Nadie comprendió el silencio
el tiempo de ausencia
a nadie le importó el opaco horizonte
tarde en la noche
antes del amanecer.
Ni miraron con sus vacíos ojos
con sus miradas secas
con su sangre hecha arena
con sus venas enardecidas
por la sal de las lágrimas que ya no caen.
A nadie le importó
le interesó ni se detuvo un segundo
pues el tiempo no se detiene
y arrolla a los que se quedan mirando
a esa nada sin porqués
que genera el desarraigo.
el tiempo de ausencia
a nadie le importó el opaco horizonte
tarde en la noche
antes del amanecer.
Ni miraron con sus vacíos ojos
con sus miradas secas
con su sangre hecha arena
con sus venas enardecidas
por la sal de las lágrimas que ya no caen.
A nadie le importó
le interesó ni se detuvo un segundo
pues el tiempo no se detiene
y arrolla a los que se quedan mirando
a esa nada sin porqués
que genera el desarraigo.
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