Una esquina y un buzón
una mujer de piernas largas
que ya no fuma
pero de pies a cabeza lleva
esa actitud tan porteña
de tener un vicio encima.
La luz tenue que invita
a romances anónimos y fugaces
o al asalto y malandraje
tan común de las ciudades.
Lobos y zorros al acecho
de ovejas y corderos
que por mirar al suelo donde pisan
sin consuelo lloran víctimas
de aquellos que primero
supieron dar puntada a tiempo.
Tres mil tacos han dejado
su huella imperceptible
en la baldosa que pisaron
Gardel y Leguizamo
Galtieri y Esquivel
Borges y Menéndez
Leloir y Maradona
que brillaron en la historia,
que opacaron a la historia.
Buenos Aires es mistura insana
de colores, calores y vivencias
que han tenido trascendencia
formando una propia raza
conocida en todo el mundo
por su soberbia altanera
que dio vueltas a la tierra
y dio fama a la Argentina
lugar que da materia prima
a todo el que lo necesita.
Ese es mi Buenos Aires
un enjambre obsecuente
de obsenidad insolente
que se entrega a la lujuria
a la vidurria y al placer
que al medio aborrece
yéndose hacia lo extremos
separando el que del quién
reinventando el cómo haremos.
una mujer de piernas largas
que ya no fuma
pero de pies a cabeza lleva
esa actitud tan porteña
de tener un vicio encima.
La luz tenue que invita
a romances anónimos y fugaces
o al asalto y malandraje
tan común de las ciudades.
Lobos y zorros al acecho
de ovejas y corderos
que por mirar al suelo donde pisan
sin consuelo lloran víctimas
de aquellos que primero
supieron dar puntada a tiempo.
Tres mil tacos han dejado
su huella imperceptible
en la baldosa que pisaron
Gardel y Leguizamo
Galtieri y Esquivel
Borges y Menéndez
Leloir y Maradona
que brillaron en la historia,
que opacaron a la historia.
Buenos Aires es mistura insana
de colores, calores y vivencias
que han tenido trascendencia
formando una propia raza
conocida en todo el mundo
por su soberbia altanera
que dio vueltas a la tierra
y dio fama a la Argentina
lugar que da materia prima
a todo el que lo necesita.
Ese es mi Buenos Aires
un enjambre obsecuente
de obsenidad insolente
que se entrega a la lujuria
a la vidurria y al placer
que al medio aborrece
yéndose hacia lo extremos
separando el que del quién
reinventando el cómo haremos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario