lunes, octubre 09, 2006

En la otra punta del puente, también estás.

En este sueño silencioso que existe entre ustedes y nosotros, hay un grito que nos junta y nos separa, que nos revuelca y nos revuelve y nos hunde y nos eleva. Este grito nos aturde, nos maneja, nos corrompe, nos extrae, nos atrae, nos llama, nos incita, nos excita, nos forma, nos deforma, transforma y moviliza, hasta ser la única pulsión y necesidad, como si fuera éste una mínima piedra cayendo en medio de un estanque quieto y silencioso formando ondas consecutivas, concéntricas y perdiódicas sobre la paz del estanque. En este sueño nos miramos confundidos unos a otros, a través de ese grito que nos posterga y a su vez, nos da la razón de ser.

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