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que la disfonía de mis letras
había sido tan profunda
que sin querer contagió
a mi vieja lapicera...
Creíste que el tiempo se había reído de mí
y que por un momento
en él me había perdido
y no sabía si ahora era ayer
o ayer será mañana...
a modo de secreto te cuento qué me pasa,
no creo en el tiempo
y es por eso que a veces
me olvido que el tiempo existe
y no sé si ayer será mañana
o si ahora... cuándo es ahora?
Lo que si, y esto es algo
de lo que puedo estar seguro,
es que no importa el tiempo
si trabajás en lo que querés
cualquiera es un buen momento,
y que las letras persisten
más allá del funeral
de la tinta que las crea
y de la lengua que las envenena.
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