lunes, abril 19, 2021

Sentipensarte -- Poema

Wilber tocaba la gaita
en una banca marcada
con una equis blanca 
hecha con cinta aisladora
o pintura al agua
ya no lo recuerdo.

Todos los días 
al atardecer se sentaba
y con su gaita llenaba de salsa
a los paseanderos de la plaza
de armas al centro coronaba.

Entre tantos 
al filo de una mesa estaba 
sentada una dama 
que licuado tomaba 
y en sus ojos soñaba
con trascender el mar.

Y sonreía.

Hay recuerdos que no son míos
mis lindos amigos,
hay recuerdos tan vividos por gente que quiero
que los veo en mis memorias 
como algo que en mi corazón lo vivo
con especial alegría.

Estés donde estés, 
esta sonrisa de mañana de otoño
es tuya,
y es para siempre.

No hay comentarios.: