"...María se estremecía al
escuchar a Alberto Cortez cantando
Castillos en el aire.
Yo la miraba y quería
ese estremecimiento en mí..."
Ricardo Blitz
Lo recuerdo los vientos del norte llegaron
y golpearon la puerta hasta derribarla
exigían un alquiler y unas expensas
de un algo que jamás les había pertenecido y
sin embargo lo creían propio
Recuerdo que los vientos del sur
también llegaron y alzaron a las muñecas
violentas rompieron filas, cadenas,
toda la educación recibida
la tiraron por la misma tubería
por donde suele escapar la mierda.
Y nos acorralaron
y nos sacaron las tazas plásticas de te
y las humeantes ilusiones de calidez y compañía
y nos arrancaron de nuestras sillas
y rompieron nuestra mesa
y nos picanearon y nos obligaron
a repetir el nombre de su Dios tantas veces
que nos olvidamos que nosotros mismos
alguna vez habíamos existido
Olvidamos los enchufes,
las bombitas, las muñecas,
y las finas porcelanas heredadas
de una abuela cascarrabias
Hoy añoro la vieja casa
el roto cristal
el manchado espejo
tu mirada esperando el beso
mis labios, tu estremecimiento
1 comentario:
Mientras nos despedíamos con un beso
frunciste un poco el ceño.
El estanque al final del año
baja su párpado gris.
Un hielo verde-gato se extiende
sobre el césped de enfrente.
Las cicutas son la única
cosa joven que queda. Tú te has ido.
Yo hiberné bajo las sábanas
anoche, sin dormir hasta que el amanecer
vino como un crepúsculo y las hojas de roble
susurraron como dinero, obstinadas.
Las cicutas son la única cosa joven que permanece. Tú te has ido.
Poeta ...
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