De pronto
y como si nada
me llegó la muerte
la inesperada
la que ignoramos
la que ni siquiera pensamos.
De pronto
casi sin querer
llegó sorpresivo ese momento
y yo en alpargatas
sin cajón
sin siquiera una vida que recordar
y que pase como fotogramas
por delante de mis párpados yertos.
De pronto
los que amaron me rodearon
y mancharon sus pañuelos
con mocos, rimel y lágrimas.
Y algunos reían de viejas anécdotas
y otros repetían historias
que jamás sucedieron realmente.
De pronto
hubo un alguien en algún rincón
que desajustó su corbata
se fregó la frente y volvió a revisar
los papeles que en un maletín traía.
De pronto
carraspeó y sonrió nervioso
y con gesto adusto
me explicó no sé qué cosa.
Entre gritos y corridasabrí los ojos
como si la muerte fuera
un momento que a quien le importa
mientras transitamos
entre esto y aquello.
y como si nada
me llegó la muerte
la inesperada
la que ignoramos
la que ni siquiera pensamos.
De pronto
casi sin querer
llegó sorpresivo ese momento
y yo en alpargatas
sin cajón
sin siquiera una vida que recordar
y que pase como fotogramas
por delante de mis párpados yertos.
De pronto
los que amaron me rodearon
y mancharon sus pañuelos
con mocos, rimel y lágrimas.
Y algunos reían de viejas anécdotas
y otros repetían historias
que jamás sucedieron realmente.
De pronto
hubo un alguien en algún rincón
que desajustó su corbata
se fregó la frente y volvió a revisar
los papeles que en un maletín traía.
De pronto
carraspeó y sonrió nervioso
y con gesto adusto
me explicó no sé qué cosa.
Entre gritos y corridasabrí los ojos
como si la muerte fuera
un momento que a quien le importa
mientras transitamos
entre esto y aquello.