En el silencioso jardín
donde de cuando en vez reposo
mis ímpetus nerviosos
y mis ojos que nada ven
hace mil años atrás
sin querer y sin saber
un pequeño gorrión
se posó sobre mi pierna
trinó un par de melodías
se refregó contra la tela
vieja de mi pantalón
y así como llegó
levantó vuelo y se marchó.
Desde hace un milenio
que sigo saliendo día tras día
dejando en la alberca
un poco de agua fresca
y en un pequeño plato redondo
echo un puñado de migas de pan
me siento
impaciente y silencioso
esperando tener la suerte
que el pequeño gorrión vuelva
y así poder contarle
todo lo que me ha pasado
desde su última visita.
donde de cuando en vez reposo
mis ímpetus nerviosos
y mis ojos que nada ven
hace mil años atrás
sin querer y sin saber
un pequeño gorrión
se posó sobre mi pierna
trinó un par de melodías
se refregó contra la tela
vieja de mi pantalón
y así como llegó
levantó vuelo y se marchó.
Desde hace un milenio
que sigo saliendo día tras día
dejando en la alberca
un poco de agua fresca
y en un pequeño plato redondo
echo un puñado de migas de pan
me siento
impaciente y silencioso
esperando tener la suerte
que el pequeño gorrión vuelva
y así poder contarle
todo lo que me ha pasado
desde su última visita.
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