Te invito a que lo pienses
Nací feliz
ignorando el por qué
y el para qué de todo
con el tiempo
me contaron un qué
sin dejar de lado
el cómo y el dónde.
Sentí ficción en los relatos
algo de mito y de leyendas,
así empecé a buscar respuestas
y mientras
por cada una que encontraba
mil preguntas nacían de esa nada.
Esta búsqueda me separó de las gallinas
de los álamos, de las lamidas de los perros,
confundió concepto y realidad
ciencia y religión
De pronto generé sin querer
también mi propia ficción
plagadas de mitos, héroes y leyendas
y construí la felicidad
en base a hechos
y sensaciones.
Y por mucho que aprendo
me doy cuenta que aprender
es una rigurosa búsqueda del sin sentido.
Aprendo que aprender me llevó a ser
sin importar el por qué, ni el motivo,
aprender me enseñó a desaprender lo aprendido
y a ser feliz en mi ignorancia,
como cuando recién había nacido.
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