Me doy cuenta que te esperé toda la vida,
y a medida que más tiempo pasó
más ansioso se volvía mi corazón
y que mientras más ansiedad sentía
perdía la percepción del tiempo
por lo que en sí, realmente no sabía
si te esperaba desde hace un rato
o desde toda la vida.
Igual por esperarte,
creo no haber dejado nada de lado
creo no haberme olvidado de mi mismo
ni de mis sueños, ni de mis puedo,
mis quiero, mis si, mis puede ser
y mis méndigos y malditos no.
Nada se me ha olvidado, hasta tal vez
la espera me ha vuelto necio y recurrente
con mi pensamiento y mis recuerdos
y tal vez cada uno de estos sentires
en la aburrida espera se volvió
un veneno ponzoñoso
que transformó mi sentir más hermoso
en un rencor profundo y sin sentido.
Me doy cuenta que te esperé demasiado tiempo
y que por lástima y negligencia,
me olvidé de contarte que iba a esperarte
y vos, que hiciste tu vida
no esperabas encontrarte con este monstruo
en el que me fui convirtiendo día tras día
un monstruo que no puede mirarte a los ojos
sin sentir que sos culpable de todas
las oscuridades y maldades que me sucedieron
en esta media hora...
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