Pude llegar a vos
a lo más profundo
bucear en tu intimidad
y ser ese demonio fiel
que alegra al corazón
y que al alma vuelve deferente.
Pudiste llegar a mi
y ser el ángel nocturno
que roba las semillas
de la prosperidad
e incubar en vos
todos mis miedos y esperanzas.
Pudimos lograrlo todo
puesto que teníamos todo para ser
lo que todos quisieron
mas nunca llegaron
por haber olvidado
lo más importante.
Pudimos, pero no lo logramos.
Ni el ángel ni el demonio
pudieron doblegar y callar nuestros egos
que desde lo alto de nuestras necedades
sentenciaron nuestro romance
en un sórdido y total fracaso.
Adiós, mi posible ángel,
adiós mi oscuro demonio,
cierro la puerta de este infierno paraíso
entre lágrimas de duelo.
El suelo no es esto que piso,
el cielo no es donde me dirijo.
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