domingo, enero 08, 2023

A la vera de un destino posible

Y un día que mis pasos no tenían destino propio
hubo un banco a orillas de un próximo atardecer
que sin querer los invito detenerse un rato;
el silencio que traía el horizonte olía a tardanza,
sin embargo,
los pies del reloj caminaban sin apremio
pues sabían que su vida era un continuo retorno
y es por eso, seguramente,
que creen haberse vaciado de sentido
y ahora eligeb ser la sombra preferida existente
entre mi obligada inocencia y las huellas que he dejado hasta llegar aquí
ante tus ojos, que sin mirame,
pensando en mí,
suspiran.