Allá en el cielo
ha llegado la noche
y con ella las estrellas,
alrededor de la luna,
formando una ronda
se ponen a jugar
felizmente.
Acá en la tierra
las luces de las casas
silenciosas y en penumbras,
así como las de las calles,
concurridas y ruidosas,
comienzan a encenderse
lentamente.
Ahí en la mente
pareciera que las sombras
invitan a pasear a los fantasmas,
a esas viejas fantasías,
a aquellos vívidos recuerdos
que a la luz escapan
y se esconden tras olvidos
de los que huímos
inconscientemente.
A mi lado, vos conmigo,
tu mano en mi pecho
tu beso en mis labios,
la sonrisa indeleble del alma
pintada profunda y absoluta
enteramente.
La noche aquí,
reina en paz y armonía.
ha llegado la noche
y con ella las estrellas,
alrededor de la luna,
formando una ronda
se ponen a jugar
felizmente.
Acá en la tierra
las luces de las casas
silenciosas y en penumbras,
así como las de las calles,
concurridas y ruidosas,
comienzan a encenderse
lentamente.
Ahí en la mente
pareciera que las sombras
invitan a pasear a los fantasmas,
a esas viejas fantasías,
a aquellos vívidos recuerdos
que a la luz escapan
y se esconden tras olvidos
de los que huímos
inconscientemente.
A mi lado, vos conmigo,
tu mano en mi pecho
tu beso en mis labios,
la sonrisa indeleble del alma
pintada profunda y absoluta
enteramente.
La noche aquí,
reina en paz y armonía.
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