El sol se asoma y nos promete alguna aventura,
despiértanse el buey, el hombre, el trigal y el molino,
ahuyenta a las sombras, propone un nuevo destino
a todo el que quiera, al triste ayer, darle cura.
Quien sea mortal se encontró que la vida es dura
que también hay gristeza en quien vuela, ÿ en su trino;
que del duelo y del fin, no escapa ni lo divino
y aun buscando cordura solo se halla locura.
Cuando la vida aprieta y te lleva al abismo
parece ser imposible que encuentres la calma
si hay entre el cómo y el qué, un inapelable “ismo”.
Busca el hilo invisible que une el cuerpo y el alma
es un rayo de amor que brilla y vibra en vos mismo
que da paz a tu mente y a tus huesos ensalma.
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