jueves, octubre 22, 2020

La primera Gorgona -- Poema


Me quedé viendo cómo pasaba
pasmada ante las tantas maneras distintas
que tiene la vida de presentarte
frente a aquellos desafíos que nos potencian
o petrifican.

El viento erizaba mis cabellos que como serpientes
subían y bajaban, dando dentelladas invisibles
al enemigo que obsecuente y persistente,
de mí, las historias precedentes,
ya todo le habían dicho.

Las comisuras de mis labios cayeron empujadas,
tal vez, por las lágrimas que rodaban por hartazgo, por cansancio,
tal vez por el mismo peso que tiene la gravedad de todo asunto
o por la liviandad, con la que la vida nos presenta
desafíos que potencian o petrifican.

Entendí que todo era igual y nada nunca cambiaría
que tanto en el cielo como en el infierno
esclavos seremos de quien ajusta y aprieta,
hoplitas inocentes de una historia interminable
de una lucha inacabable, de la cual, es imposible no ser parte.

Ante tal epifanía sentí temblar las piernas
a mis brazos perder fuerzas, a mi alma caer entera y de a pedazos
en el abismo más oscuro, en el que me identifiqué y abdiqué
cualquier posibilidad de floreciente futuro.
Me dormí, a sabiendas, que al fin, perdería la cabeza.



No hay comentarios.: