Desde el cordón Caulle
con la furia que emana
de las entrañas de la tierra
ha pintado el paisaje en cepia
sobre el clásico multicolor
con el que en otoño se viste
la golpeada Patagonia.
Hija de terremotos y erupciones
seca y fértil por los vientos
que arrecian sus estepas
y descargan sus humedades
en la esbelta cordillera,
que sabe ser multicolor
en otoño y primavera
verde polvorienta en el estío
y cuando en pleno invierno abraza el frío
con un manto virginalmente blanco
cubre sus desvergüenzas.
Nada es lo que era
ni siquiera pareciera
ser paisaje de esta tierra
plantas, lagos y hasta el cielo
de cenizas se han cubierto
se acurrucan los corazones
se apretujan las tristezas
crecen las desilusiones
y se acallan las pasiones
mueren pastos y ganados
mueren fuerzas y esperanzas
hasta que una lluvia fresca
viene cae cura y lava
las cenizas se recluyen
y de la nada vida fluye
Como el fénix se renace
con empuje amor y fuerza
nadie hay en esta tierra
que luchar ya no quiera
reverdecen la araucaria
la retama, y el lupino,
hasta el pájaro escondido
va saliendo de su nido
y al sol canta su trino
pues ha de ser muy bienvenido.
Detrás quedó el paisaje en cepia
la lluvia lo fue lavando
la nieve lo fue ocultando
y el viento lo fue llevando
dura prueba esta experiencia
de vivir el color cepia
por un volcán que por envidia quiso
sepultar el bello hechizo
que tiene la Patagonia
con cada uno de sus hijos.
con la furia que emana
de las entrañas de la tierra
ha pintado el paisaje en cepia
sobre el clásico multicolor
con el que en otoño se viste
la golpeada Patagonia.
Hija de terremotos y erupciones
seca y fértil por los vientos
que arrecian sus estepas
y descargan sus humedades
en la esbelta cordillera,
que sabe ser multicolor
en otoño y primavera
verde polvorienta en el estío
y cuando en pleno invierno abraza el frío
con un manto virginalmente blanco
cubre sus desvergüenzas.
Nada es lo que era
ni siquiera pareciera
ser paisaje de esta tierra
plantas, lagos y hasta el cielo
de cenizas se han cubierto
se acurrucan los corazones
se apretujan las tristezas
crecen las desilusiones
y se acallan las pasiones
mueren pastos y ganados
mueren fuerzas y esperanzas
hasta que una lluvia fresca
viene cae cura y lava
las cenizas se recluyen
y de la nada vida fluye
Como el fénix se renace
con empuje amor y fuerza
nadie hay en esta tierra
que luchar ya no quiera
reverdecen la araucaria
la retama, y el lupino,
hasta el pájaro escondido
va saliendo de su nido
y al sol canta su trino
pues ha de ser muy bienvenido.
Detrás quedó el paisaje en cepia
la lluvia lo fue lavando
la nieve lo fue ocultando
y el viento lo fue llevando
dura prueba esta experiencia
de vivir el color cepia
por un volcán que por envidia quiso
sepultar el bello hechizo
que tiene la Patagonia
con cada uno de sus hijos.
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