Esperaba sin querer
que la cura existiera
sin siquiera medicarte.
Oraba sin saber
que quizás no quisieras
siquiera mejorarte.
Tuviste sin tener
aquello que vieras
sin siquiera esforzarte.
Y ahora tu deber
aunque reniegues y no quieras
es dividirte y multiplicarte.
No puedes morir pues eres muerte,
no puedes vivir pues eres vida,
no puedes jugar pues eres suerte,
no puedes volver, pues vas de ida.
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