lunes, noviembre 06, 2006

Leyendas Modernas -- Cuento Corto

Te cuento que estuve en Calafate, en el Chaltén y también en Ushuaia. Los paisajes son únicos y el frío para pañal descartable, anque los colores y el aire de montaña te hacen caminar como desgraciado por todos lados, el frío... bendito frío, te hace comer como huérfano del olvido y beber de la ubre de Baco sin ningún tipo de vergüenza... por lo que la estoy pasando en fiestas día tras día; a pesar de ir solo, estuve siempre con gente hermosa y con chicas que dios me aguarde.
Eso sí, descansé mis ánimos y mis descontentos, sopla apenas un viento de bullicio que en medio de tanto concreto es lo mismo que nada.
Vieras mi sonrisa y mi frente tranquila, en mis ojos tengo la mirada coqueta y paseandera, los días me llevan y me traen y gracias a dios, estoy de vuelta.
Los precios para comer eran zarpados de caros, más en Chaltén que es un lugar alejado del mundo, donde el Fitz Roy se caga de la risa de quien lo desafía; en Calafate a pesar de tantos hielos la gente es cálida y atenta... y Ushuaia; una ciudad tomada por la necesidad y urbanizada con necedad, se arraiga con el frío de sus fauces y come el corazón de los que nacieron allí, que odian ese suelo que pisan... salvo, los que llegan de afuera, los que vienen de otras partes del país y del mundo, ellos la quieren por ser una gran teta que los alimenta a fuerza de estados, fríos y mareas.
La pase de 11 en una escala del uno al diez, descanse, pasee camine y vencí a mis propios no
La vida es una cuestion de tezón, que no es lo mismo que la necedad.
Asi me fue, asi estoy. Siento en carne propia la vida enloquecida corriendo por mis venas... Por lo que no pienso regresar, avisales a todos por allí que si me ven, no seré yo al que estén viendo, si no más bien un simple croquis de lo que alguna vez fui.
Dile a mi mujer y a mis hijos que los amo, pero que encontré aquí, en mitad del cielo, las nubes y la montaña, donde está la verdadera vida!

A la semana encontraron el cuerpo del hombre colgando junto con un andinista japonés, a la margen del Aconcagua... dicen que ambos estaban queriendo hacer cima y por un error cayeron al vacío con tanta mala suerte de quedar colgando ambos de un risco sin poder hacer otra cosa que dejarse morir de a poco. Mientras los músculos se entumían, y el frío le penetraba cada vez más la piel y llegaba hasta su parte más honda, en su cabeza su mujer y sus hijos disfrutaban junto a él, una blanca navidad frente al hogar a leños.

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