sábado, noviembre 23, 2013

Ovillando sueños -- Poema

La elocuencia de mis apetencias
no ha dado ni un fruto
no hay llagas
ni maderas
ni retoños
que asomen
con la esperanza de un tal vez.

No ha surgido pues
la ocurrencia de la simiente
la cicatriz de tanta vida
la herida de tanta muerte
el don que mana
y que postrera nunca sana
y se eterniza.

Qué quiere de mi el destino
los hados, las famas, las moiras,
al báratro navegan las barcas
ungidas con la grasa de los cuerpos
uncidas con las almas de los muertos
fruncidas por el perro que muerde
y que no ladra, por ninguna de sus tres cabezas.

Le han dado muerte a la bella esperanza
dentro de su caja maldita
con hilo de oro desmadejo el presente
y un ovillo dorado figura en mi mente
redondo, perfecto, esférico, solar,
como un sueño que la parca
jamás me dejará alcanzar.

1 comentario:

María dijo...

¿Son tus pensamientos de verdad tan apremiantes?. Te hablo a ti, que miras fijamente a través de los barrotes de la alta hierba ... agitando un pequeño cascabel.
¿Es suficiente con mirar al interior?
En nuestro mundo siempre hay algo escondido Poeta ...