jueves, junio 18, 2009

Vos, yo, el mal y sus demonios -- Poesía

Es cierto que a veces caigo,
que me creo sin remedio,
y que todo el mal que traigo
de mi alma está al asedio.

Nunca importa como luzca
siempre tiene alguna treta
a tu punto débil busca
y si lo encuentra te aprieta.

Usando los resquemores
bien sabe ser oportuno,
se aventaja en los temores
que da y siente cada uno.

Es así no cabe duda
juega siempre con tu mente
pues a la verdad más cruda
la desgarra con sus dientes

y a los pies te la vomita
haciendo de ella una espanto.
Hasta que no escuches grita,
se hace fuerte con tu llanto.

Menester es enfrentarse
a esa caída por pecado
imposible es escaparse,
sabe estar en todos lados.

Cuando aceche no le temas,
cuando grite no lo escuches,
cuando te escupa sus flemas
tómalas, hazte buches.

Hay alguien que por ti vela
que siempre cuida tu espalda
ten fe en aquello que anhelas
de Dios es la ley que manda.

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