no es locura, no es miedo, ni ingravidez por esas cosas
que me sientan frente a frente ante mi sombra
y me muestran que es lo que realmente es, de lo que no,
que es la luz, cuales las sombras, cual es el justo límite
entre lo que falta y sobra. Es que apenas entiendo
y puedo dar por cierto, que a pesar de lo que veo
aún no creo que los ángeles existan y bajen del cielo
para verme a los ojos como me estas mirando
tomarme la mano y entregarte a mi,
sin condiciones ni motivos
.

jueves, noviembre 09, 2006

Gracias -- Cosa

Que lindo lo bueno, que bueno lo no tan malo... lo lindo de la vida es que todos los hechos que se van sucediendo (algunos armados por nuestras manos, otros por las de dios), nos sirven como instrumentos para ser mejores y mejorarnos día tras día. Nuestros sueños están al alcance de la mano, solo hay que estirarse un poquitito para rozarlos; y si te esforzás, los atrapás; y si te deslomás, los dejás libres y son tuyos para siempre. Por suerte en mi vida la estabilidad se ha quedado corrompida y capitalista en la sala del living, hace tanto que no tengo turbulencias que ya casi no recuerdo lo que eran, pero creo que es más una cuestión de actitud, de creencias, de oportunidades. No recuerdo bien si era Oscar Wilde (si no era él pega en el palo) el que decía que "...la felicidad existe solo para el que cree en ella..."; como todo creo yo, para mi, las cosas que existen es por que creemos en ellas. En lo que no creemos, por más que lo veamos, lo tocamos y lo sintamos, no existe.
Por eso es que la vida me trata de una manera hermosa, puso en mi camino a unos sobrinos increíbles, una mujer buena, compañera y dulce, a mi hermana, mis hermanos y las familias que ellos trajeron y también tengo. Por ahora el camino de mi vida es en subida con algunas partes de llano y otras en bajada, digamos que en mi camino al cielo, la montaña que me tocó superar, esta llena de paisajes mágicos. No me queda más que agradecer a todo y a todos y seguir adelante, mostrando que aunque todo pueda parecer imposible, si se fijan bien, realmente está al alcance de la mano.

miércoles, noviembre 08, 2006

Donde estás? -- Poesía

Aquí, entre las sombras que me cobijan
Aquí donde la luz de tus ojos no llega
Aquí donde la soledad me aconseja
acercarme camuflado en el sigilo de la noche

Estoy aquí, cerca de tu corazón
sentilo latiendo desbocado
como desea escapar del pecho
y venir a latir en mi mano.

No hace falta la luz del día
para que me veas próximo,
sí la oscuridad es necesaria
para que sientas tu alma y la mía cercanas

Aquí entre las sombras es donde me escondo.
Dese aquí veo como recorres la noche con tu mirada
llenando de luz todo donde se posan tus ojos
por esto es que oculto mi mirada en lo oscuro,

ya que al ver mis ojos admirándote silencioso
verías y sabrías todo lo que por vos, siento.

martes, noviembre 07, 2006

Pensamiento de café -- Cuento Corto

Es domingo, la ciudad está gris, húmeda y solitaria, bajo los árboles apenas vestidos, viejas hojas se arremolinan y se agolpan sin sentido girando presas del viento que las rodea y nos rodea. Es una linda hora para salir a caminar y que la garúa bañe apenas, quitando de a poco las mugres que deja la tristeza.
Todos los domingos tienen ese dejo de no sé que, esa parcela de amor olvidada, esa rememoranza de nadas que consecutivas se persiguen los talones como una estigma. Las familias se juntan y sonríen al mediodía, antes que llegue la tarde llena de torta frita y mate caliente. Se espera siempre con impaciencia a que el día lunes tome la posta, aunque resignados esperamos el inexorable cambio, tratamos de no darnos cuenta del como la hora avanza hacia el momento de las brujas.
Después de las burbujas de la noche en que todo el movimiento se asió en el pensamiento y en los pelos revueltos del recuerdo, sin quererlo, ni darse cuenta, salir a caminar... con las manos hundidas en los bolsillos y la cabeza metida entre el cuello erguido del gamulán que protege y abriga. Hace un frío de volverse loco a pesar de estar en una de las primaveras más florecientes, bajo los árboles; las hojas siguen arremolinándose y la ciudad está húmeda y gris. Esto es lo que pasa en los domingos, indudablemente, uno se entrega al deja vu meláncolico y se entrega en la monotonía de pensar y sentir que ahora, que dios descansa, todo está en nuestras manos. Será cuestión de esperar un par de horas más y que en el calendario, un día le pase la posta al otro y así volver a la rutina, y olvidarse un rato que la vida es algo más que eso que pasa mientras nosotros nos desesperamos en vivirla.

lunes, noviembre 06, 2006

Leyendas Modernas -- Cuento Corto

Te cuento que estuve en Calafate, en el Chaltén y también en Ushuaia. Los paisajes son únicos y el frío para pañal descartable, anque los colores y el aire de montaña te hacen caminar como desgraciado por todos lados, el frío... bendito frío, te hace comer como huérfano del olvido y beber de la ubre de Baco sin ningún tipo de vergüenza... por lo que la estoy pasando en fiestas día tras día; a pesar de ir solo, estuve siempre con gente hermosa y con chicas que dios me aguarde.
Eso sí, descansé mis ánimos y mis descontentos, sopla apenas un viento de bullicio que en medio de tanto concreto es lo mismo que nada.
Vieras mi sonrisa y mi frente tranquila, en mis ojos tengo la mirada coqueta y paseandera, los días me llevan y me traen y gracias a dios, estoy de vuelta.
Los precios para comer eran zarpados de caros, más en Chaltén que es un lugar alejado del mundo, donde el Fitz Roy se caga de la risa de quien lo desafía; en Calafate a pesar de tantos hielos la gente es cálida y atenta... y Ushuaia; una ciudad tomada por la necesidad y urbanizada con necedad, se arraiga con el frío de sus fauces y come el corazón de los que nacieron allí, que odian ese suelo que pisan... salvo, los que llegan de afuera, los que vienen de otras partes del país y del mundo, ellos la quieren por ser una gran teta que los alimenta a fuerza de estados, fríos y mareas.
La pase de 11 en una escala del uno al diez, descanse, pasee camine y vencí a mis propios no
La vida es una cuestion de tezón, que no es lo mismo que la necedad.
Asi me fue, asi estoy. Siento en carne propia la vida enloquecida corriendo por mis venas... Por lo que no pienso regresar, avisales a todos por allí que si me ven, no seré yo al que estén viendo, si no más bien un simple croquis de lo que alguna vez fui.
Dile a mi mujer y a mis hijos que los amo, pero que encontré aquí, en mitad del cielo, las nubes y la montaña, donde está la verdadera vida!

A la semana encontraron el cuerpo del hombre colgando junto con un andinista japonés, a la margen del Aconcagua... dicen que ambos estaban queriendo hacer cima y por un error cayeron al vacío con tanta mala suerte de quedar colgando ambos de un risco sin poder hacer otra cosa que dejarse morir de a poco. Mientras los músculos se entumían, y el frío le penetraba cada vez más la piel y llegaba hasta su parte más honda, en su cabeza su mujer y sus hijos disfrutaban junto a él, una blanca navidad frente al hogar a leños.

viernes, noviembre 03, 2006

Hoy puede ser un gran día -- A anita

Así empieza y se llama una canción de Serrat. Dónde cabe la duda que hoy puede ser un gran día y que está en nuestras manos construir de a poquito lo que se nos viene, o hacia donde vamos? No es difícil estar preparado; solo hay que confiar en lo que sentimos, creer firmemente en lo que que pensamos, entender que vivimos equivocados y faltos de razón, siempre. Saber y entender que todo nuestro pasado nos avala y nos apoya, nos atiende, nos lleva a lugar seguro y hasta esta dispuesto a entregarnos toda sus sabiduría empírica, que es simplemente lo que somos. Por lo que no hay que entregarse al azar, si no más bien a la experiencia que se viene sucediendo y nos va formando, no solo como profesionales, si no también como mejores seres humanos. No te enredes en los dedos de la suerte, ni menos aún te duermas en ellos. Aunque la creas necesaria, aunque el cansancio te llene de fatigas y sueños, no esperes nada de la suerte. Toda la vida que uno carga en la espalda es mucho más útil que cualquier fortuito golpe de azar.

jueves, noviembre 02, 2006

Contrastes -- Poesía



Acá el día está todo celeste y risueño.
Desde la ventana: un sol enorme espía las mentiras
que a fuego lento se cocinan y evaporan allá afuera.

La ciudad nos traiciona cotidianamente,
estamos inmersos en su mundo de concreto y asfalto,
rodeados por miles de árboles enfermos
que no hacen más que pensar en el exilio y en sus raíces desarraigadas;
las palomas sordas ya del ruido citadino,
ponen huevos solitarios sobre nidos construidos
por implumes palomos arquitectos.

Vaya uno a saber por qué la mañana me despertó de esta manera,
silente, intrigada, llenando de respuestas mi cansada cabeza
el sol atravesará el cielo coqueto y tranquilo, mientras miles de pajaritos
cantarán a coro, mil y un canciones de pretexto y protesta.
Será un día difícil. Lindo, pero difícil,
preferiría irme a dormir y que ya sea sábado...

A pesar de todo hay algo que me regala una sonrisa
son las cosquillas que me provocan tus ojos
/al leer esta poesía.

miércoles, noviembre 01, 2006

Despertar -- Poesía

Tal vez estas ansias de quedarme inmerso en tus ojos
navegando a la deriva por las aguas de tu mirada,
hacen que me despierte lleno de esperanzas y expectativas.

Que con tal de ver tu sonrisa
capaz sería de sonreír hasta contagiarte
y que me sonrías y entonces sonreír sonriendo por tu sonrisa
/que coqueta sonríe, y contagia.

Tal vez sea por la música de tus palabras
que quiero escuchar tu voz poniendole melodía
a cada uno de tus pensamientos
y que sin querer ni esperarlo
de tus labios nazca el beso
prometido en tu mirada y en la mía,
que perdida en las mareas de tu alma,
navega feliz y a la deriva.

martes, octubre 31, 2006

Predicciones -- Cuento Corto

Hoy si que valía la pena despertarse temprano. Apenas el sol empezó a mostrar su faz dorada casi cobriza, el primer rayo al salir, le ralló la cara en hermosos y multicolores hases provocados por el amanecer y la persiana americana.
-Sí! - gritó en un salto saliendo de la cama. Bajo la ducha cantó "Singing in the rain" usando la esponja de micrófono. Mientras se lavaba el pelo y cantaba, sonrío recordando hace cuanto tiempo que no le entraba shampoo en los ojos. Recordó el ardor, el fuego hirviendo en los globos oculares... la desesperación imposible de no poder quitarse esa sensación ni con litros y litros de agua. -Qué suerte ser adulto...- susurró socarronamente, mientras se secaba con la toalla. Se miró al espejo y no quiso aceptar que los años pasaron por su rostro. Gesticuló frente a su reflejo, se miraba, miraba cada poro de su piel, se bajaba el párpado inferior derecho primero, el izquierdo después, acariciaba su mentón lampiño, miraba sus dientes, sus encías, su lengua, todo pasaba por un análisis exhaustivo de sí mismo. Quería recordar cada milímetro de su rostro para inmortalizarlo en su memoria.
Hoy era el día, todo se iba a dar como lo había soñado. Todo había sido tan real en su sueño que era imposible que pase cualquier otra cosa. Se vistió de a poco, metódico, eligiendo las medias por su color, por su textura, eligiendo la camisa frente a otro espejo, pensando " de qué color estoy hoy?", e intercambiaba una camisa sobre otra y sonreía, o fruncía el seño o apretaba los labios fuerte y se movía las orejas con las manos. El tiempo le sobraba en su mañana perfecta. Salió impecable, de punta en blanco; con alpargatas raídas, y al final sin medias, una camisa llena de colores cálidos, mangas cortas, cuello mao y sin bolsillo para el corazón. Hoy no guardaría nada en ningún lugar, hoy todo sería dar, entrega, pura entrega al mundo que lo rodeaba. Ni siquiera en sus bermudas azules flúo tenía un bolsillo donde guardar los cigarros que gustaba fumar, o el encendedor o los documentos. Nada, hoy no arrastraría nada encima, sería él, él limpio con el mundo, solamente se traería a sí mismo y se brindaría abierto, natural y lleno de confianza. Caminaba por las calles ancho y lleno de orgullo, sin querer desparramaba envidia donde pisaba, pero envidia de la buena, los niños lo miraban y sonreían, los perros lo olían y lamían su mano cuando él la tendía para acariciar sus cabezas buenamente.
El cielo estaba limpio y perfecto, hermosamente celeste, sin una sola nubecita, sin siquiera olor a tormenta, pero a pesar de esto, sabía que al momento indicado el cielo celeste y luminoso se iba a llenar de nubes negras y pesadas, que rayos eléctricos surcarían los negros nubarrones y caerían a la tierra agrietándola, sacudiéndola y que ésta se estremecería y al convulsionarse, desde la orilla del mar, grandes olas azotarían las costas, y abismos de tierra aparecerían entre vereda y vereda o a mitad de la cuadra o en cualquier lugar donde a la naturaleza le plazca. El caos dominaría todo y el mundo correría desesperado por doquier, sin lugar ni rumbo, sin mesura ni respeto, correrían alocados y desesperados como cucarachas buscando la salida, aunque ésta no fuera posible. Sabía que el mundo como se conocía se estaba viniendo abajo. Al demonio con todas esas frivolidades apocalípticas occidentales; con las viejas leyendas y con aquellos mitos que algún día, de algún modo, el mundo se acabaría. Quedaba claro que lo que se terminaría era el mundo conocido, pero no la tierra en sí, no la geoide masa de metales fundidos flotando en el infinito espacio. Todo acabaría hoy, si, de un momento a otro todo acabaría hoy. El lo sabía y aún así estaba feliz, había soñado en su sueño el fin, y a pesar de esto, sabía que igual sería su día, por lo que tomando al pie de la letra su sueño lo siguió casi paso por paso. Se acercó a la orilla del mar y se armó un cigarrillo de marihuana, lo encendió y se sentó en la arena húmeda a mirar el horizonte.
-Al fin te encuentro - escuchó tras él una hermosa voz, que aunque nueva le resultaba familiarmente conocida. Pitó su cigarrito y convidó.- no, no fumo, pero igual gracias.-
-No hay por qué...- dijo suave y le convidó con un espacio para que se sienten a mirar juntos.
-Que raro no, siento que te conozco desde siempre, aunque estás vestido de manera distinta.- él sonrió espiando apenas por el rabillo del ojo.
-Es cierto, - le respondió suave- preferí estar cómodo.
-Te entiendo, - conversó- a mi también me hubiese gustado ponerme algo distinto pero la verdad es que me quedaba tan lindo lo que tenía en el sueño que preferí ponerme esto.
-Te quedaba bien en el sueño, es verdad... aunque personalmente te queda mucho mejor...- sonrieron grande y lindo. Entrambos y de la nada se hizo una pausa, la brisa ululaba suavemente despeinándolos apenas. El cielo seguía celeste hasta el horizonte, solo viento suave y olas llegaban a la orilla sin anticipar absolutamente nada. - y que pensás? - preguntó seriamente.
- Es extraño conocerte hoy sabiendo que en cualquier momento, y sin por qué, pufff, todo se acaba. Pienso que la vida es irónica...- se abrazaron, se miraron a los ojos y en ambos pares había lágrimas de felicidad y tristeza.
- Yo también creo que es irónica,- resopló largando humo para volver a pitar- lo que al menos agradezco es haberte conocido antes que todo acabe, al menos el amor no será en nuestras almas una utopía.- sonrieron de nuevo entendiendo todo y se besaron en un beso que duró para siempre.

lunes, octubre 30, 2006

Distante? -- Poesía

Si son tus dedos los que responden
Si son tus ojos los que me leen
Si son tus labios los que me besan

Si son tus sueños los que se mezclan
con los mios mientras soñando te sueño
Entonces no importan los abismos

Ni las negaciones, ni las falsas malas mareas
no importan los puentes rotos, las balsas con agujeros
ni el cielo tormentoso en pleno mes de enero

Nada importa más en este mundo
que sentirte cerca aunque estés
del otro lado del planeta.

viernes, octubre 27, 2006

Sí a la tristeza. -- Poesía

La tristeza es un mal propio que aqueja y nos tortura,
somos nosotros quienes debemos perdonar a nuestras tristezas,
ellas nos enseñan que la vida tiene pies y cabeza,
tetas hermosas y un par de ojos que anque empañados ven
que a la vuelta de la esquina la sorpresa nos desvía y nos engaña
aunque sea tan solo por un mínimo segundo.

Nunca pido perdón por mi tristeza,
si me suplico perdón por creerla fea,
la vieras coquetona y llena de gracias,
como con su caricia me acompaña
hasta en la más gris de las soledades,

Hay veces que me sumerjo en ella
y nos sorbemos las almas de a poquito,
y nos amamos con los ojos, con las manos, con los tiempos,
y nos revolcamos entre las miserias y los sueños
y sin saber por qué en una lucha donde nadie nada,
una sonrisa escapa de su boca, como un agónico gemido,
y en un silencio se desvanece dentro mío,

A veces me siento al filo de la cornisa
a espiar los colectivos que llegan,
con la falsa esperanza que la tristeza baje de uno
y venga a visitarme aunque sea por un rato.

jueves, octubre 26, 2006

Estés donde estés, te espero -- Poesía

Vos a mi, podés hacerme lo que quieras
Porque sos buena en cada pelo, en cada uña
porque no hay lugar en toda vos
donde la maldad tenga lugar

Por eso al esperarte nunca desespero
si no más bien lo vivo cual si fuera dulce reposo
ya que bien sé que al liberarte de todo lo que te ocupa
voy a ser el primero al que beses sonriendo.

miércoles, octubre 25, 2006

Añoranza -- Poema

Que lindo el amor cuando esás cerca,
cuando tus manos me acarician suaves en mitad de la tormenta
cuando tus labios se posan en los mios como la abeja en la flor
cuando tu mano toma la mía y me lleva al paraíso de tu alma

Que lindo amor cuando estás cerca
por que tu cuerpo me hace de abrigo
y tus ojos marcan mi camino en plena oscuridad y silencio
y al tenerte próxima y sonriente
parece que la vida fuese algo lleno de hadas y duendes

Que lindo amor que estés
aunque miles de kilómetros nos separen
por que a pesar de estar lejos nuestros cuerpos
te tengo próxima en cada paso

Que lindo amor que existas
por que sin vos no existiría la eternidad ni la promesa
del siempre y para siempre de los siempres de los siempres
y mi vida sin vos simplemente, no sería vida

Que lindo amor amarte y que me ames
incondicional y sin motivos
aunque la muerte se coma los codos
o la vida se cague de la risa.

Gracias amor por amarme

viernes, octubre 20, 2006

Deja Vú? -- Cuento Corto

Desde el vano de la ventana miraba como se movía pequeñita la ciudad allí abajo. Desde el piso décimo todo parecía distante y distinto, las bocinas de los automóviles apenas se escuchaban como si fuera una mosca zumbando en algún lado de la habitación. Largó una larga bocanada de humo liviano que se alzaba al techo y agradecía su libertad. En el iris de sus ojos se reflejaban unas nubes paseanderas, la vecina de enfrente limpiando los cristales de su ventana, las cortinas bajas de otros departamentos y una pequeña luz incierta, de felicidad, melancolía, odio o algún sentimiento encontrado, brillaba como lucero en su mirada perdida. Aplastó el cigarro contra el marco de la ventana, tomó una silla que tenía por ahí cerca y la revoleó feroz contra el cristal que lo separaba de las distintas realidades que se vivían en ese lugar. El viento entró azotándole los cabellos hacia todos lados, sería la altura en la que estaba; sería su forma de hacer, ser y ver las cosas que al instante en que el último cristal caía desde la ventana hacia el abismo, echó a la fuga de la habitación que ocupaba, empezó a bajar las escaleras para llegar a la planta baja, pero ya de los demás departamentos de todos los pisos, más hombres o mujeres salían corriendo para ganar la escalera y llegar también a la planta baja. Acorde avanzaba y los pisos iban quedando atrás a modo de cuenta regresiva, más gente se aglomeraba en los pisos, en los palieres y pasillos, en cada escalón de cada escalera. Los ascensores se encontraban inútiles y dentro del edificio el chiflete corría sin frenos ni fronteras. A veces, por la presión que ponían todos al empujar para bajar más rápido, se generaban caóticas avalanchas humanas causales de heridos, peleas, gritos y confusión. La contrapartida subía desde la calle, miles de hombres pertenecientes a las fuerzas de seguridad, llegaban hasta la planta baja y trataban de controlar el cauce humanobestia desesperado que salía a modo de tromba anárquica y sin sentido. Los que primeros salían eran recibidos por la lluvia de vidrios rotos que caían desde todas las ventanas, de todos los pisos, de todo el edificio. La sangre empezaba a desparramarse como un secreto por la vereda y las ambulancias no paraban de ir y venir hasta el memorial hospital con heridos, algunos gravemente otros no tanto.
Los que quedaban ilesos pasaban al podio donde un señor elegantemente vestido, les daba un número y una llave; el ileso ganador levantó sus brazos y toda la tribuna aplaudía y vitoreaba a los que ilesos llegaban. Al más mínimo corte, quedaban descalificados, por lo que los médicos y jurados examinaban minuciosamente a cada competidor antes de entregarles el número y la llave.
Sonrió. Sonrió grande y lindo mientras veía caer los cristales como lluvia sobre el tránsito y los transheúntes, pitó su cigarro y largó una larga bocanada de humo liviano que se alzó al techo silencioso y misterioso. En el iris de sus ojos una pequeña luz incierta brillaba como lucero en su mirada perdida. Tomó sonriendo la silla que estaba por ahí cerca y se sentó en ella a mirar por la ventana y a imaginar; imaginar como sería todo si nada tuviese ni pies ni cabeza. Pitó por última vez su cigarro y lo apagó en el marco de la ventana mientras su mente volaba libre por ahí.

jueves, octubre 19, 2006

Vamos Vamos, afuera que es domingo -- Cosa

Salieron a respirar la primavera?
Se les ocurrió abrir la ventana y tirar toda la ropa al vacío?
Correr desnudos por ahí, sin lugar a donde ir pero correr...
correr libre sin problemas, aunque la ley por cada rincón los persiga
por andar por el mundo como dios nos trajo
sin vergüenzas ni tabúes?

Y por qué no lo hiciste? Qué te lleva a quedar detrás de ese sueño?
Las opiniones? Las comadres? Los comentarios?
Aún te fijas en esas cosas? Aún no eres tú mismo cuando estás en el baño?
No te postergues más, trata de ver tus ojos de frente al espejo,
no bajes la mirada, ni quedes callado frente a ti
obsérvate, hurga dentro tuyo y pregúntate por qué no lo haces?

Que aún no sea primavera es un buen motivo
pero que pierdas tu libertad de elección sólo por que la estación
no sea la que esperas, no tiene pies ni cabeza.
No siempre las cosas serán como quisieras
por eso debes seguir tras tus sueños, como la luna sigue a la tierra
incondicionalmente, ya que tus sueños son lo que te completan.

De qué sirve un sueño que solo se sueña?
No me respondas a mi, primero calla, después piensa,
si te quedas dormido al pensar, al despertar tu sueño se habrá acabado
no te dejes abandonado, que detrás del sueño va el deseo
atestado de posibilidades. Despierta que es domingo
y aunque haga frío allá afuera, es hora de salir corriendo.

miércoles, octubre 18, 2006

Razón -- Poema

Espero que puedas llegar a tiempo
que no te pierdas en el camino del olvido
que no haya demoras en el camino del recuerdo
que vuelvas con las manos, el alma y el corazón plenos

Espero que no te ofusques por las curvas y contracurvas
que no te canses en las subidas, ni te tropieces en las bajadas
que corras cuando puedas y camines cuando debas
que no te asuste el entorno, que no te creas eterna
que no sepas cuidarte, o que comprenderme no puedas

porque cuando no estoy con vos, solo busco encontrarte
porque cuando te encuentro, ya no estoy más solo
porque el camino es largo, no tiene fin ni principio, solo camino
camino solo hasta encontrarte y darte de mi, lo único que poseo
pero a vos pertenece. Espero puedas llegar a tiempo,
encontrarte, comprendernos y seguir el camino
yo con vos y vos conmigo.

martes, octubre 17, 2006

Plegaria para antes de dormir -- poesía

Mandame un beso con alas,
una sonrisa escondida adentro de una poesía,
mandame también un suspiro sincero,
una mano cálida que acarcie guíe y acompañe,
una campana que talantaneando acampane
el próximo peligro o la hora de la cena.

Mandame un poco de tu calor que parece suave y dulce,
mandame una mirada de esas; suaves y lindas, que hacen tanta falta.
Mandame otro beso con alas,
mandame todas estas cosas que siempre llegan sin avisar
y cuando uno menos se lo espera.

Dame un pedacito de tu magia,
que hoy sin magia estoy hecho pedazos
dame tu apoyo, tu sinceridad tu compañía,
y por favor, y por sobre todas las cosas te pido,
que mañana, sea otro día.

viernes, octubre 13, 2006

Patoapata -- Poema

Ya sabía yo
que de a poco
todo iba a empezar a tomar forma
que las miradas vergonzosas
que se cruzaban y escapaban
pronto
no iban a encontrar por qué huir
y una en otra,
una con otra,
se quedarían sumergidas.

que las palmas de las manos
sudadas y nerviosas,
iban a estar tranquilas
al momento de la caricia

que la sonrisa en tus labios
quedaría enquistada por siempre
simplemente por la felicidad
que este amor nos causa.

Ya sabía yo
que no iba a existir
para nosotros el imposible
sí el miedo,
la necesidad,
la resistencia,
la locura...

pero entendí
que a pesar de todo,
lo imposible para nosotros
estaría siempre
al alcance de nuestros actos

Sin saber por qué
al verte decidí
que iba a estar con vos por siempre
por más que las bestias del pasado
rompiesen todos los estatutos,
violasen todas las bases,
quemaran todas las naves.

Ya sabía yo que dios,
con propósito y gusto
nos hizo,
el uno para el otro.

jueves, octubre 12, 2006

Estar ser, parecer y perecer -- COSA

No creo que la vida sea una cuestion de estar, y las disposiciones las encuentro más cercanas al estar que al ser. Creo que el ser se hace haciendo no estando, la disposición a las cosas o la predisposición son sitios cómodos donde uno bebe a granel de la teta de la señora fortuna y aplaude a los conejos que salen de la galera de otrora. Existencialismo? Puede ser, pero primero siempre es hacer, y hacer significa movimiento y la magia es movimiento y movimiento es lo que somos. La fe no es algo que está, si no más bien que se construye con kilos y kilos de ignorancia y necesidad. Por esto es algo que se logra con hechos. Quien espera está confinado a que el resto haga y que las magias le pasen como a un espectador en el teatro, que aplaude al mago, que felicita a las palomas, sin nunca entender que el verdadero mago es quien aplaude, quien felicita.
Somos granos de arena en las manos de la vida. Hacer es lo que nos da existencia. No dejes a la magia sorprenderte.

miércoles, octubre 11, 2006

Pensamientos sin sangre en las venas. -- COSAS

Si me permiten, prefiero entregarme a la ignorancia, al instinto, a la necesidad, al amor, al punto más delicado que existe entre el espíritu y el alma, porque el espíritu es la parte cognitiva del alma, por que el alma es la magia del espíritu. Dónde soy? Pues en todos lados, en todos lados me represento, como un silencio, como un grito, como una cascada de risas bajando desde la montaña, como vapor de agua sublimándose al cielo, como piedra, como árbol que aún pelea, como hoja que renace, como el tiempo ausente.
Pueden encontrarme donde quieran, donde deseen buscar, donde los credos pierden la razón, donde la razón se entiende con fe. Es hermoso poder buscar en cualquier lugar y encontrarme, estoy más presente en los ojos que buscan que en los ojos que encuentran. No soy el imposible, ni tampoco el primero, ni el último, ni menos que menos el camino, pues no soy algo, pero puedo ser todo, estar en todo, suponer el todo y guardarlo, en la palma de mi mano.
Es por esto que no tengo reglas (serían injustas e innecesarias desde donde todo es posible), razón por la cual ya no hablo. Entendí que si todo abarcas todo entiendes, aunque hay quienes abarcan mucho y mucho es tan poquito en comparación al todo, que al fin, los que tanto abarcan mucho les falta para entender las reglas.
Las reglas se juzgan a partir de un todo y quienes no estén preparados para entender un todo, es imposible entonces que estén preparados para tener reglas. Cree las reglas solo para quienes las necesitan.
Yo nunca necesité una método, un modo, una manera, yo necesitaba nada, y nada tuve, y todo salió desde mi necesidad.
¿Podríamos decir que la necesidad nos hace quienes somos? Pues no, esto sería una regla y las reglas que se aplican a unos, no son reglas para otros.
¿De qué sirve al maestro que le digas educa si el maestro es maestro por educar?
Las reglas las hicieron las bestias para ordenar el caos en el que viven los que solo saben ser y creer que lo importante está al alcance de la mano, o que es invisible a los ojos.
No hay nada importante, simplemente todos formamos parte de un gran todo que todo lo abarca, desde lo más lejano y superficial hasta lo más profundo y oscuro de cada uno.

martes, octubre 10, 2006

Accion! -- Cosas

Sigan callando su verdad, sigan callando y apretando a las palabras entre los dientes para que nadie se entere que es lo que hay adentro de cada uno. Sigan apretando los párpados para no ver lo que pasa afuera, para que no vean lo que pasa adentro. Sigan ocultos detrás del velo oscuro constituido por jirones de desamor, miedos, desconfianzas, con retazos de venganza y especulación, sigan sumergidos en su mundo de fantasía, donde la verdad está bien de la boca para afuera pero dentro de vuestras fauces es un monstruo que todo lo asesina, sigan con esa falsa moral, con esa falsas necesidades que a nadie importan, que a nadie sirven.
Este mundo del que tanto nos quejamos es el mismo que construimos día tras día, es el que logramos con nuestro silencio cobarde de no decir no, de no decir ya basta, de no decir bien! adelante!
Un mundo cobarde y silencioso que aplaude pacato y sin sonido, que grita en un suspiro, que amenaza con veinte abogados y tres portafolios llenos de dinero.
Este mundo no es el que yo quiero. Así que de alguna manera salgo a gritar al balcón, a la terraza, a la calle, a la plaza al parque, gritando el grito más fuerte y dolido salido del corazón del alma.
Estamos en el punto sin retorno y en nuestras manos apenas hay lugar para un sorbo de agua, para acunar a alguna esperanza o bien al menos, para creer que todavía podemos hacer algo de nosotros mismos.

lunes, octubre 09, 2006

En la otra punta del puente, también estás.

En este sueño silencioso que existe entre ustedes y nosotros, hay un grito que nos junta y nos separa, que nos revuelca y nos revuelve y nos hunde y nos eleva. Este grito nos aturde, nos maneja, nos corrompe, nos extrae, nos atrae, nos llama, nos incita, nos excita, nos forma, nos deforma, transforma y moviliza, hasta ser la única pulsión y necesidad, como si fuera éste una mínima piedra cayendo en medio de un estanque quieto y silencioso formando ondas consecutivas, concéntricas y perdiódicas sobre la paz del estanque. En este sueño nos miramos confundidos unos a otros, a través de ese grito que nos posterga y a su vez, nos da la razón de ser.

Entrambos -- Poesía

Te amo por tu entrega, por tu sabor a victoria
porque cada rayo de sol que acaricia la tierra
me recuerda a tus manos que abrazan tan solo rozando
por que tienes más razones que mi corazón
que perdió la razón al conocerte y descubrirte
como si fueras una gota de rocío sobre la flor del oasis

Te amo por que necesito de vos mas que de mi vida misma
por que nada sería igual si no fuese por tu andar
por tu gracia, por tus piernas que nos llevan/ y tus ojos
que pergenian puentes hasta más allá de lo imposible
solo para hacer un camino que una tu alma y la mía
para siempre de los siempres de los siempres.

viernes, octubre 06, 2006

Soledades -- Cosas

Sorprende a veces como es que la soledad nos rodea. Que las sombras del conocimiento llegan apenas a la punta de los dedos pero estos no puedan tocar a algún alguien y transmitirle las tantas cosas que el corazón siente y desea sentir. Pareciera que todas las sombras esperan afuera y que no hay lugar donde abrigarse de tanto frío; entra pujante y con ganas la desperanza, eso que creímos alguna vez parte del olvido, ahora son fantasmas que pululan por las paredes mohosas del silencio, por los sórdidos pasillos de la reflexión en la trémola soledad.
Es paradójica la soledad que a todos lados nos acompaña, allí encontramos lo lindo de estar solo, solo con uno, con sus fantasmas, con sus aciertos y sus derrotas, con sus luces con sus sombras, con su modos maneras, pareceres y apreciaciones. Uno con uno, sólo uno, uno solo, donde no hay disfraces, ni pinturas, ni caretas, donde las preguntas son desvergonzadas y casi temerarias. El cara cara de uno con uno mismo; es aquí donde se reconfirma que está bien estar solo, cuando hay comunión de uno con uno y la soledad deja de ser soledad para ser compañía en sí misma.
Pero hay que entender también que somos humanos, seres que necesitamos compartir, quebrarnos, rehacernos y apoyarnos y también claro está, que nos usen de apoyo, para llegar a alcanzar la felicidad, aunque ésta también sea una hermosa utopía.

jueves, octubre 05, 2006

Akiyo sueño -- Cuento corto

Chino de nacimiento hasta que en el 02, por costumbre nomás, decidió cambiar su nacionalidad por Indio. Pero claro, el fervor del momento y la trascendencia del cambio hacía que él pequeño Akiyo no durmiera bien por las noches y que las mañanas se le hicieran más cortas debido a todo el tiempo que pasaba apoliyado de pie, posado con el hombro en el vano de la puerta cuando salía a trabajar. Un día, en uno de sus sueños recurrentes, soñó que por allí en otro lado del mundo estaba un muchacho sentado en su oficina hablando por teléfono con una mujer enigmática y distinta, que a su vez también estaba en su oficina, en otra parte de la ciudad, en otra parte del mundo; y uno le contaba a la otra que estaba contento por el nacimiento de una sobrina nueva en otra parte del mundo, en otra historia en el tiempo. Y ésta se ponía chocha de contenta, pero vaya a saber por qué y si dios supiera, pensó ella que él estaba triste por algún motivo bélico e hincha quinotos que sacudía con terror al mundo, mas estas cosas, a pesar de lo terribles que son, no eran devotas de la tristeza deste hombre, ni siquiera eran capaces de sacarle un lágrima perdida que sin saber donde ir en su mejilla, anida. Humanos somos, con más defectos que virtudes y poblamos cada palmo de ésta tierra, cada quien a su manera. Somos libres de creer y pensar, de disentir y amar, de desear los más hermoso o lo más terrible, no hay tristeza en la realidad, solo hay lugar para la realidad aquí adentro. Somos energía que fluye a su manera cada una, no debemos dejar que se interpongan en el camino hacia donde vamos ni ser quien se interpone en el camino de las otras.
Un soplo de viento le despeinó el jopo y un rayo de sol le dio justo en el ojo cerrado que se abrió despacito y soñoliento sin saber el porque, y a pesar que llegaba tarde a su trabajo, Akiyo sonrió grande y lindo y se alejó de su casa caminando despacio desde su China natal hacia su India de la esperanza...

martes, octubre 03, 2006

Deseos -- Cosas

Te deseo que andes con los pies apuntando con los gordos hacia el destino que espera, con la sonrisa fugaz aunque sincera y con un dejo de no se qué en la mirada. Tengo un montón de ganas de escuchar tu voz pero como ya es costumbre, las mareas van y vienen y las corrientes vaya uno a saber a donde nos lleven, igual tal vez, en algún silencio o en alguna esquina, haya un beso y una caricia esperando, y te sorprenda y estés entonces un poquito más tranquila.
Por estos lados el invierno acompaña coqueto y silencioso, apenas roza con su fría mano, los días pasan de largo y saludan cortesmente, y la vida se mete tan profundo adentro de uno que sonrío mirando al cielo, al suelo y a los edificios y a todo bicho que da vuelta... lástima que aún existan cosas a las cuales no podemos sacarnos de encima como viejos gamulanes, medias agujereadas y zapatos gastados, igual por suerte que hay cosas que no pueden sacárnoslas de encima ni con la más brava bravura o la más cortés de las simpatías.
En fin nada, solo escribirte para que escribas o tal vez y con suerte robarte una sonrisa, aunque claro, ésta para mi, se haya vuelto invisible.

lunes, octubre 02, 2006

El que espera desespera

Es tan raro esperarlos sin saber que van a llegar, uno no sabe si poner o no la pava al fuego, si orear el living comedor, si perfumarse o no, si ponerse ropa holgada y acostumbrada o acartonada y ya emancipada. No sé si bajar o subir, si ir al súper o no, no vaya a ser cosa que al salir justo lleguen, o llamen por teléfono, o llegue el cartero con unas de esas cartas que si no estas ahí al momento que llegan, después tenés que ir al correo a buscarla; y así el asunto empieza de nuevo. No sé, es terrible esta espera consin sentido, ver pasar el tiempo en la luna llena del reloj y que a este no le importe si quiera la rutina con la que se repite día tras día, desgastando los mismos minutos. Y la ansiedad escatológica, y el exceptisismo opíparo, y el manerismo, maldito manerismo, ese que se cuela en las psicologías de la gente y todos lo usan como religión. Que ganas de salir corriendo, de liberar esta angustia que apreta, este candado invisible que separa a los que esperan de los que son esperados, de quienes guardan y almacenan de los que dan sin causas motivos ni consecuencias, este candado que nos hace pensar en quienes somos y por que lo hacemos. Esperar es menester y mientras tanto nada se hace, en la espera todo se transforma, todo lo que pasa, pasa adentro de uno que piensa, que ve el tiempo en revolución allá afuera y mientras tanto uno solo espera, espera paciente viendo la gota que cotidiana escapa de la cañería, se asoma desde el grifo y empieza a querer romper sus raíces para desligarse del gran río que la formó y la hizo, y lucha y se estira hasta deformarse y cae, cae fugaz desde la canilla hasta la bacha, tal vez la emoción no dure mucho, pero si fue la única pizca de libertad que siente en su vida, y uno se proyecta hacia la gota de agua, el por qué? no hay nada para hacer. Solo esperar, esperar paciente a que la gota se despegue y saltar sonriente al la gota deseprenderse y ser libre. Libre por siempre de los siempres de los siempres. Abrir las ventanas gritando ya no más ya no espero! No espero por vos ni por vos ni por vos ni por vos tampoco, ya nadie vino, pues que nadie venga y yo saldré, saldré a buscar a cada uno de los que vienen y les avisare que ya no vengan, que yo estoy yendo, salgo. Al fin me suelto de la canilla y salgo corriendo por las calles de la ciudad, con lo que tenga puesto, a la libertad no le importa nuestro atuendo.
Corro gritando que ya no espero, que esperar es para los viejos que solo por la parca viven. Soy libre! grito mientras corro hacia el horizonte y un cartero abúlico se lleva el cheque de la pensión al correo dejando en la puerta un aviso de entrega fallida.

sábado, septiembre 30, 2006

Poema de Sin luces ni sombras

< ª
Recuerda soldado que lucha y que pelea
sin tener táctica o estrategia
muere antes de comenzada la guerra

si a un soldado que por lo que cree pelea
le agregamos pizca de inteligencia
tendremos al soldado que consigue lo que desea.

viernes, septiembre 29, 2006

Sunsescan! -- Cosa

No tengo ganas ni fuerza para seguir dando vueltas
hoy no, hoy me lo tomo con un poco más de paz
prefiero mirar por la ventana, escupir desde algún puente
mear algún arbolito en alguna plaza
mirar como pasan los pajaritos y como pían y como anidan
y no preocuparme en lo absoluto más por nada

Sacarme los zapatos desajustarme los nudos, soltar el cinturón
y acabar con las opresiones de todos los días
por que a pesar que hoy no tenga nada de especial
yo estoy especialmente lleno en las bolas
por eso es que me voy a relajar y a mirar el cielo
mientras la vida se interna en el loquero
y me libero de las cadenas y me cago de la risa.

Espero puedas sentarte conmigo.

lunes, septiembre 25, 2006

Cumbancha -- Canción

Quiero lograr el deseo
de la mente libre y del más lindo sueño
Pretender, entender y querer
que tan importante es amar y aprender
pelearle a la impunidad
de aquel que apreta solo por vanidad
salir de este agujero
poniéndole el pecho al miedo sin tiempo, no

Oh, quiero que llegue el sol
Oh, quiero que llegue el sol
Oh, quiero que llegue el sol
Antes que el acaso se ponga en nuestro corazón

Quiero ver tu sonrisa
dibujada en cada rincón
quiero ser de tus manos
la mejor estatua la mejor moldura
llegar a la libertad
a través de mi lucha y manera de actuar
ver a la muerte cobarde
Antes que llegue y nos dé por detrás

Oh, quiero que llegue el sol
Oh, quiero que llegue el sol
Oh, quiero que llegue el sol
Oh, quiero que llegue el sol
Antes que el acaso se ponga en nuestro corazón

viernes, septiembre 22, 2006

Una de amor -- Poesía -- ver más en Mayo

Me yergo indolente anque abatido
te entrego vergonzante la daga
con la que fui herido sin sentido
y nuestros miedos se visten de gala

Las lágrimas del alma que caen
no lavan las penas ni culpas logradas
y con el sentimiento en la nada
los ojos se buscan, se encuentran y deshacen

No siento vergüenza por la derrota,
si siento nostalgia por la sonrisa en tu boca
por el sol en tu frente y la mano caliente
que aunque furiosa y trémola siempre combate

No siento vergüenza por volver herido
solo temo que golpee la muerte mi puerta
y me lleve a sus mares llenos en suspiros
y que al puerto llegar, ya no haya un despertar

Y sin despertar no habrá mas miradas
de tus ojos mirando los míos en la mañana.
Morir, no es morir si aún estoy en tus brazos
por que vivir no es vivir, si no es amando.

jueves, septiembre 21, 2006

Verde montaña y cielo, son las cosas que yo pienso -- Cosas

Si sentiste alguna vez la ira subiendo por tu cuerpo, carcomiendo tu sistema nervioso central, doliéndote en las coyunturas de las manos electrificadas y en la cabeza la presión; y las cuerdas vocales turbadas por la consternación, y sentís el desaforado grito encerrado entre tus fauces apretadas, chirriando los dientes entre sí, sacando furiosas chispas de esmalte que vuelan hacia afuera de la boca y chocan como esquirlas contra las paredes que te encierran; y la respiración está agitada y sentís los latidos del corazón golpeando en tu pecho, en las muñecas y en las sienes; y en la mitad de la frente un río azul de vena se dibuja como una leve loma latente. Y entrás en pánico de vos mismo y el éxtasis de la euforia empieza a zozobrar y baila violenta la ira, jugando en tus párpados, haciendo guiños anárquicos, arrítimicos, la espalda crespa, y los pelos de tu cuerpo erizados y los pies apretados dentro de los zapatos por la furia que invade tu estómago revuelto, y sentís esa rara mezcla de poder e impotencia y todo está tan confuso que lo mas lógico es gritar y golpear y romper y llorar y correr aunque sea en círculos... por favor, andá al psiquiatra, rabino, cura o puta más cercana. Lo que hoy empieza así, vaya a saber uno donde puede terminar si no lo dirigís de alguna manera. No te creas capaz si te falta paz. Cuando te aturdas, respira un rato por la nariz, exhala por la boca, no pienses en nada y si en nada no podés pensar, pensá en otra cosa y dejate llevar, bajá la ansiedad, apagá el cigarrillo o lo que tengas en las manos, recuestate en el piso, respira suave mirá al cielo y date cuenta que de nada sirve la locura, la vida pasará igual; está en tus manos como pasarla.

miércoles, septiembre 20, 2006

Rehecho -- Cosa

Me obligo cada día a reinventarme, a crear de mi un ser mitológico y maravilloso, con cuernos de búfalo a veces, alas de Icaro y manos de Coquena. Me reinvento para reformarme y olvidar las huellas que el pasado deja; para verme a los ojos y reencontrarme con mis partes, la izquierda, la derecha, la oscura, la luminaria, la franca, la esquiva, la frontal, la traicionera; y me yergo frente a mi para antes de reinventarme por completo, y comienzo a presentar: Presento a las musas con los miedos, a los duendes con los muertos, a los fantasmas con los nonatos, y a los viejos entre si los presento en mi jardín (tal vez el más bello paisaje que encuentro en el ocio del paseo), donde se sientan y especulan calculando falaces las posibilidades que hay en los después desde el ahora, parametrado por un pasado que inexorable se diluye.
Me obligo a reinventarme tratando de olvidar lo más posible el pasado que pesa y llevo como mochila, preguntándome mientras canto como oración tal vez como mantra: "... de qué sirve lo que llevas? Sabés donde vas pero no sabés lo que es estar allí donde estés yendo, reiventate hoy que mañana nunca llega.

martes, septiembre 19, 2006

Cuento Ya Publicado 26/05 pero vale la pena leerlo de nuevo

ULTIMA OPORTUNIDAD

Estimad...Apelo principalmente a su curiosidad en son de buscar un poco de comunicación, más en estas funestas épocas que la comunicación se hace más fácil por televisión que tet a tet, cara a cara, face to face, o como usted prefiera o elija. Usted ha sido elegid por la mano que nos conduce. No sé su sexo (verá que hay veces que faltan vocales que se lo determinarían), su edad, su nombre... es más, ni siquiera sé si ésta carta me será devuelta cosa para mí harto riesgosa, ya que si ésta carta vuelve, mi vida se irá o mejor dicho se la llevarán otra vez más.Mi viaje había comenzado, como bien usted ignora, por la costa francesa del sur, la costa azul, el Mediterráneo (sabe que descubrí porque se llama así recién a los treinta y tres años), era todo más fácil en aquellas épocas, con mi título recién sacadito del horno institucional de la universidad especializada en viaje por el mundo sin meterse en bretes que lo aprieten, así iba yo sonriente comiendo olivas de los aceitunos a los costados de la senda; mi título aseguraba el bienestar de mi futuro resguardado en mi bolsillo trasero doblado en cuatro o seis partes, usted bien sabe que una carrera con título universitario es asegurarse la buena vida más adelante, pero quién piensa en más adelante cuando se cree en la vanguardia?, nadie, usted lo ha pensado y leído bien, nadie piensa en adelante cuando se cree en la vanguardia. Yo era joven inconsciente, tenía una vana felicidad de bolsillo que la llevaba a cuánto lugar fuere, sonreía grande, limpio y blanco con todos mis dientes, con toda mi boca. El viento marcaba mi rumbo, siempre y cuando yo estuviere de acuerdo con el destino, en dos palabras era libre. Desearía que esa dirección que adosé en el sobre realmente exista y que usted peque de curiosidad y a buena gana me conteste o sino estaré muerto otra vez y para siempre antes de lo que cualquiera imagina. Hasta yo mismo.Hasta a mí mismo me cuesta trabajo darme cuenta que es lo que estoy haciendo aquí, ni siquiera en un principio había venido a pavear, mi Dr. de aquella época me había recomendado un viajecito como para calmar un poco a mi psiquis que parecía encontrarse, según él, mi Dr., en el mismo centro de la cuerda floja, no tanto a lo largo como a lo ancho, pero así de loco estaba, claro que estar acá me hizo mucho mejor, qué delicia! usted no imagina las aceitunas recién sacaditas del olivo a orillas de un mar mediterráneo, qué delicia! Usted no imagina... y ahora que mi vida corre la suerte del azar, me juego el partido en una sola carta, ojalá esa dirección, exista y usted sea curios.Claro que también existe la posibilidad que exista la dirección y usted no sea curios, pero prefiero creer que a los necesitados también nos llegan y nos llevan los curiosos, dicen allí por sus tierra que alguna vez fueran mías que a cada chancho le llega su San Martín y espero que así sea con éste puerco que soy yo.Ruego me disculpe pero acabo de darme cuenta que en mi necesidad de alguien que me entienda, no he explicado aún mi situación que se ha deformado de una forma que dios me libre y si mejor fuera que usted me libre.La curiosidad y la carne no son nada a comparación del pecho, usted dirá pero al gato la curiosidad lo mata, usted dirá por la carne el carnívoro mata, pero el pecho... dentro del pecho se encuentra el destino de cada quién, persona mía. Fue cerca de Eslovaquia donde sin aceitunas el viento sopló hacia un lado y yo le seguí contra la voluntad de mi pecho, usted tendría que haber estado allí, yo ya estaba un poco más alejado de las aromas del mediterráneo ahora aspiraba el viento semi montañoso, que soplaba frío y estéril llevándome, trayéndome, caminando por paisajes secamente hermosos hechos por el pincel más suave del apocalipsis, qué delicia, qué paisajes, el sol se ponía y la noche se oponía, las nubes regaban nieve en las altura y a veces llegaba hasta los valles, hasta las costas y más tarde esas nieves llegarían a mí en forma de aroma de mujer, y usted dirá; pero qué aroma de mujer llega frío como la nieve? y yo le contesto, pues el aroma de mujer que trae el viento. Y como cantaba alguien alguna vez, contra viento y marea seguí el aroma, mi pecho latía gracias a la altitud, a la falta de oxígeno, a la emoción de encontrar en ese aroma, ese dulce aroma, a toda esa mujer que se hacia imagen en mis tiempos, en mis sueños, esa mujer que se hacía carne en cuanto mis ojos se cerraban y por desgracia mi pecho, esa cosa terrible se estremecía y temblaba feliz de la vida sintiéndola. Le juro que era como aquellas aceitunas, era ese mismo tipo de placer silencioso y traído de los pelos, casi un placer onanístico y unipersonal. Así recorrí varios kilómetros y a pesar que el viento me exigía otra dirección le hacía caso omiso, ya que mi pecho comprometido con la aroma y todos sus significantes, no desistía en la búsqueda de esa mujer que se había transformado en una dulce obsesión cuasi pasional.Tres días con sus noches pasaron y yo montaña arriba me unía más y más a mi piel y a mis pensamientos, avanzaba, en dura y ardua tarea, avanzaba regido por mi nariz rogando que el viento no cambie... pero a la cuarta mañana, el destino fue trágico como siempre lo fue conmigo e hizo que el viento virase su rumbo por completo, qué desconsuelo tan grande, sentía esa desazón en el alma que es la peor de las desazones, sentía la pesadez en las piernas y los pies, rígidos como cubos de hielo seco, pensé que me congelaría y me moriría allí en ese instante, el sueño se había apoderado de mí, el cansancio era tremendo, recién ahí yo me había dado cuenta que en esos tres días y tres noches protegido por ese aroma, nada había dormido ni siquiera, un poquitín así.Allí en ese risco después de gritar morí, sabe usted, allí morí. Recuerdo haber gritado algo, pero no recuerdo qué, recuerdo ver la parca acercarse con su vestido negro cubriéndole la cara y un palo largo en la mano ocultando su arma para chak! cortar con esto y pasar a otra historia. No recuerdo su rostro, cuando llegó a mi lado sacó su capucha y me besó, y bebí de su ardiente sangre, recuerdo haber muerto entre sus brazos y allí mismo renacer cuando me susurró sus últimas palabras a mi oído congelado, recuerdo que sonriendo morí. Debe ayudarme, si es que su dirección existe, si es que su curiosidad es fuerte y lee éstas líneas, debe ayudarme, verá que yo no tengo familiares, era huérfano de familia, sin padres que me quisieran adoptar por mi extraña situación mental, que a veces es un tanto heterogénea o volátil o que sé yo, siempre pensé que todos los nosotros estábamos locos pero cada cual a su manera.Así fue entonces cómo morí en sus brazos, recuerdo que había una luz frente a mis ojos y que mi cuerpo frío ya no jodía, recuerdo que ese aroma me rodeaba y una paz absoluta me abrasaba dulcemente como veía en las plazas madres e hijos abrazarse...Usted alguna vez debería probar las aceitunas del Mediterráneo, descubrirá que son harto sabrosas y que su carne vegetal verde como la esperanza o negras como el olvido, dan esas ansias de morir empachado. Desperté tarde, era de noche y las estrellas se asomaban dejando un cielo casi blanco brillante titilando como en la espera de mi alma, que pareció haberse arraigado a mi cuerpo y una mujer preparaba algo con olor a brosht en la salamandra alimentada por leños ardiendo que carraspeaban y explotaban a medida que el fuego se les acercaba al corazón y de sus cuerpos no quedaba más que blancas cenizas, quise moverme, sentarme, por dios que quise hacerlo, pero entumecido del pulgar del pie hasta la coronilla, que joder! ni un músculo respondía a las órdenes de un cerebro de neuronas congeladas calentando sus manitos en algún pensamiento pecaminoso. Claro que a pesar de haber muerto, disculpe esta breve confusión pero no puedo explicarlo de otra forma, yo no había muerto, claro que la parca que había visto en mis delirios era esa mujer que hacía brosht en la salamandra, apenas estaba vestida con un suave vestido que caía como la nieve allí afuera, moví mis labios y unos susurros escaparon, unos susurros que ni dios los hubiese comprendido, ella se acercó en silencio, y me acarició, no sabe usted con que dulzura esa mujer posó sus manos sobre mi cuerpo y me acarició, lloré como un niño, pero lloré sin lágrimas, gemí de dolor pero sin fuerzas, grité en silencio y transformé mi alma en un abrazo que no pudo hacerse carne, ella me miró con los ojos llenos de luz y allí perdí completamente la razón y al sentir ese aroma proviniendo de su piel... la amé como sólo se ama esa vez en la vida.Ella hablaba un tosco eslovaco, o griego, o algunos de esos idiomas que hay que saberlos para entenderlos, que son tan difíciles y cerrados que ni siquiera la sospecha de algunos otros idiomas hacen a la comprensión mínima de lo que se está hablando, se puso de pie y en un bol de cerámica sirvió una gran cucharada de brosht, tomó una cuchara se sentó a mi lado y de a poco me iba dando de comer, dejando que la comida entre en mi boca, dándome tiempo para masticar como rumiante, y tragar. Me dio vino o algo así por el estilo, realmente no podía saborear bien los gustos ni los disgustos, pero recordaba las aceitunas e imaginaba comerlas, como ahora, que en cuanto atrapo algún insecto lo devoro con harto placer pensando en olivos y montañas y Mediterráneos.Qué desdichado soy! Cómo me gustaría, si es que su dirección existe, no haberle metido en éste brete, pese a mis estudios, yo estoy metido en una que ni le cuento, o sí le cuento pero... mejor sería haberle prestado atención a algunos profesores; creo que estoy enloqueciendo más, ahora hasta me lamento no haber prestado atención en algunas clases, fíjese mi desdicha; le juro por lo que más yo quiero que es mi libertad, que si yo tuviese a alguien a quien recurrir, en usted ni siquiera hubiere pensado, pero no tengo a nadie porque nunca nadie me tuvo; no sabe lo difícil que es.Ella me dio una paulatina mejora y hasta amor, sin saberlo me dio algo que nunca antes había tenido, amor. Me alimentaba, tres o cuatro veces por día, obviamente que apenas junté fuerzas yo cortaba leños e iba de caza, ella me había enseñado a cultivar algunas cosas y a pesar de hablar casi todo el día y reírnos a lo pavote, ni yo ni ella teníamos la mínima idea de lo que el otro estaba hablando, imaginé una vez que me hablaba de su infancia, porque abrazaba una muñeca y a veces reía, otras apenas lloraba, otras se quedaba viendo algún rincón, y callada y luego volvía a hablar y reír o llorar, como ríen los que recuerdan, como lloran los que recuerdan. Yo le había contado también muchas historias de correccionales y problemas legales que había tenido por ser un marginado, de las cantidades de veces que me habían violado, golpeado, torturado, tanto de un lado de la ley como del otro, le hablé de los robos y hasta le confesé un par de asesinatos, y sin embargo ella, me seguía amando, claro porque no le entendía ni jota, dirá usted con escepticismo y del otro lado, pero no, ella me amaba porque mi pasado no le importaba, sino más bien, a ella le importaba yo y a ahora, que era cuando estábamos juntos. Ja! linda publicidad me hago pidiendo ayuda diciéndole que he matado gente, robado y violado, pero sepa usted que ni la peor de las bestias y las injurias merecen el sufrimiento que sufre mi cuerpo y mi alma ahora, yo nací en injusticia y pude contra todo ser una persona legal, maté, claro que maté y más de una vez, pero casi todas fueron en defensa propia y las que no le juro que fueron por el bien de muchas otras personas que pudieron ser felices, robé para comer, como las empresas cobran por energía, como el dueño cobra porque otro ocupe ese lugar para vivir, como la religión, robé para comer, hasta que conseguí un empleo y nunca más robé a excepción de esas fantásticas aceitunas al costado de los caminos. No se deje engañar por mi pasado, pasados son pasados y todos nos hemos equivocado.En fin, ella y yo casi nos entendíamos, por lo menos nos llamábamos toscamente por nuestros nombres, ella me decía Orje metiendo la e para adentro, acallándola casi, yo la llamaba Drusteva, así como suena. Hablábamos y seguíamos hablando, ya utilizábamos menos señas y hacíamos el amor cada vez que teníamos ganas y siempre siempre siempre era lindo, hermoso es más, ella decía algo que debería significar que me amaba y yo le decía que también y nos besábamos mucho. No puedo explicar que bien, que lindo, que feliz era todo, todo concurría en una perfecta armonía, una noche la recuerdo con su cabello marrón bañando su dulce perfil derecho y su hombro desnudo, con las puntas del cabello acariciando el endurecido pezón de un pecho justo y dulce como una pera, yo , como de la nada me puse a contarle mi viaje y como el aroma de ella me había atraído hasta la cima de esa montaña y después que el viento cambiara de dirección por completo, como ya le mencioné, caí tumbado al suelo casi muerto, esa historia le conté, viera usted que sonrisa se dibujó en sus labios mientras con su índice tocó mi nariz, sí!, con la suave uña de su índice tocó la punta de mi nariz, suavemente se señaló el pecho, y mientras hablaba lloraba felizmente moviendo los brazos como el viento y llegando con sus manos a su nariz para señalarme y besarme con un beso puro y jugoso. Espero que entienda lo que yo quise entender que para mí era lo obvio, nos besamos, repletos en alma y cuerpo, nos besamos con cada centímetro de nuestra vida y sonreíamos. Sólo faltaban las aceitunas, pero prometí que algún día las comería conmigo en algún ocaso del Mediterráneo. Todo era perfecto, como desearía que mi vida no dependiera ni de su dirección, ni del azar, ni de la curiosidad, como desearía haberle hecho caso a viento, como desearía haber omitido los designios de mi pecho que exigía seguir el aroma y encontrar la felicidad absoluta. Pero todo tiene un fin, y de los lamentos nada en concreto sale, unos hombres entraron en la casa de la montaña, en su casa, entraron con armas a ritmo de los disparos que asestaban uno a uno en los dulces pechos de ella que sangraban de amor y otras cosas.Todavía no entiendo porque la mataron ni porque estoy encerrado en un pequeño cubo, trate de contactar gente de la embajada pero las cosa afuera del país funcionan como adentro y pese a mis gritos, a mi llanto, y a la poca cordura que me queda, al no tener a nadie, al no tener nada, nadie que reclame, nada que sea de peso, me omiten y por lo poco que entiendo, los disparos que escucho desde éste cubo sin ventanas todas las noches, son sacrificios de condenas de desamparados; por ahora mi único contacto con el mundo exterior era la comida que me dejaban en algún tiempo del día o de la noche, en la oscuridad toda noción es ridícula e irreal. Juro que ésta vez yo no fuí y he perdido muchas cosas sin siquiera saber por qué, necesito la ayuda, no quisiera morir acá, si usted, peca de curiosidad y el azar y usted me ayudan, vayamos juntos a comer aceitunas a orillas del mediterráneo.

lunes, septiembre 18, 2006

Lunes -- Poema

Maldito lunes, flácido lunes
espantapájaros de los deseos
flagelador de posibilidades
aullador solitario y responsable
confinador del principio
cero absoluto en la semana
confuso día que ni siquiera sabe
si es primero o segundo
en la loca carrera del tiempo

Lunes, maldito lunes.

Vampiro de las fuerzas
pareciera que los lunes fueran
solo una consecuencia
del bendito domingo
donde todo es descanso y paz
tanta paz tanto descanso
que los mas sensibles caen
como hojas de otoño
ante los pies de la quietud
de la desolación profunda

Lunes, maldito lunes
la semana se pone su oberol
cuando vos llegas al almanaque
y yo me pregunto que es lo que pasa
por que sos el elegido para tales incordios
cuando es que con la vara te escogieron
como eso que a nadie importa
pero a todos incomoda?

Maldito bicho, maldito lunes
si pudiera sacarle un día a la semana
serías vos al que rajara
lunes maldito no solo yo te aboliría
aunque quede rengo el calendario
no sabría como demostrar mi alegría
por haberte abolido, maldito lunes.

jueves, septiembre 14, 2006

Entregado -- Poema -- a Laura Panzillo

Vos a mi podes hacerme lo que quieras
porque sos buena en cada pelo en cada uña
porque no hay lugar en toda vos
donde la maldad tenga lugar

Por eso esperarte no es desesperarme
si no más bien dulce reposo
Porque sé que al desocuparte
Voy a ser el primero al que beses sonriendo

miércoles, septiembre 13, 2006

Remolinos -- Cosas

Trepa cansino por los costados de la cara hasta quedar asido del pómulo prominente y aburrido, los párpados pesan e inexorablemente, llega a los ojos que inyectados en sangre dibujando sobre los globos oculares telarañas que desfiguran el rostro con el cansancio en tintes violaceos que como bolsas caen debajo de los ojos. El cuerpo que pesa y las manos que torpes se entremezclan entre la realidad y el deseo, el pensamiento que se aletarga como el atardecer animoso en colores y ese fuego incandecente que va desapareciendo tras el horizonte, inocente y silencioso como la hora de la siesta.
Un paso mas allá de esto, está el delirio, la inconciencia plena, el lugar donde todo es significante, donde la gota del agua puede ser el verbo o la cascada, la lluvia o el mar donde se navega o se ahoga. La vigilia golpea en los párpados y todo se sume en un absoluto sopor, ni siquiera existe en la imaginación que hora pueda llegar a ser, igual no importa, en el mundo de hoy no hay horarios para el cansancio, pero si para el descanso.

martes, septiembre 12, 2006

Rincones -- Cosas

Por un momento casi me asusto, pero al final no. Para qué? Si al fin y al cabo me asuste o no, las cosas son y serán lo mismo. Los fantasmas, los ladrones, la mala suerte, la buena, las mil y un magias de las formas y maneras, todo tiene el sentido que le damos o encontramos; entonces dije para qué? Para qué perder el tiempo precioso que la vida me vende y a precio alto, si al fin y al cabo las cosas siguen siendo lo que fueron, lo que son... No, no voy a regalarme a estar asustado y agazapado en un rincón oscuro donde no me vean, para qué? con qué sentido? Si de cabo a rabo las cosas son como son, unánimes y absolutas.
No me voy a molestar en seguir acá pensando en que tal vez esas sombras que danzan quejumbrosas casi casi sin hacer ruido puedan opacar los sentires de mi existencia. No, no voy a aguantar esta situación como si fuera un mancebo o un placebo o simplemente un juego de las cosas que son por que son, que son como son. No voy a permitirme silencios incordiosos y trémolos, de sudores fríos de duda y desesperación. No voy a permitir que me falte la respuesta al momento que esta tiene significancia y efecto. No. Ni siquiera puedo permitirme quedarme estático y vacío de la falta de generosidad que la vida ofrece en todos sus sinsabores, en todo su abanico multicolor. Es solo cuestión de elegir, de ver entre todas las opciones que existen; en que creo, en que no; y darme a entender que lo elegido es lo correcto para ahora; por que ahora decido con todos los miedos que debo, aunque no pueda, dejar atrás. No, no puedo entregarme sólo por la carencia de valor a decir no, hasta aqui haz llegado. Al fin y al cabo desde acá solo son sombras las que me rondan como fantasmas silentes y amenazantes, obrando como los fantasmas deben y tienen que obrar, dentro de cada uno, dentro de cada posibilidad.
No me voy a entregar al miedo, ni a la quietud ni a la falsa esperanza, apenas junte fuerzas saldré con el puño en alto a decir ya basta, aunque este exceso de coraje, se amonede con la vida.