Crujió la puerta, y las bisagras añejas y las maderas húmedas del suelo
sacaron su olor guardado desde hace tiempo.
No había en su memoria huellas de pisadas
ni la caricia de los trapos embebidos en cera con promesas de lustre y protección.
El aire que entró súbitamente ausentó el espacio de aquellos olores que
desagradables, en el tiempo, parecen asentarse, acentuarse.
Los humedales en las paredes se pintaban abstractos, esqueléticos,
con formas de neuronas en sinapsis escapando del alzheimer.
La sombra oscura crece más por dentro de aquellos pensamientos
de los que se quiere huir. ¿Cómo escapar de mí? ¿Cómo recuerdo
el camino de llegada si no me acuerdo de cuándo partí?
Ningún rincón suena como entonces, ni los aromas se ven igual,
las ososas sombras del pasado hoy son fantasmas que al todo
transforman y distorsionan dándole la bienvenida al olvido.
sacaron su olor guardado desde hace tiempo.
No había en su memoria huellas de pisadas
ni la caricia de los trapos embebidos en cera con promesas de lustre y protección.
El aire que entró súbitamente ausentó el espacio de aquellos olores que
desagradables, en el tiempo, parecen asentarse, acentuarse.
Los humedales en las paredes se pintaban abstractos, esqueléticos,
con formas de neuronas en sinapsis escapando del alzheimer.
La sombra oscura crece más por dentro de aquellos pensamientos
de los que se quiere huir. ¿Cómo escapar de mí? ¿Cómo recuerdo
el camino de llegada si no me acuerdo de cuándo partí?
Ningún rincón suena como entonces, ni los aromas se ven igual,
las ososas sombras del pasado hoy son fantasmas que al todo
transforman y distorsionan dándole la bienvenida al olvido.
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