Cada vez que te sueño
abandona el tal vez
su condición de paraíso.
Se rompe así muy dentro mío
eso que siempre desee tener
pero olvido que realmente tengo.
No sé si te pasó
tener algo en tu mano
e igualmente
buscarlo por todos lados;
no sé si te pasó
tener algo frente a tus ojos
y perderlo de vista.
Seguro que sí
–es imposible que no sea así–
parece ser nuestra naturaleza
negarnos a ser quién somos
y buscar alcanzar ser,
aquella idea
que desde afuera se plantea:
¿Te has deseado feliz?
Aceptá quién sos y selo.
¿Te has deseado libre?
Aceptá quién sos y selo.
¿Te has deseado amado?
Aceptá quién sos y hacelo.
La vida es corta,
de vos y tus quehaceres depende;
aunque duela o cueste, nunca dejes,
que creencias o ideales foráneos
sean los que rijan
las huellas de tus pasos.