martes, enero 29, 2013

Resurrección -- Poema

Dejame romperme,
que mi corazón destrozado
caiga al piso
y ya no quiera levantarme.

Dejame quebrarme
y llenar este mundo de lágrimas,
y ahogarme en este mar desesperado
de incredulidad, egos e impotencia.

Dejame perderme
en la oscura soledad,
en los muros vacíos,
en el silencio de lo innombrable.

Dejame llorar,
gritar, patalear y recriminar
a la vida que no es vida
y que es cruel, y está maldita.

Dejame irme ahora
pues nadie me está llamando.
Te juro que al volver
seré un ángel renegado.

2 comentarios:

Isaboa dijo...

Me gusta mucho como transmites.Este poema lo he sentido tantas veces que es como si ya te hubiera leído antes. Que tengas un buen día.Bss

María dijo...

Católica, apostólica y "románica" vivo la religión como un cuento; es un libro más
"María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón" Lucas 2:51
Guardate como la niña de mis ojos ... Poeta