jueves, abril 18, 2013

Vampiro trasdiurno -- Poema

Antes que saliera el sol
y los primeros rayos
se hundan en mi carne seca
decidí postrarme cerca
de mi tumba y mi pradera.

Dentro de un hueco tronco
donde la luz solar no llega
hice mi madriguera
pues morir ya una vez
es suficiente para cualquiera.

No pude conciliar el sueño
¡Quién lo imaginaría!
Sucediera lo que sucediera
por más pequeño que fuera
terror absoluto era.

El trinar de un pajarillo,
el balar de una vieja cabra
todo lo que sonará afuera
me espabilaba de tal manera
que los ojos se salían de sus cuencas.

Por suerte graznó el cuervo
que es quien avisa el atardecer
y pude salir de mi cueva
salvaje, hambriento de sangre
pero con un sueño de otro planeta.

La noche es mi compañera
es quien oculta mi ser improbable
sacía mi necesidad necia
de sembrar el terror en las almas
de quienes menos se lo esperan.

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