sábado, abril 02, 2011

Ex combatiente -- Poema

En la oscuridad más absurda
surcada por luces sonoras.
En la soledad de la trinchera
donde no iluminan las estrellas
con los ojos vacíos al infinito viendo
lleva una foto tatuada en el alma
de la familia que amante espera,
su seño sin vida muestra
que ya más nunca volverá
a estar cerca de sus rostros
entre sus manos, en sus ojos
abrazado en sus sonrisas.

La foto real está
por el tiempo comida
por el fuego quemada
por lágrimas lavada
de sangre empapada
ya no se ve quien
es quien en el retrato.

Pensar.

Esta es la consecuencia
de la decisión de un hombre ambicioso
que sentado en un sillón
señaló al azar un pelotón
y los envío a luchar solo
sin apoyo ni compañía
sin recursos pero con la osadía
de hacer brillar lo que sentían
de ser y seguir siendo
orgullosamente argentinos.

La foto y la desesperanza
lo acompañaron hasta el fin,
llevó su pasión a ultranza
al morir en campo enemigo
torturado hasta decir basta
no confesó secreto alguno
ni de su boca escapó un pero
ni aún cuando la tortura
le arrebató el último aliento.

Luchó y murió por su patria
y eso siempre lo recuerdo
con tristeza (esto es claro)
ya que la muerte de un hombre bueno
siempre es pérdida en el saldo
y un dolido sentimiento.

Nadie sabe ni su nombre
pero aseguro que ese hombre
merece, por halago y por respeto
un minuto de silencio.

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