domingo, abril 30, 2006

XXVIII -- Poema de ..."Albricias y Menudencias de las coyunturas navegando entre cotidaneidades y zurruscos"...

Existen para los chicos derechos que los cuidan
y hombres, de distintas medidas, que los descuidan
entre los chicos existe también, por lástima,
el hambre, la miseria, la barbarie,
y su sangre carga, un amargo sabor
a dulce inocencia

aprender a matar para ellos es tan sólo
un sano e inocente juego que juegan sin matar
en sus manos, sólo caben, ilusiones del tamaño del universo
sus ojos capturan la fascinación del silencio
y en sus labios la pregunta más remota
ha desarmado en mil pedazos a toda ciencia uniforme
consistente, irrompible e incorruptible

no se puede eludirlos, ni mirar para otro lado
están por donde sea, naciendo jugando y creciendo,
como lindos energúmenos llenos de cuestiones y dilemas

en sus brazos todo es un abrazo y en sus miradas
el futuro huele a torta de chocolate con cremas y frutillas,
sus sueños se basan en ser ellos mismos pero más grandes,
en sus pequeñas cabezas apenas les entra la idea
de hacer las cosas con o por maldad

que cuando roban, mienten, lastiman,
lo hacen por miedo o sin darse cuenta
que de todo aprenden un poquito
y es por eso hay que ir siempre con cuidado
prestando atención en lo que uno hace,
porque es de nosotros
de donde ellos sacan
las feas formas y las malas ideas

si uno para un minuto y mira de frente al pasado
se ve a uno mismo como energúmeno trabajando de niño
con las manos chiquitas
y los cachetes rozagantes
agitados y cansados
de tanto andar correteando por doquier
sin importar con quién

si uno para un instante
y mira de frente al presente
se ve a uno mismo como energúmeno trabajando como adulto
con las manos entrenadas pero cansadas
y los cachetes, que con el tiempo,
se transformaron en caídas mejillas;
correteando por todos lados
entre multitudes de álguienes
que ni siquiera saben a donde van

y si uno pudiera parar al tiempo
y viera al futuro de frente
un rancio sabor le caería y ya no haría más estupideces
que complique el futuro a los chicos
como alguna vez los grandes y nosotros, nos hicimos

pero claro que nadie puede sacarle su magia,
nadie puede robarle el alma a un niño
sin primero uno mismo no serlo,
aunque cuando uno es chico, la comparte,
y no le interesa robarla

no podremos nunca impedir que lloren, caigan, sufran y mueran,
pero si podemos hacer que rían cuando quieran,
se levanten cuando caigan, gocen cuando sea,
y siendo así, simplemente ellos,
sin los nuestros problemas,
libres y sanos crezcan.

No hay comentarios.: