Por estos días años atrás
supo en el aire haber olor a muerte,
los ríos desbordaban por el llanto
de aquellos que se quedaron
sin entender por qué
estaba pasando eso
que nadie supo o pudo
detener a tiempo.
Por estos días años atrás,
la ambición era tanta
y el ego tan necio
que apenas se comprendía
cual era, de todo, el riesgo
y muchos se arriesgaron
y entonces fueron
(aunque más bien los mandaron)
y de esos muchos que partieron
hubo aún más que no volvieron,
porque los que se van no son los únicos
que nunca más regresan,
hay algunos que aún están
esperando por muchos de esos
que una vez se embarcaron
y aún hoy no han regresado.
Con aquellos que se fueron
(o más bien que los mandaron)
sin querer queriendo se llevaron
la fe, el amor y la esperanza
de aquellos que en vano esperan
que suene dos veces,
como antaño, el timbre de sus casas,
y puedan devolverles en un abrazo
todo aquello que se llevaron
aquel día en que se fueron,
o más bien cuando
sin boleto de regreso,
al frente, los mandaron.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario