
¿De quién escapas?
¿No me ves en tu camino?
¿Por qué te escondes cual colegiala?
Eres mío,
de nada sirve que saltes de rama en rama
que me apures al precipicio
o que me postres en una cama
con tal de volver al principio.
Eres mío,
de nadie más,
de nada te sirve correrte,
esconderte, tropezarte,
apurarte, esfumarte,
entre el horizonte y el camino.
Eres mío
y siempre serás mío,
acéptalo y hazte amigo
que por ti
día a día consigo lo que consigo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario