soltar tu mano
pero estar cerca,
siempre.
Debo dejar que te tropieces
y enseñarte a levantarte,
y después aprender
a darme cuenta,
que ya podés
hacerlo solo.
Debo enseñarte a volar
proveerte las plumas
demostrarte los esfuerzos
y en pleno vuelo
aceptar,
que tanto vos como yo
tenemos cada uno
su propio y particular sino.
Tengo que ser firme
y con el tiempo diluirme
dejando tan solo una impronta
que te transforme y te logre
en un alguien libre.
Debo entender
que a pesar de verte
tan chiquito y tan frágil
sos un ángel que busca
lograr su propósito
y alcanzar su propio destino.
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