Yo no soy yo
ya no soy quien era
ni quien ya seré.
No soy el de la estación Agüero de subte
ni el de la línea 12 que me llevaba a dos colegios distintos
no soy el miserable traidor
ni tampoco soy el mísero traicionado.
Ya no... ya no soy yo ese quien ya era.
El despadrado primero
el exiliado segundo (o el quinto exiliado)
el deshermanado en terceras
el desmadradro por cuarto
y andá a saber lo que vendrá después
tal vez por miedo
o por respeto al destino
es que no guardo curiosidad de esto.
Dejé de ser yo cuando entregué mi tiempo a otros
para sobrevivir
para que cuando abriera mi boca
no fueran solo bocanadas de supervivencia afuera del agua.
Cuando entregué mi corazón
cuando perdí mi alma
cuando me dí cuenta
que no hay algo ya que la pena valga.
Dejé de ser yo
cuando al mirarme en el espejo
algo en mi comprendió
que la carne es solo un proceso.
ya no soy quien era
ni quien ya seré.
No soy el de la estación Agüero de subte
ni el de la línea 12 que me llevaba a dos colegios distintos
no soy el miserable traidor
ni tampoco soy el mísero traicionado.
Ya no... ya no soy yo ese quien ya era.
El despadrado primero
el exiliado segundo (o el quinto exiliado)
el deshermanado en terceras
el desmadradro por cuarto
y andá a saber lo que vendrá después
tal vez por miedo
o por respeto al destino
es que no guardo curiosidad de esto.
Dejé de ser yo cuando entregué mi tiempo a otros
para sobrevivir
para que cuando abriera mi boca
no fueran solo bocanadas de supervivencia afuera del agua.
Cuando entregué mi corazón
cuando perdí mi alma
cuando me dí cuenta
que no hay algo ya que la pena valga.
Dejé de ser yo
cuando al mirarme en el espejo
algo en mi comprendió
que la carne es solo un proceso.
2 comentarios:
Otoño enfermo y adorado
Morirás cuando por las rosaledas avente el huracán
Cuando nevados estén
Los vergeles
Pobre otoño ...
En lo mas alto del cielo
Planean unos gavilanes
Sobre las ninfas sin malicia de verdes cabellos y enanas
Que jamás amaron
El viento y el bosque llorando
Todas sus lágrimas de otoño hoja a hoja
Las hojas
Pisadas
Un tren
Que pasa
La vida
Fluye
Poeta ...
Nada fluye en el estanco charco
el agua dadora de vida se pudre
hasta secar a su absorbente tierra
No lloran las ninfas la muerte del Fauno
las espinas de las rosas no tienen
en quien hincar su veneno para proteger
los aromáticos y delicados pétalos
Eres tu, tormenta borrascosa,
quien vierte lágrimas y gritos sobre
esta muerte inexorable que se aproxima
Es cierto, a lo lejos pasan el trenes,
silban la misma canción que a todos acongoja
escapan del destino pero al destino van,
nuestra es su triste paradoja.
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