martes, septiembre 12, 2006

Rincones -- Cosas

Por un momento casi me asusto, pero al final no. Para qué? Si al fin y al cabo me asuste o no, las cosas son y serán lo mismo. Los fantasmas, los ladrones, la mala suerte, la buena, las mil y un magias de las formas y maneras, todo tiene el sentido que le damos o encontramos; entonces dije para qué? Para qué perder el tiempo precioso que la vida me vende y a precio alto, si al fin y al cabo las cosas siguen siendo lo que fueron, lo que son... No, no voy a regalarme a estar asustado y agazapado en un rincón oscuro donde no me vean, para qué? con qué sentido? Si de cabo a rabo las cosas son como son, unánimes y absolutas.
No me voy a molestar en seguir acá pensando en que tal vez esas sombras que danzan quejumbrosas casi casi sin hacer ruido puedan opacar los sentires de mi existencia. No, no voy a aguantar esta situación como si fuera un mancebo o un placebo o simplemente un juego de las cosas que son por que son, que son como son. No voy a permitirme silencios incordiosos y trémolos, de sudores fríos de duda y desesperación. No voy a permitir que me falte la respuesta al momento que esta tiene significancia y efecto. No. Ni siquiera puedo permitirme quedarme estático y vacío de la falta de generosidad que la vida ofrece en todos sus sinsabores, en todo su abanico multicolor. Es solo cuestión de elegir, de ver entre todas las opciones que existen; en que creo, en que no; y darme a entender que lo elegido es lo correcto para ahora; por que ahora decido con todos los miedos que debo, aunque no pueda, dejar atrás. No, no puedo entregarme sólo por la carencia de valor a decir no, hasta aqui haz llegado. Al fin y al cabo desde acá solo son sombras las que me rondan como fantasmas silentes y amenazantes, obrando como los fantasmas deben y tienen que obrar, dentro de cada uno, dentro de cada posibilidad.
No me voy a entregar al miedo, ni a la quietud ni a la falsa esperanza, apenas junte fuerzas saldré con el puño en alto a decir ya basta, aunque este exceso de coraje, se amonede con la vida.

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