No es cierto, nada termina,
por ende nada comienza.
Es la vida peregrina
a la que miden con lienza.
La ignorancia es la endorfina
que tensa y arruga la bienza,
Distraerse es lo que arruina
el madurar de la simienza.
De qué sirven las querellas
cuando el tiempo en su pasar
tras de sí borra las huellas.
Siempre habrá olas en el mar,
y en el cielo habrá estrellas;
no hay por qué desesperar.
por ende nada comienza.
Es la vida peregrina
a la que miden con lienza.
La ignorancia es la endorfina
que tensa y arruga la bienza,
Distraerse es lo que arruina
el madurar de la simienza.
De qué sirven las querellas
cuando el tiempo en su pasar
tras de sí borra las huellas.
Siempre habrá olas en el mar,
y en el cielo habrá estrellas;
no hay por qué desesperar.