martes, julio 23, 2024

Mejor que ayer - Canción


Yo

de andar tanto tiempo solo

olvidé el amor

y me vi medio perdido

ya sin senda ni camino

pero te encontré

y me hiciste bien

y sonreí

y te soñé...


Como hace tiempo no lo hacía

te soñé...

jugando con mil nubes de papel

te soñé.


Fui

a buscar muchas respuestas que no encontré

no aceptando tal destino

creyendo en mi mismo

te encontré

y me hacés tan bien

y hoy estoy tan bien

mejor que ayer

soy mejor que ayer

jugando con mis nubes de papel...


Me hace tan bien

ser mejor que ayer

mejor que ayer

uhh, uhhh...


Mejor

que ayer.

viernes, julio 19, 2024

Tal vez sea la pena del primer pecado

¿Nunca te pasó 
que desde atrás de los ojos 
de pronto te invade una nostalgia 
que pareciera que no te pertenece
pero que sin embargo
cala tan profundo en tu alma 
que se te anuda la garganta 
y tenés ganas de llorar a pata suelta
porque hay algo adentro que se desgarra?

¿Y qué pasa si esa pena realmente no es tuya,
ni mía,
sino de un alguien random
que de una manera u otra está ligada a vos
y por una cuestión de empatía 
se rompe también tu corazón
en el momento en el que nota 
que no todo es color de rosa?

¿o será que es algún tipo de karma?
alguna de esas miserias miserables
que venís arrastrando hace añares
de vida en vida, sin poder superarla 
empujándola con la vanalidad
con la que se empuja una piedra cuesta arriba 
mientras un cuervo te pica el hígado
y una gota de agua cae repetidamente
en el mismo lugar, en el cento de tu cabeza.

 

miércoles, julio 17, 2024

M.G.M.

Haciendo scroll me sorprendió tu foto
y así de pronto me quedé sin habla.

Sonreías
con todos los dientes,
con toda el alma,
como sonríen las flores al sentir la primavera
como sonríen los cauces al asumir el deshielo
como sonríen los ojos que presumen futuro en sus miradas.

Sonreías, 
tan grande y lindo, 
que de repente me olvidé
de todos los abismos que truncaron mis caminos
y aparecieron los puentes invisibles
que acercan a las orillas distantes
que unen las diferencias,
empatándonos,
empatizando.

Y vos sonreías tan grande y lindo
que también me olvidé de aquellos infiernos
a los que entré por la ventana
y salí por la puerta.

Y soñé,
estúpidamente despierto,
que mañana nunca es tarde para empezar de nuevo.

domingo, julio 14, 2024

Andando ando

Sabes que ya me he caído 
tantas veces de mi destino 
que ahora subirme de nuevo 
a esta barca con otro puerto
no me implica ningún esfuerzo 
ni tampoco algún hastío.

Ya no sueño en ninguna noche 
ni ensueño mis tiempos perdidos 
en el estío, mis recuerdos,
vehementes a otro reinicio
me repito a sotto voce: 
lo nuevo nunca es desafío.

Y me subo en las carriolas de los viejos carruseles y dando punza (y arte) latigo a los corceles invencibles de madera que bajan y suben como las mareas que trajeron mis pesadillas y se llevaron mis dulces sueños, hacia el atardecer, al morir la pleamar.

Vieja luna que andás sin vestido
sol que todo ya has visto
me postro a sus juicios vacíos, 
a todos.
El tiempo le cambia el sentido
a todo.
Aquello que tuve de austero
hoy, por necio, lo peco de viejo. 

Salgo del camino 
vagando sin rumbo fijo 
en ningún momento 
nadie se detuvo y dijo:
quédate, sos nuestro;
excepto tú. 

Andando ando,
entre pasos solitarios ya no me confundo
si quiera en lo oscuro,
bajo tu luz camino
siempre contigo.



viernes, julio 12, 2024

La busquedad de aquenio

Cuando las ansias
por comer un dulce durazno maduro te sorprendan en otoño,
deja pasar de largo la ansiedad,
el dulzor que añoras del durazno 
no estará allí hasta el verano.
Ocupate mientras tanto en realizar tus sueños,
no corras detrás de futiles deseos
que a quién eres, confunde.
Deja que el tiempo actúe
y confía en su sabia paciencia.

Si de ti no depende,
que entonces no turbe tu calma interior.

Cuando la ansiedad quiera adueñarse de tus acciones,
simplemente, no la dejes.
Inunda de paz tu mente,
equilibra el temple
y endulza tu alma.

No dejes de lado tu ser.

No cedas el control a nada, ni a nadie,
recuerda siempre que es tu vida
y en ella sólo tú decides.

De tí no depende 
que el durazno madure
que el sauco florezca 
pero sí
qué hagas mientras esperas.

Sin darte cuenta,
llegará el momento en el que
sin prisa pero con porqué
del tallo se suelten y vuelen
las semillas del diente de león
y tu alma en flor
sea dulce como el verano.

domingo, junio 30, 2024

Japanliebtmann

                   

Yo también amé en Japón.

Me impregné de aroma a sakura
bajo una lluvia casual de flores rosas y blancas,
caminé por sus callejas sin nombre 
buscando perdido mi identidad y destino.

Desde el peñasco, mientras nevaba, miraba el mar.

Vibró bajo mis pies la distracción de Daimoyojin
y pude ver, en la desprotegida orilla,
en las olas que venían sin piedad
las necesidades de Namazu
 y que todos queremos:
                         Libertad de acción y mutuo respeto.  

Sentí el corazón apretado y lleno de miedo
por andar tan aislado en medio de un mundo plagado
de monstruos paridos por egos heridos, malditos guerreros
y ponencias nucleares.

Yo también me incliné ante a todo  
y no miré a nadie directo a los ojos,
ni a los árboles, ni a las flores, ni a los monolitos ni a las figuras;
y es tal vez por eso que lloré, desconsoladamente, en Aokigahara,
pues cuando el otro deja de ser parte de uno 
y tu ikigai ha dejado de brillar,
tu destino se vacía de preguntas.

Añoro –de alguna manera extraña– 
las bellezas de esta tierra despreciada por sus vecinos,
azotada por sus tradiciones,
inmersa en sus convicciones
y obligada a doblegar esa rebeldía del ser humano 
de hacer lo que se le encante el orto 
sin importar lo que suceda al lado. 

Yo también amé en Japón.

Tuve esa inmanencia de ser japonés,
y sufrí sus costumbres 
y gocé sus delicias
aunque claro, en otra vida;
a la que no recuerdo 
pero que insiste en permanecer en mi alma 
como una nostalgia imposible 
como una necesidad que persiste
a pesar de no tener importancia.

sábado, junio 29, 2024

Del eras al ser -- Poema

Vuelvo al lugar de partida,
reconozco esos viejos horizontes transitados 
de los que no siento nostalgia ni rechazo.

Mis pies tienen cayos y asperezas
pues caminaron ya esos caminos.
A veces las durezas de camino
nos vuelve más sabios;
las otras veces,
alimenta al necio que guardamos dentro.

Por eso vuelvo,
a este lugar que alguna vez fue hogar 
de aquello que era pero no seré jamás. 
Vuelvo a este refugio en donde lo malo es conocido 
y lo que era desconocido ya se ha hecho amigo 
o quedó muerto en el camino
que desandaron mis pies cuando se echaron a andar. 

Soy también este niño eclosionado, 
soy también este hombre deconstruido. 
Aquí están mis alas chuecas, mi ceño fruncido 
y la esperanza de bolsillo que siempre llevo 
aún cuando no voy a ningún lado.

No importa que no estés junto a mí.
Te llevo adentro y sos parte de quién soy,
a pesar de tus miserias 
gracias a tus dones.

Ya hemos muerto tantas veces
que una más, sólo alimenta la aquiescencia
de ser quien quiere y entonces, puede.