Con ustedes Hasta que el ego me deje de nuevo. Subido al Blog el 14 de Noviembre del año 2006.
HASTA QUE EL EGO ME DEJE DE NUEVO.
Bueno, renuncio. Renuncio al modo mediocre de seguir adelante renuncio al miedo del no te metas, renuncio a la mala manera al equívoco necio, a la mala praxis, a la falsa honestidad y a la honestidad brutal también renuncio. Renuncio a la estupidez, a la inteligencia y a todas las reglas y aparatos de medición existentes sobre la tierra.
Renuncio al falso amor a la falsa idolatría, a las religiones y a escoger un color entre todos los colores. Renuncio a la hipocresía y a los hipocráticos, a los hipódromos, a las hipodérmicas y a la hipocondría; desdeño desde ya y para siempre, al desdén y a la fatiga, a la mala templanza, a la mala leche y también a la desconfianza. Disgrego y separo lo que creo malo de lo bueno y sentado en lo más alto del trono al que el ego me permite llegar, y desde allí meo todo lo que se encuentre por debajo de mi cintura, incluyendo mis pies, y río desencajado y poseído como si mi espíritu anduviera endiablado por el exceso de necesidad corriendo por las venas. Y al fin y con suerte me libro, tal vez sin querer, al libertinaje más libérrimo y me interno sin porques en el lugar más lúgubre y oscuro del alma mientras corro desnudo y en círculos en el laberinto que en mi mismo he creado. Tal vez mañana todo haya pasado y mi ego me permita estar de vuelta, en el mismo trono, o lo más seguro que tal vez sea en otro, donde desde un nuevo lugar me permita decir y decidir cualquier barbaridad sin el menor tipo de tabú, ni desvergüenza, como si acá, nada hubiera pasado.
Al fin y al cabo, cuando la parca llegue vestida con su habitual vestido negro, nadie recordará el por qué de mis palabras y menos aún, el color de mi alma al desaparecer.