tiene un dejo de nostalgia tras del hombro
escondida en el rabillo del ojo
siempre se parapeta la razón de la esperanza
y nos susurra, algo que casi apenas percibimos
pero igualmente, sonreímos.
Hay sin embargo en un recóndito espacio
entre lo que es y lo que el ojo quiere ver
una luz de realidad
que distorsiona el pasado y nos transforma
en una máquina boba
que olvida que el ahora
es la única verdad
de toda la esencia.
Cuando encuentres el camino de regreso
no olvides que la casa de la infancia
es otra fantasía de una mente retorcida
que no encuentra el equilibrio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario