Quedó en el suelo el que era verdadero
su libro repleto de verdades
quedo flotando entre el colchón y el cielo
y el pobre hombre, flaco, lívido y desgreñado,
solo tenía y sentía temblar el alma
las sombras que todo lo cubren
habían llenado de terror y dolor su espíritu
entonces depuso sus armas y se entregó
en un vómito negro oscuro
a la sombra que lo invadió y lo poseyó
y jalándole de las piernas lo arrastró
hasta el más terrible de los infiernos.
No vengas Jack,
este no es tu camino
Jill no está contigo,
tampoco quiere estarlo.
No vengas Jack,
mira por la ventana
mira las mariposas
no mires hacia adentro,
ya no insistas,
solo hallarás recuerdos.
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