Siento a veces que eres la dueña
la que desea, siente y sueña que nada hay imposible
y logras lo que creas y tienes lo que piensas
Siento que eras la que podía
a través del silencio del tiempo espacio
vivir entre los algodones y la ponzoña
entre el delirio del martirio y el gozo de quien llora.
Siento,
sabes,
siento lo que eres debajo de todas esas paredes infernales (como muros) que en pos tuyo has erigido.
Hemos llorado demasiado ya.
Anda Jill, levantate, dame la mano.
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