de mis momentos más ríspidos
de los que guardo recuerdo
que no escapa, que no olvido.
Tengo con él un acuerdo,
el más férreo que he tenido,
gracias a esto es que estoy cuerdo
y mi senda he conseguido.
Ante el ojo de la gente
he muerto ya mil y un veces
pero en lo hondo de su mente
del temor vivo con creces
pues me usan malamente.
¡Vuestra fe huele a heces!
1 comentario:
siempre es grato leer poesía pero es aun mejor cuando esta intenta romper las cadenas impuestas por la sociedad y la falsa fe
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