en los rincones, en las esquinas, en los tirantes,
en las paredes, en las ventanas, en el destiempo impaciente te busco;
con el descaro de la impunidad, con el dolor de la carencia,
con la urgencia de la soledad, con la impaciencia de la tristeza.
Te busco, maldita sea, y no puedo encontrar el recuerdo
del aroma de tu piel en la yema de mis dedos,
del sabor de tus labios entremezclados en el beso,
ni esa caricia atrevida de la lluvia sobre mi cuerpo
trémolo, ansioso y desnudo, demonios, te busco.
Entre el olvido presente y el persistente deseo de verte
corriendo silente entre sombras vivientes
te busco angustiado en este infierno celeste.
Demonio, te busco, ahogado entre penas y deseos de muerte.
1 comentario:
Hola!! Tu poema es intenso , tus letras muy lindas aún con esa tristeza.
Me gusta como escribís, y que bueno encontrar un poeta de Buenos Aires!
Por aquí te sigo leyendo. Un brazo.
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