Se seca la garganta
después de tragar tanta miseria
no te creas que es tan fácil
aguantarte esas mierdas
que de a poco te van metiendo
en lo profundo del cerebro
con lo que callan en su verbo
con lo que esconden de sus hechos
con lo que muestran en sus actos
con lo que ocultan de sus pensamientos
con lo que tuercen de su idea
de a poco te la van metiendo
tan profundo y tan adentro
que sin que te des cuenta
amanecés un día
sin saber si quiera
cómo fue qué pasó
que en la esquina de tu habitación
hay un bombo, una bandera
y en la puerta de la casa
una citación del juzgado
más dos policías esperando,
y de los otros no hay ni un gracias,
un perdón, o un paquete de cigarros.