No es la música del aire ni la carica de la brisa que pasa
no es el horizonte vacío de culpas pero lleno de anhelos
tampoco es la sensación de libertad de la arena entre los dedos
ni tampoco el sol imperante
si fuera a la luz de la luna la serindipia tendría el mismo cliché,
la vida es un instante.
El abismo existente entre la epifanía y la concreta realidad
marea a cualquiera que se atreva a desafiar las leyes
del hombre, del universo, de Dios.
¡Y si soy yo quien nació para ser quién quiere ser, y lo es,
pero el sino maldito y burlón presenta otras cartas y en la cama de la paz
simplemente no duermo?
¿Me ves del otro lado del reflejo siendo!
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