Quisiste escapar
esconderte tras un deseo
silencioso y sin sentido
lejano y silente
entre las sombras esconderte
ser otro,
cambiar la imagen,
el motivo
tu color de aura
la esperanza
pero fueras donde fueras
te encontrabas siempre con vos mismo
lucieras el vestido que lucieras
cambiaras tu peinado
tus formas y maneras
siempre seguías siendo vos
y de vos no pudiste escapar nunca
pero corriste por doquier
perdido de vos mismo
te arrojaste hacia el abismo
sin saber, que siempre,
hay red donde caer
sin entender, que nunca,
irás más lejos que tus pies.
Quisiste ser otro
cambiarlo todo por nada
y en el errante rumbo
descubriste que el mundo
era pequeño para tus pies
y que tus pasos
de otros, eran más largos,
y te creíste diferente a los demás
y por más, te volviste indiferente.
Ya no te escondes
ahora te muestras petulante
con tanto orgullo andante
que tu nariz apunta al cielo
y tus ojos de lo alto
olvidan ver el suelo,
que tu mano al sol tapa
y te hace sombra,
que al pasado lo ignoras
y no escombras.
Ten cuidado caminante
el ego es arma de doble filo
que si es poco te abandonas
y si es mucho es un vampiro
que a lo bueno que tienes mata
y a los que bien te quieren,
malamente hiere.
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