por sonreírle a la pared
que es como un espejo
que no devuelve las sonrisas,
por buscarte entre los rincones
de las rudas peonías
y de los incomprendidos cardos,
por arriba de los cielos
y por debajo del subsuelo
también ahí se me dio por buscarte.
Sé dónde encontrarte;
sin embargo, y de porfiado
(tal vez guiado por el miedo
que dan algunos para siempre)
es que te busco por dónde nadie
debería ser jamás buscado
pero también es que te conozco
y si alguien transitó caminos
que otros ni siquiera se le animan
indudable es que sos vos esa persona.
Una llave en la heladera
una coca en el desierto
una nube en la tormenta
un cuarto en un octavo
la esquina en una ochava
un zumbido que arrulla y alieniza,
no hay duda que sos vos esa persona.
Como verás,
se me dio por extrañarte,
pero no porque te necesite
y que sin vos nada se pueda,
te extraño, porque aun así de rara,
para mí vos sos perfecta.
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