sábado, diciembre 28, 2024

No hay refugio para el condenado

Entró en su antigua casa, abandonada desde aquel día. Dejó que la puerta de entrada se vaya cerrando sola mientras las bisagras chirriaban por el abandono sufrido desde hace tiempo. Atravesó la sala de estar con cautela, sus zapatos dejaban huella sobre el polvo acumulado con el paso de los años. Luego de escuchar el "click" de la puerta y asegurarse que ningún ser material pudiera entrar en la casa, se quitó los zapatos y los libró al azar, como los árboles dejan sus hojas secas al viento.


Se acercó a la mesa poseur de madera labrada (posesión de su finada abuela), tomó la licorera de cristal que aún contenía algo de líquido. Se la llevó a los labios. El líquido avanzaba espeso y lento, como una lengua plagada de sabiduría que se toma su tiempo para atender su menester.

Suave (ya casi sin alcohol) y dulce como los recuerdos, la bebida le poseyó la boca y el paladar; recuerdos de su infancia lo asaltaron, y sus párpados se apretaron, intentaron no dejar escapar las tiernas imágenes de un pasado mejor que comenzaban a aparecer frente a él. 

– Has vuelto– escuchó la voz de una mujer tras de sí – te pedí que no lo hicieras.

Apoyó la licorera en la mesa y abrió los ojos lentamente; entendió la importancia de atenerse al presente en lugar de aferrarse al pasado.

– No puedo dejarla aquí– susurró sin voltearse.

– En efecto, no hay nada que puedas hacer y lo sabes.

– Debo intentarlo. Jennifer me atormenta todas las noches...

– Te lo mereces; ella también.

– No hables así, lo que sucedió, sucedió; así de simple.

– ¿Así de simple?

– Así de simple... – el silencio se adueñó de la habitación por un rato. Hacía frío, bastante frío.

– Ven, toma mi mano, sígueme, hablemos en otro lado que en cualquier momento llega Jenifer.– le dijo entonces dentro de un suspiro casi inaudible. 

Todo su cuerpo tembló, preso de la tentación de ir hacia ella, pero le habían advertido: si quieres que Jenifer esté en paz, no te le acerques, ni la veas directo a los ojos; eso es lo que ella necesita para acceder a tus recuerdos y a tus decisiones.

– Ayuda a Jenifer, te lo ruego.

– Jenifer quiere estar aquí, conmigo, ¿no es cierto, Jen?

– Sí, Sofía, contigo todo es más divertido... ¿quién quiere ir dormir temprano, bañarse, comer verduras, ir a la escuela? ¡Quiero estar con Sofía! Ella siempre tuvo razón... – sintió como le temblaban las piernas al oír claramente esa voz tan tierna de niña pequeña, como si estuviera ahí, en presencia. Anteriormente, Jeni se le había presentado en sueños sonriendo, jugando en el prado, en las hamacas de la plaza; pero nunca había vuelto a hablar, hace tiempo que no escuchaba esa vocecita tan dulce y tierna con la que le dijo: "te quiero, no es tu culpa, deja de llorar."

–Vamos, Jen, es hora de descansar, tú sabes como te pones cuando no duermes bien... ya es hora de dormir– hizo un esfuerzo sobrehumano para contener la emoción que lo desbordaba y quería escapar queriendo quebrarle la voz.

– No, no voy a ir a dormir, ni ahora... ¡ni nunca!

Un escalofrío le recorrió la espalda al escuchar su negación a modo de berrinche; metió despacio la mano en el bolsillo y sacó a Asmele y también una navaja. 

– Si no duermes, Jen; me veré obligado a cortarme.– se arremangó y mostró su brazo desnudo lleno de cortes cicatrizados. 

– ¿Otra vez intentas manipular a la niña de esa manera?¿No te avergüenzas?¿No entiendes que eso fue lo que hizo que ella saltara al vacío? Todo acabará por tu culpa…

–¡Cállate, Sofía!, esto es algo entre padre e hija...– dijo dándose la vuelta con los ojos cerrados pero acusando una ira intensa, culpable y despiadada. 

Jenifer se tapó los oídos para no oírlos discutir. Recordaba todas sus discusiones, las sentía como la carne que ya no tenía, en las lágrimas que ya no sabían, en los huesos que ya no estaban. Sentimientos arraigados en su alma le recordaban el dolor del adiós a la vida luego de la caída; y la sangre tibia con sabor metálico cayendo por el costado de su boca; y las palabras suaves  (a modo de unción) como un algodón que, sin embargo, generaron en él más culpa que redención. 

La niña cayó de rodillas en la mitad de la habitación y se desplomó en el suelo, quedando acostada en posición fetal, tapándose los oídos y llorando. Estaba tendida en el piso; no quedaba claro si se había desmayado o si finalmente el cansancio de la sempiternidad la había obligado a caer y quedarse dormida.  

Al verla rendida, Sofía comenzó a gritar. Estaba aterrada. 

La araña del techo comenzó a pendular, primero con cierta timidez, luego de manera errática. A esto se sumó un incesante ruido de golpes en las paredes provocado por nadie. Las ventanas se abrían y cerraban de manera anárquica, las luces parpadeaban; los distintos ornamentos, adornos y atrezzos danzaban entre el suelo y el techo formando órbitas alrededor de una fuerza oscura e intangible que parecía ser un vórtice de energía entre dos dimensiones. 

Las sillas, las mesas y los sillones deambulaban por la habitación como si esa casa les perteneciera desde siempre. Los cuadros que adornaban las viejas paredes mal empapeladas vibraban de igual manera que un electrocutado en su silla, y las maderas del techo y del piso crujían presas de un frenesí espiritual incontenible. Los ruidos, semejantes a un desordenado pelotón marchando sin mando con sus fieros borceguíes sobre un puente de acero, hacían eco en sí mismos y lograban una especie de ruido blanco que aturdía.

Los gritos de Sofía eran cada vez más agudos y aterradores; sin embargo, para él eran como el canto épico de las sirenas. 

Entre la confusión causada por el barullo de las botas militares, el mobiliario rebelado y a violencia invisible de otra realidad, su cuerpo le pedía a gritos: "Asístelas, asístelas”. Sentía que su alma se resquebrajaba lentamente y sus ojos necesitaban verlas por última vez. 

Desde el cuerpito inerte de Jenifer en la mitad de la sala, se oyó la oración que los niños le hacen al ángel de la guarda; Sofía calló abruptamente obligada por una luz blanca intensa que de la nada apareció e hizo imposible todo.

Luego, el silencio... Oscuro y profundo silencio. 

Sentía que la cordura había perdido el hito donde se ata la realidad. Le temblaba todo; cada milímetro de su cuerpo era una locura de sensaciones. Los latidos de su corazón rebotaban en sus sienes como un redoble de tambor; su pecho dolía conteniendo una explosión irreversible. Su estómago, revuelto por tanto, sacó inevitable el contenido de sus vísceras. En cuatro patas sobre el piso de parqué siguió vomitando hasta que larvas, arañas y cucarachas comenzaron a brotar desde lo más profundo de su alma. 

Tras de sí escuchó un "click".

Gritó con todas sus fuerzas, se puso de pie y, tambaleando, salió corriendo de la casa por la puerta principal que, abierta, lo liberó de un pasado miserable mientras lo condenaba a un futuro predecible.

viernes, diciembre 27, 2024

Papelitos y Papelones -- microrrelato

Después de haber revisado más de cien mil veces lo escrito en ese pedazo de papel arrugado, decidí hacerlo un bollo y tirarlo al piso –casi con desprecio– por la falta de imaginación y mala literatura que acusaba ya en esas pocas palabras. Un pibe de pies descalzos y manos sucias que mendigaba por entre las mesas se me acercó.

—El río está cerca; si sopla el viento, esto cae en el agua y cagamos todos... Si no es bueno para sus bolsillos, tampoco para el río, ¿entiende? —asentí con la cabeza y me guardé el papel en el bolsillo—... ya que tiene la mano ahí, ¿no le sobra una moneda?

Le acerqué un billete que se escondía por el fondo del saco del pantalón; también estaba hecho un bollo. El pibe lo miró con anhelo y a mí con ese mismo desprecio con el que yo miré.

No todos los pedazos de papel tienen el mismo valor; aun si le damos el mismo trato, tienen valías diferentes. Yo lo aprendí en ese momento en que mis pies tenían un regio calzado de cuero, pero mi alma se encontraba desnuda y vulnerable ante un pibe que, descalzo, había aprendido más que yo en toda una vida.

lunes, diciembre 09, 2024

¿Y ahora?

Aun si tuviera qué decir, no te diría nada...
seguiría mirando perdido a un más allá
de boca reseca por tanto alcohol y posverdad;
callaría por cansancio y también por necedad.

No me ha tocado acariciar el cielo esta vez
ni me sorprendió la luna en su tosca redondez,
tras mi sombra de piedra pulida me callé
contuve el grito, el aire y el blackout de ser quien ser.

Vete, tú que puedes, cuélate entre las palmeras del olvido
cuélgate de los anhelos que prohibidos vagan sin sentido
en algún lugar perdido entre el dolor y el optimismo.

Vete, ya no soy quien fui, pues quien alguna vez fui ha muerto
¿no ves mi desnudo sino en el tapiz nácar de hilos secos?
Más atrás, Cloto y Skuld, se llenan la boca de ego.

miércoles, noviembre 06, 2024

Lo cierto en el incierto

Somos los tripulantes de una barca 
que a la deriva va a un destino cierto 
al que ignoramos con vasto ahínco
algunas veces cargados de miedo
y otras por necedad o conveniencia.

En un mar de continuos desconciertos
con oleosas mareas caprichosas
se estremecen profanos sentimientos
manoteamos al aire para aferramos
creyendo que hay, ahí, en lo etéreo
veras respuestas, claras y concretas,
puesto que de eso que creemos concreto
lo valuamos como algo superficial.

La realidad que genera el yo creo 
nos abruma a medida que avanzamos
tal creencia nos genera un mareo
que cega el sentipensar de quién somos,  
del quién nos acompaña y qué podemos;
en consecuencia, llega cruel la ausencia
deforma en su maneras lo que vemos 
y así "solo" ya no es un adjetivo,
y como sustantivo triste y fiero
al oído nos engaña:
Dios ahí anda de paseo. 

No siempre sos capitán de la barca
con suerte hay veces que sucede esto 
podés ser timonel,  contramaestre,
mecánico de algún motor
o en cubierta marinero 
sin voz, injerencia, opinión, ni voto.

Igualmente no sientas desconsuelo,
no tengas miedo del rumbo en el que vas
la barca sabe ir a su último puerto.
Siempre se navega so riesgo de tormenta
y cuando no hay nada que hacer podemos
conveniente es atarse al palo mayor
y a pesar que en el caos estemos inmersos
menester es pacificar al alma, mantener la calma
agradecer lo aprendido del error
y recordar que aun siendo pequeñitos
nuestro pie deja su huella en lo eterno. 

Usá el dolor que hallés en tu camino
con el alma limpia y el corazón abierto;
aunque te sientas roto en mil pedazos
no te hundas profundo en tu propio duelo
no es sano, no te sirve, te destruye,
elegí cómo sentir. Vos sos tu arquitecto.

jueves, octubre 31, 2024

El jardín del vecino

En el filo del abismo
la solitaria roca 
sufre el embate constante del viento
pero ignora que en el valle
el agua que fluye orada a su hermana
que en el río soporta en desvelo
la primavera incipiente 
que renueva la vida
a partir del deshielo.

La roca del río 
con continuo dolor mira el cielo 
sufre en invierno la nevada;
y la primavera inminente
le patea en el alma 
se erosionan sus bases 
pierde la esperanza 
y mira aquella en la cima tan sobria y callada 
la envida pues cree 
que ni el viento es capaz de tocarla.

No entiendo qué les importa
la eternidad atesoran, 
jamás perecen;
las emociones solo caben 
en los seres que son mortales;
no existe peor anestesia,
que saber que a tu alrededor todo desaparece
mientras que vos, serás por siempre,
lo único que permanece.

Vive siendo quien eres
y disfruta lo que te toca
no puedes cambiar al mundo 
pero sí cómo lo evocas
cambiate a tí mismo
que no es poca cosa 
y vive siendo quien eres
y disfruta lo que te toca.

¡Oigan, rocas sin tiempo!
Si eligen sentir,
sentir por siempre, 
entonces sientan que el río hace cosquillas
y que el viento les da caricias.


sábado, octubre 26, 2024

Perspectivas

No sentirás lo que es la soledad 
pues no te abandonará ni en la adversidad 
caminará a tu lado hablando cuando lo necesites 
acompañándote callado cuando te halles hastiado
tomando tu mano si así lo quisieres
dándote el hombro cuando así lo pidieres

Sabrá qué palabras dejar de salir 
y con qué contribuir cuanto todo se venga abajo
sabrá palmearte el hombro 
o llamarte la atención en el momento exacto
sabrá qué hacer cuando tengas miedo 
y cómo bajarte cuando peques de soberbio.

Confía, cree, ama,
verás que la vida, aunque duela, es tierna
y que con caricias por tí se desvela
aprende a vibrar con las cosas pequeñas 
que las cosas grandes brillan por sí solas.

Abre tu alma,
confía, cree, ama,
la vida es bella
aunque a veces duela.  


sábado, octubre 19, 2024

Creé en vos mismo - del Libro Estructuras

El tiempo no pasa para el que vive
pues hace, disfruta y construye ahora;
no le importa cómo o quién lo adjetive
y no es por necio que este lo ignora;
sabe que el verbo es un vil arrequive
que en el alma endiablada se elabora.
Quien vive no escucha palabras necias
y no ve por sus ojos, como Tiresias.

jueves, octubre 17, 2024

Delicias del café negro y amargo - del libro Estructuras

Me hice un café calentito;
con la mirada, sin buscar,
perdida en mis pensamientos
sin encontrar en qué lugar 
limpiar el tanto ajetreo
para sentir profunda paz.

Es que hay veces que el mundo
pareciera no descansar,
que busca, tal vez, jodernos
y mostrar solo la maldad
de los hombres y mujeres 
que conforman la humanidad.

Y no es cierto, me resisto:
no tengo que todo aceptar,
pues de ego y otras barbaries 
el serhumano ha de pecar; 
mas también somos divinos 
y nuestro amor puede lograr
maravillosos milagros
que al mal siempre opacarán.

Deja ya el ocio y el llanto,
vamos tú... ¡levantate y haz!
que la muerte es para dormir
y la vida para brillar.


viernes, octubre 11, 2024

Como huella en la arena - del libro Estructuras

Quise cubrime de olvido,
dejar detrás el ocaso
guardando todo fracaso 
en la clepsidra sin nido
de un tiempo que siempre a huido
del lugar que se le ha dado
y a quedarse obligado,
por destino y a la fuerza,
que a su suerte nunca tuerza
y que obedezca; callado.

Es que el tiempo no tiene amo
tampoco las emociones,
desëos y sensaciones  
son las flores que en un ramo
acallan todo el reclamo
que desde el trono tirano
del ego del serhumano
de prohibiciones nos llena
y nuestra alma envenena
volviéndolo todo vano.

sábado, octubre 05, 2024

La desventura de vivir - del libro Estructuras

El sol se asoma y nos promete alguna aventura,
despiértanse el buey, el hombre, el trigal y el molino,
ahuyenta a las sombras, propone un nuevo destino
a todo el que quiera, al triste ayer, darle cura.

Quien sea mortal se encontró que la vida es dura
que también hay gristeza en quien vuela, ÿ en su trino;
que del duelo y del fin, no escapa ni lo divino

y aun buscando cordura solo se halla locura.


Cuando la vida aprieta y te lleva al abismo 

parece ser imposible que encuentres la calma
si hay entre el cómo y el qué, un inapelable “ismo”.


Busca el hilo invisible que une el cuerpo y el alma

es un rayo de amor que brilla y vibra en vos mismo

que da paz a tu mente y a tus huesos ensalma. 

lunes, septiembre 30, 2024

La máscara de las literaturas

Yo vi un lobo
pero eran tres hombres 
que vestidos de doctores
cirujeaban en los intestinos 
de algún quién desconocido
que eligió donar sus órganos.

Yo vi un lobo
pero eran diputados 
visitando una escuela 
acariciando cabelleras
esquilmando esperanzas
aplanando enseñanzas.

Yo vi un lobo
vestido de cordero
que escapaba del palo
de un viejo pastor 
que por ser del rebaño
quería violarlo.

Ya no creo en mis ojos
veo lobos donde sea
que haya gente y sus miserias
parece que el relato
ha cumplido el cometido
para el que fue creado.

Estúpida cultura
que disfrazó de animal
los monstruos del serhumano.

Estúpido de mí,
ojalá yo sea 
ese lobo que me acecha
al otro lado del espejo.

sábado, septiembre 28, 2024

Siendo argentino

Siento en el cuero el dolor de los padres
que no cerraron los ataúdes de sus hijos,
siento el olor de los viejos que temen 
porque no tienen, porque no pueden;
siento el dolor de los niños
que curtidos por el hambre y el frio
han perdido la niñez y la inocencia.
Ya no hay brillo en el mirar.

Me despierto cada noche
con la garganta apretada
por un grito que no es mío
y me asfixio en el horror
de ese grito que oclusivo
me recuerda sin querer
el horror, el tanto horror
que en esta tierra sucedió.

He abierto una ventana
que nunca más se cierra
no detengo el aire que entra
ni a las ánimas que en pena
vagan entre el cielo y la tierra
reclamando una justicia
que nadie tiene en cuenta
y que no les puedo dar.

Siento el grito sordo del caído
que ya no puede levantarse
del abandonado,
del que ha dejado atrás
toda oportunidad de esperanza
y que agónico se enfrenta a una vida
ya sin ánimos de vivirla.

En la soledad
en lo más oscuro
mi alma se estruja
mis tripas crujen
la carne hede.  

Me falta el aire.
Es la soga imaginaria de la realidad
que me aprieta la garganta
y, lentamente, asfixia la ilusión
de que tal vez mañana,
tal vez mañana...





jueves, septiembre 26, 2024

Deportado

En el espejo sin fondo de tus ojos 
me vi cómo me veías,
cuando todavía,
la realidad de ser quien soy
era una deconstrucción desanimada 
de los deseos que los otros
(entre paja, platas y oros) 
habían depositado en mí.

No sentí vergüenza,
al ver desde tus ojos
quien alguna vez fui,
pero sí la sentí
por no encontrar la profunidad
que compartimos, 
no por nostalgia
sino por azar.

Es que la casualidad
siempre me acerca a un puerto
que nuevo
se desnuda ante mí;
e intrépido
(y porque no también estúpido),
bajo y recorro las fondas y callejas
que oscuras y bulliciosas 
al peligro exageran 
disfrazando su verdad.

Tal vez fue,
que en lo profundo de tus ojos
no hubo premio ni castigo
más que verme a mí mismo
desnudo y desde otro lugar.

Tal vez es,
que en el abismo de esta nada,
no hay paredes ni ventanas
amputando laberintos
que cohartan libertad.

Tal vez sea,
porque necesito,
que olvidé que las llaves
que abren puertas
también las cierran.

Me prometo estirar los momentos
hasta que el verbo sea hecho
que ya no haya techo
pero sí escaleras.

Y me repito no decir que el olvido
es un vino que se bebe en soledad;
y me repito no dar pasos en falso
ya nunca de nuevo jamás;
y deshilacho sin pena,
los lienzos confusos de la realidad.

Es cierto
que me vi y perdí
en el espejo sin fondo
de tus ojos que aun me miran
entendí y aprehendí:
los otoños con colores, 
las primaveras sin flores.

martes, septiembre 24, 2024

Construyendo destiempos

Nos miramos
desde la distancia
como se miran los ojos culpables
los ojos que ignoran
los ojos que olvidan.

No hubo motivos ni porqués
solo mirarnos a los ojos 
desde lo más hondo
calando en lo profundo
me miraste y te miré
silencio sin pena 
sin glorias
sin dobles intenciones,
con adiós.

jueves, septiembre 19, 2024

La intención es lo que cuenta

El hecho en sí
está vacío de contenido
la intención
con la que hacemos, 
resignifica 
tal vez por esto
es que a veces
no tener límites, limita,
que no esté claro
lo que es correcto 
y lo que no,
genera injusticia;
no ahondar en lo particular,
estigmatiza e invisibiliza
así como también
sucede que obviar lo diferente,
generalmente
discrimina.

Además, vale pensar,
que alentar no es hostigar
que criticar es opinar,
que la ropa no provoca
y que mirar mira
todo quien que tenga ojos.

Cabe recordar que
dar directivas no es abuso
y el que rechaza no es rebelde
no es de violento o mala gente,
decir basta cuando ya no se quiere.
No está alienado
el que en lo mismo, no cree.

Tampoco es un tirano
el que elegido por muchos
gobernando soberano
con la constitución en sus manos.

La cortesía
no debiera ser sexista,
decir que no, no es negativo
y es
por demás lógico
reaccionar por instinto
a la agresión pasiva
y constante.

Ser poco masculino
o femenina
no es patriarcal,
pues el género
es un concepto prejuicioso
utilizado por el otro
como argumento de poder.

Las ideas
con las que idealistas
acallan a la razón
son armas que escondidas
nos matan lentamente.

Ser humano y trascender
es aprender a procesar el fruto
que alguna vez nos fue prohibido,
menester es sopesar lo oculto
haciendo que lo inmanente
permanezca
pues además del qué se haga
la intención es lo que cuenta.

.

jueves, septiembre 12, 2024

Conjugación de lo imperfecto

Estás presente en mis sueños,
constantemente,
tan intangible y etérea como siempre
tan invisible y ausente por costumbre.
Es que estás dando vueltas,
rebelde, en todos mis sueños.

Andás por ahí  
segùn te recuerdo e imagino
distante e imperfecta 
con tus profundas grietas
e irreparables fisuras,
con tus perpetuas tristezas,
con tus sonrisas compasivas
y amarguras complacientes.

Estás ahí todavías con tus no, 
tus inmaduros adioses
y tus perpetuos olvidos
de quién sos, de quién soy, 
que la muerte existe.

Tal vez sea por esto que te sueño,
egoísta por sincera;
por entero, imperfecta; 
sieno tu imperfección, 
para mí,
la más maravillosa magia. 

Sí,
te sueño dedicada, 
tiránica 
humana,
tan humana,
que te sueño
y no puedo
nunca más dejar de amarte. 

domingo, septiembre 08, 2024

Ventanas en el laberinto

Y te asomás por la ventana 
y dependiendo donde vivas 
es el paisaje que ves
abriéndose frente a tus ojos. 
Puede ser una ciudad, 
el mar, un pueblo, la llanura,
un desierto de arena, de hielo
de pasiones, un bosque de silencio
un río de ilusiones
corriendo al margen
de una montaña de mentiras.

Pueden danzar frente a ti 
las palomas, las cotorra 
algún gato y tus perros
jugando con cualquier otra mascota
que pasea en tu jardín.

Sí,
dependiendo el dónde vivo 
es lo que existe frente a mí.

¿Pero es el lugar dónde vivo lo que percibo 
o dependiendo de quién sos 
es cómo y qué percibís de lo que es?

He hallado un infierno en el paraíso
y lo he sufrido
y he llorado
y postrado en el dolor de mis rodillas 
sonreí
comprendiendo que a todo laberinto
le cabe una salida. 

domingo, septiembre 01, 2024

Codo sin salida

Ya no quiero,
ya no puedo,
el tiempo y la vida me abruman
me asfixian 
me ahogan.

He dejado de reconocer mi propio rostro
en el espejo 
donde me veo
y pongo en duda
toda mi existencia.

He quedado detrás de mis deseos
y la única pulsión que existe 
susurra en mis oídos
ideas sordas que me obligan a callar 
y desconfiar
de mi probpia sombra. 

Duele, 
vivir sintiendo
que hemos perdido la posibilidad 
de reiniciar y empezar de nuevo.

domingo, agosto 25, 2024

Observaciones Silenciosas XV

La humanidad es cobarde por naturaleza
teme decir aquello que piensa
y en vez de pensar lo que dice
dice sin pensar
lo primero que se le atraviesa.

La humanidad teme aceptarse
como un remiendo de emociones
pone tantos valores en ser lo que no es 
que olvida ver lo perfecto en su ser.

Ofuscada
aja, hostiga y quita
aquello que anhela,
corrompiéndolo
corrompiéndose. 

La humanidad con pavor por la falta de control
vive aterrada con la idea de que exista
una realidad que es única en sí misma,  
por eso genera ficciones lógicas y explicativas
en donde obliga inmanente y de manera cohesiva 
aquello que desea pero no tiene,
aquello que añora mas nunca tuvo.

Vive, frustrada por completo,
entre el anhelo de lo que quiere
y la ambición por lo que no tiene.

Se niega el gozo de ser autosuficiente 
naturalizando como vano el milagro que es,
extraña el ayer sublimándolo
corrompe la plenitud de su hoy
con la esperanza de un mañana mejor 
en vez de buscar hacer y lograr.

Quién alcanza este axioma a su corazón
acepta la finitud del tiempo 
la imprudencia de la carne 
la importancia del momento,
ayuda a su espíritu a costruir temple y disciplina  
y alcanza el milagro de elegir quién ser.

La única verdad a la que debe aspirar el alma 
es asumir la valiente decisión de ser humano. 

sábado, agosto 17, 2024

Reencuentro -- Poema

Me doy el minuto que necesito para entender
que soy quien soy donde puedo y quiero ser.

Y me miro
con los ojos extraños de esta carne mía que me acobija
y la acaricio
con esas manos de piel que envejecida, aún ansían
seguir dando amor 
y también recibirlo.

La veo sonriéndome en el espejo leal
que hace tiempos me dice esa verdad
que primero negaba y que luego de aceptarla
ya no importa ni la espero
y humildemente la agradezco.

Noto, sin dolor ni impaciencia,
que lo que en otros se ha vuelto inexorable 
es en mí el qué de la experiencia.

En un minuto entiendo
que soy una estrella y un grano de arena,
que soy una gota de agua fluyendo a la deriva
en un cielo profundo que nunca termina.

martes, julio 23, 2024

Mejor que ayer - Canción


Yo

de andar tanto tiempo solo

olvidé el amor

y me vi medio perdido

ya sin senda ni camino

pero te encontré

y me hiciste bien

y sonreí

y te soñé...


Como hace tiempo no lo hacía

te soñé...

jugando con mil nubes de papel

te soñé.


Fui

a buscar muchas respuestas que no encontré

no aceptando tal destino

creyendo en mi mismo

te encontré

y me hacés tan bien

y hoy estoy tan bien

mejor que ayer

soy mejor que ayer

jugando con mis nubes de papel...


Me hace tan bien

ser mejor que ayer

mejor que ayer

uhh, uhhh...


Mejor

que ayer.

viernes, julio 19, 2024

Tal vez sea la pena del primer pecado

¿Nunca te pasó 
que desde atrás de los ojos 
de pronto te invade una nostalgia 
que pareciera que no te pertenece
pero que sin embargo
cala tan profundo en tu alma 
que se te anuda la garganta 
y tenés ganas de llorar a pata suelta
porque hay algo adentro que se desgarra?

¿Y qué pasa si esa pena realmente no es tuya,
ni mía,
sino de un alguien random
que de una manera u otra está ligada a vos
y por una cuestión de empatía 
se rompe también tu corazón
en el momento en el que nota 
que no todo es color de rosa?

¿o será que es algún tipo de karma?
alguna de esas miserias miserables
que venís arrastrando hace añares
de vida en vida, sin poder superarla 
empujándola con la vanalidad
con la que se empuja una piedra cuesta arriba 
mientras un cuervo te pica el hígado
y una gota de agua cae repetidamente
en el mismo lugar, en el cento de tu cabeza.

 

miércoles, julio 17, 2024

M.G.M.

Haciendo scroll me sorprendió tu foto
y así de pronto me quedé sin habla.

Sonreías
con todos los dientes,
con toda el alma,
como sonríen las flores al sentir la primavera
como sonríen los cauces al asumir el deshielo
como sonríen los ojos que presumen futuro en sus miradas.

Sonreías, 
tan grande y lindo, 
que de repente me olvidé
de todos los abismos que truncaron mis caminos
y aparecieron los puentes invisibles
que acercan a las orillas distantes
que unen las diferencias,
empatándonos,
empatizando.

Y vos sonreías tan grande y lindo
que también me olvidé de aquellos infiernos
a los que entré por la ventana
y salí por la puerta.

Y soñé,
estúpidamente despierto,
que mañana nunca es tarde para empezar de nuevo.

domingo, julio 14, 2024

Andando ando

Sabes que ya me he caído 
tantas veces de mi destino 
que ahora subirme de nuevo 
a esta barca con otro puerto
no me implica ningún esfuerzo 
ni tampoco algún hastío.

Ya no sueño en ninguna noche 
ni ensueño mis tiempos perdidos 
en el estío, mis recuerdos,
vehementes a otro reinicio
me repito a sotto voce: 
lo nuevo nunca es desafío.

Y me subo en las carriolas de los viejos carruseles y dando punza (y arte) latigo a los corceles invencibles de madera que bajan y suben como las mareas que trajeron mis pesadillas y se llevaron mis dulces sueños, hacia el atardecer, al morir la pleamar.

Vieja luna que andás sin vestido
sol que todo ya has visto
me postro a sus juicios vacíos, 
a todos.
El tiempo le cambia el sentido
a todo.
Aquello que tuve de austero
hoy, por necio, lo peco de viejo. 

Salgo del camino 
vagando sin rumbo fijo 
en ningún momento 
nadie se detuvo y dijo:
quédate, sos nuestro;
excepto tú. 

Andando ando,
entre pasos solitarios ya no me confundo
si quiera en lo oscuro,
bajo tu luz camino
siempre contigo.



viernes, julio 12, 2024

La busquedad de aquenio

Cuando las ansias
por comer un dulce durazno maduro te sorprendan en otoño,
deja pasar de largo la ansiedad,
el dulzor que añoras del durazno 
no estará allí hasta el verano.
Ocupate mientras tanto en realizar tus sueños,
no corras detrás de futiles deseos
que a quién eres, confunde.
Deja que el tiempo actúe
y confía en su sabia paciencia.

Si de ti no depende,
que entonces no turbe tu calma interior.

Cuando la ansiedad quiera adueñarse de tus acciones,
simplemente, no la dejes.
Inunda de paz tu mente,
equilibra el temple
y endulza tu alma.

No dejes de lado tu ser.

No cedas el control a nada, ni a nadie,
recuerda siempre que es tu vida
y en ella sólo tú decides.

De tí no depende 
que el durazno madure
que el sauco florezca 
pero sí
qué hagas mientras esperas.

Sin darte cuenta,
llegará el momento en el que
sin prisa pero con porqué
del tallo se suelten y vuelen
las semillas del diente de león
y tu alma en flor
sea dulce como el verano.

domingo, junio 30, 2024

Japanliebtmann

                   

Yo también amé en Japón.

Me impregné de aroma a sakura
bajo una lluvia casual de flores rosas y blancas,
caminé por sus callejas sin nombre 
buscando perdido mi identidad y destino.

Desde el peñasco, mientras nevaba, miraba el mar.

Vibró bajo mis pies la distracción de Daimoyojin
y pude ver, en la desprotegida orilla,
en las olas que venían sin piedad
las necesidades de Namazu
 y que todos queremos:
                         Libertad de acción y mutuo respeto.  

Sentí el corazón apretado y lleno de miedo
por andar tan aislado en medio de un mundo plagado
de monstruos paridos por egos heridos, malditos guerreros
y ponencias nucleares.

Yo también me incliné ante a todo  
y no miré a nadie directo a los ojos,
ni a los árboles, ni a las flores, ni a los monolitos ni a las figuras;
y es tal vez por eso que lloré, desconsoladamente, en Aokigahara,
pues cuando el otro deja de ser parte de uno 
y tu ikigai ha dejado de brillar,
tu destino se vacía de preguntas.

Añoro –de alguna manera extraña– 
las bellezas de esta tierra despreciada por sus vecinos,
azotada por sus tradiciones,
inmersa en sus convicciones
y obligada a doblegar esa rebeldía del ser humano 
de hacer lo que se le encante el orto 
sin importar lo que suceda al lado. 

Yo también amé en Japón.

Tuve esa inmanencia de ser japonés,
y sufrí sus costumbres 
y gocé sus delicias
aunque claro, en otra vida;
a la que no recuerdo 
pero que insiste en permanecer en mi alma 
como una nostalgia imposible 
como una necesidad que persiste
a pesar de no tener importancia.

sábado, junio 29, 2024

Del eras al ser -- Poema

Vuelvo al lugar de partida,
reconozco esos viejos horizontes transitados 
de los que no siento nostalgia ni rechazo.

Mis pies tienen cayos y asperezas
pues caminaron ya esos caminos.
A veces las durezas de camino
nos vuelve más sabios;
las otras veces,
alimenta al necio que guardamos dentro.

Por eso vuelvo,
a este lugar que alguna vez fue hogar 
de aquello que era pero no seré jamás. 
Vuelvo a este refugio en donde lo malo es conocido 
y lo que era desconocido ya se ha hecho amigo 
o quedó muerto en el camino
que desandaron mis pies cuando se echaron a andar. 

Soy también este niño eclosionado, 
soy también este hombre deconstruido. 
Aquí están mis alas chuecas, mi ceño fruncido 
y la esperanza de bolsillo que siempre llevo 
aún cuando no voy a ningún lado.

No importa que no estés junto a mí.
Te llevo adentro y sos parte de quién soy,
a pesar de tus miserias 
gracias a tus dones.

Ya hemos muerto tantas veces
que una más, sólo alimenta la aquiescencia
de ser quien quiere y entonces, puede.

domingo, junio 16, 2024

Descalzos ante el tiempo

Te juro que quiero ir despacio,
con la cautela que merece aquello que vale la pena,
pisando cuidadoso, 
no por temor al terreno lodoso
sino porque me gusta cuidarte 
y caminar codo a codo
entre infiernos, cielos y paraísos.

Estando con vos
no siento que arriesgo nada,
porque sos todo lo que quiero
y en mis sueños te vi
haciéndonos realidad. 

Y te juro que quiero ir despacio,
por eso me saqué ambos zapatos 
y me senté en la puerta de casa a mirar tu reloj sin tiempo
y a pensarte y extrañarte y sonreirte
mientras espero
despertar
y darte un beso.

lunes, mayo 20, 2024

Me gusta cuando callas -- Poema

A veces el silencio no es una ausencia,
a veces el silencio es una pausa,
una ayuda reflexiva de no irse a la mierda
golpeando cualquier puerta
y ya no volver
donde nunca quisiste estar.

No es un acto iracundo 
el poner al mundo en su lugar 
e ir acomodando, de a poco, 
a los patitos que olvidaron
qué le toca a quién dentro de las filas.
Incluyéndonos. 

A veces, llamarse al silencio
es recordar que uno mismo también existe
en ese lugar oscuro al que nunca la luz acostumbra.

A veces, llamarse al silencio, 
es situarse en la contemplanza es entender 
que a pesar de nuestra abundancia 
muchas veces, no podemos hacer nada 
más que aceptar que lo que es, es 
y seguir adelante.

lunes, febrero 26, 2024

Yo quiero grande a mi país, a mi provincia, a mi ciudad.

Son todos unos hijos de puta malparidos
los que tienen y tuvieron el honor de administrar nuestras riquezas
pero nos robaron mientras dirigían la batuta
de paso malobraron mientras sonaba la más maravillosa música;
malograron gerenciando la carencia,
y hoy quieren seguir robando la confianza, 
la fe, la disciplina, el estudio, el trabajo,
los dejamos e hicieron que la verdad pierda valor 
y que hoy no sepamos de qué se trata, si quiera,
la estrella que brilla en nuestra bandera.

Ya no hay bandos, argentinos,
misma mierda misma olor, todo es lo mismo,
estamos todos manoseados en el mismo lodo
y sin destino posible más que soluciones tristes
que nadie quiere y a unos pocos les conviene.

Y esos pocos son los hijos de puta,
los que mataron a los que pensaban diferente
los que encarcelaron a los que creían diferente
los que se sacrificaron para que fuera diferente
los que la siguen a ultranza contra el que ve lo diferente
los que paran porque sienten diferente
los que por dinero bailan o dejan de bailar porque la música es diferente
los que ya no creemos en nada
y por cansancio nos han quitado la esperanza
somos también unos hijos de puta.

Montones de pibes sin escuela
montones de platos sin comida
montones de familias sin casa
montones de deudas 
argentinos somos sin hogar.

No importa en qué vereda estés parado
estamos haciendo mierda todo
y ha quedado demostrado
que ni a nuestro hermano le importamos.
Hemos transformado a nuestro pueblo grande
en una manga de granujas miserables
en donde vale más el atorrante
que aquel que pelea contra el hambre.

Vaáyanse a cagar, 
en hilera
y por favor no vuelvan. 


jueves, febrero 22, 2024

Duo gladii bellatoris Domini

Cuando creí que el bosque no podía estar más oscuro,
el sol asomó por el horizonte a todas las sombras 
de verdes arbustos plagados con dulces frutos
de árboles imponentes, trémolos, iracundos,
de hojas muertas que al bosque anegan.
Ante tanta magnificencia y gloria
mis temores se hicieron dueños 
de mi hoy, de mi ayer, de mí 
y siendo pleno mediodía 
caí en mis rodillas 
y abandoné
y abdiqué
y perdí.  

Sé lo que es rogar.
He sentido a la miseria
crecer y apoderarse de mí,
tuve al vacío apretando el pecho
diezmando las alternativas plausibles
y apabullando la fe depositada en el futuro. 
Connivente, aprovechó la soledad y pateó mi alma
en aquellos rincones vulnerables, escondidos y olvidados
que, a fuerza de pasados sin nostalgias, me vi obligado a dejar atrás.
No me avergüenza decir que sentir nos agobia y nos hunde en sórididos infiernos.

Hoy entiendo a Dios conmigo
lleva la criba que elige caminos 
y va;
yo voy tras él
con la confianza ciega
que venga lo que venga
tengo la fuerza interna
para amanecer
y volver a levantarme.

miércoles, febrero 21, 2024

Grano de arena

Me resisto al olvido
a transformarme en las cenizas que piso
a dejar atrás lo que seré 
y abrazar lo que ya no es 
siendo el ser
sólo un sórdido recuerdo.

Me resisto al paso del tiempo
aunque deja mella en mi camino;
miro, aún fresca la huella en la orilla del río, 
me recuerda que ahora existo
y que no todo lo que he ganado
tarde o temprano estará perdido.

¿Serían tan verdes las praderas que hoy recuerdo?
¿Por qué el ocre marchito del bosque otoñal todavía me sabe a nostaliga?
¿Quiénes exigen mi presencia
son los mismos, que sin pausa,
me llaman y atormentan?

No pretendo que sean dulces las caricias
del sol,
de la brisa,
de la lluvia,
si el último abrazo
le pertenece a la tierra.

No me mal entiendas
soy más de aquí que del otro lado,
nada de lo que fui lo he olvidado
ni me perdí en el sin querer
de este juego sin parates
en el que coqueteo
con la vida y con la muerte.


jueves, febrero 01, 2024

Más vale bien acompañado

Uno no entiende nunca
qué tan cerca de la muerte duerme
hasta que despierta
y se encuentra
que a los pies de la cama
descansa la parca
que con ojos llenos
y una dulce sonrisa
se acicalaba mientras dormíamos.

Esta mañana su mano de hueso
se ha posado sobre mi frente delirante en fiebre
y sus dientes ososos me han besado sin labios.

No dormiré solo
en el más allá de esta noche
ni ninguna otra, supongo,
aunque las sombras y la soledad
se han apoderado del adiós
y del otro lado de la cama.

jueves, enero 25, 2024

Observaciones silenciosas - XLXVIII

En el silencio y la soledad

se despliegan las alas de la verdad,

sin crítica, ni juicio,

esto que percibimos

es apenas una ínfima parte de quienes somos.


No somos aquello que en la intimidad deseamos,

no somos aquello que por la sociedad transformamos,

no somos aquello que los que miran, opinan;

somos quienes somos 

y aceptarnos así, 

es el primer paso que se da

una vez que dejamos detrás

el haber hecho todo lo posible 

para limpiar la muda de piel
y la sangre derramada, 

por intentar satisfacer a nuestro ego

tratando de agradarle al otro.


El otro y el ego
no son enemigos de los que alejarnos debemos; 

en cambio, 

son peldaños ineludibles en el camino hacia nosotros mismos.

Ambos, 

son sombras que debemos abrazar 

y hacerlas parte de la maravilla de ser quienes somos

y para la que hemos nacido.

Cuando comprendemos
que lo maravilloso de la vida es ser quienes somos,
asimilamos nuestra oscuridad
nos apartamos del miedo, 

potenciamos nuestros dones
y evolucionamos,

abrazando los imponderables 

y obramos 

dejando la soberbia de lado.


El acto más valiente en nuestras vidas

es aceptar que somos como hojas que a la deriva.

Las fuerzas superiores del tiempo y del viento

llevan a través del lógico camino del azar

la sucesión de momentos nuestros 
hasta el inexorable fin.


Hazte a la idea que Dios, 

no es el rector de tu destino, 

sino,

es la energía que nos acompaña y aconseja, 

para alcanzar inmaculados, 

nuestra propia esencia.