jueves, septiembre 10, 2009

Abisal -- Poema

A destajo, leso y débil
entre las sombras me levanto
como un ánima perdida
pérfida y salvaje
que no acepta que la muerte
hasta su reino la arrastre
jadeante, poderoso,
como el Dios que nunca muere
o el demonio que no mengua
y a pesar de las derrotas
igual da pelea.

Sublevado, sin paciencia,
a la bestia que acarrea
tantos males y dolencias,
con la fuerza de un silencio
y la destreza de un felino
que escapa de las fauces
de su fiero enemigo,
me yergo,
orgulloso entre impíos,
opaco entre brillantes,
común entre descomunales.

Así,
por ser quien soy,
por ser lo que soy,
me reconocen por ser distinto,
y me temen,
del ganado me separan
me persiguen sin cansancio
por miedo es que me callan,
de mi nada comprenden
mi nombre a su verbo le es ajeno
mi razón, su razón no la comprende.

Soy eterno,
pues aquello que no entiendas
imposible será
que lo puedas combatir,
enmendar o seducir.

Soy eterno,
estoy fuera de tu alcance.

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