No partieron las oscuras golondrinas
en la plomiza tarde en la que por costumbre
suelen levantar vuelo y desvanecerse en el cielo azul.
De las juntas de cemento en los balcones
florecieron desgraciados los dientes de león
que por descuido y audacia ahí crecieron.
No quedaron las estelas en el agua
del caminante que se fortaleció
cuando por azar y sin querer de la muerte se escapó.
Se ha marchitado la divinidad de la flor
de la más pretendida; tu no eres poesía,
ni tampoco lo soy yo.
No eres bendita, maldita filicida,
eres flácida, sosa, frígida y vulgar
maliciosamente común, aburridamente predecible.
en la plomiza tarde en la que por costumbre
suelen levantar vuelo y desvanecerse en el cielo azul.
De las juntas de cemento en los balcones
florecieron desgraciados los dientes de león
que por descuido y audacia ahí crecieron.
No quedaron las estelas en el agua
del caminante que se fortaleció
cuando por azar y sin querer de la muerte se escapó.
Se ha marchitado la divinidad de la flor
de la más pretendida; tu no eres poesía,
ni tampoco lo soy yo.
No eres bendita, maldita filicida,
eres flácida, sosa, frígida y vulgar
maliciosamente común, aburridamente predecible.
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