Me pedís que resigne,
que abandone,
que deje detrás
tanto de mi
Me pedís que no siga
que deje caer los brazos
que nada me importe
me estás pidiendo que olvide,
y todo esto me lo pedís
sabiendo que aunque muerto
mis pies se afirman al suelo
y mis rodillas no se postran
ante el doble filo de ninguna espada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario